Me perdí, en un mar de emociones que hoy me condenan.
Nado a contracorriente luchando con aquellos que tiran de mis cadenas.
La ira refleja mi alma en pena, que se ahoga con su propia tristeza.
La fuente de mis llantos y gritos de auxilio perdió fuerza, ahora son lamentos que dan pena.
El camino se perdió entre las tinieblas, no logro hallar la luz que me saque de ellas.Las sombras se alargan, se cuelan en mi pecho,
y el frío se instala, hondo, en cada rincón de mi cuerpo.
Cada paso que doy, me arrastra más lejos,
de esa paz que un día soñé poder tener.Mis fuerzas se desvanecen como arena en el viento,
y mi voz, apenas un susurro, se pierde en el intento.
No hay estrellas en este cielo, ni luna que guíe mi lamento,
solo la oscura certeza de un futuro incierto.