Tragué grueso y desvíe la mirada avergonzado ¿Jimin quería que lo besara? Nunca esperaré que dijera algo así de un momento a otro, me había puesto realmente nervioso ¿Acaso...? No, claro que no, era imposible que yo le gustara a Jimin, él solo quería un beso, talvez por la situación en la que estábamos pensaba que talvez moriríamos y por eso quería un beso.
Lo miré y me sonroje ligeramente, moría por comérmelo a besos ahí mismo, se veía tan tierno con sus mejillas rosaditas.
–¿Estás seguro de eso, pequeño?
•S-si no quieres... Lo entiendo, solo olvídalo.
¿Olvidarlo? Jamás, deseaba tanto ese beso, no podía perder la oportunidad siendo un completo tonto, suspiré y tomé su mano con suavidad.
–Es que si quiero.
Le solté la mano despacio y la llevé hacia la parte de atrás de mi cuello, se veía que Jimin estaba realmente nervioso pero yo estaba feliz de poder besarlo.
–Tranquilo... No te haré nada malo bebé.
•S-solo estoy nervioso.
Asentí y me acerque despacio tomándole las mejillas con suavidad, mire sus labios rechonchos y relamí los míos, sus labios eran realmente provocativos.
–No tienes por que estarlo, tranquilo nene.
Acerque despacio mi rostro al suyo hasta que nuestros alimentos se mezclaron entre sí, mi pequeño Jimin olía delicioso.
Me acerque más y roce un poco mis labios contra los suyos, sonreí al ver como Jimin cerraba sus ojos y apretaba un poco el cuello de mi camisa.
Junté despacio nuestros labios y luego de unos segundos empecé con movimientos lentos que me fueron torpemente correspondidos, lo sujete de la cintura y lo seguí besando, tomándome el tiempo para disfrutar del sabor a fresa que tenía, pase mi lengua sobre sus labios y Jimin se separó rápidamente.
•L-lo siento... Yo... Perdón.
Relamí mis labios y sonreí, había sido sin duda el mejor beso de todos, deseaba más besos así ahora más que nunca y aunque eso no fuera posible jamás olvidaría eso.
–No debes disculparte, lo hiciste muy bien.
•¿T-te gusto?~
Me sonroje ligeramente, Jimin era tímido y se avergonzaba fácilmente pero en ocasiones solía ser muy directo.
–Me encanto, no dudaría en volver a hacerlo.
Sonreí de lado y me sobre salté al sentir la mano de Jimin sobre mi mejilla, me giro suavemente y junto nuestros labios rápidamente.
Sonreí y le correspondí gustoso, podía nombrar oficialmente este día como el mejor de toda mi vida.
Luego de un par de minutos logré introducir mi lengua dentro de su boca y me dispuse a explotar cada rincón.
Nos separamos por falta de oxígeno y pude disfrutar de una de las cosas más lindas del mundo, Jimin con las mejillas sonrojadas, era tan hermoso.
–¿Estás seguro que nunca habías besado a nadie?
•Muy seguro.
Sonreí y acaricié su cabello con ternura, me declaraba adicto a sus hermosos labios.
–Mm~ ¿Qué me dices del chico que te gusta?
•N-no creo que él esté interesado en mí.
–¿Cómo es?
•Hermoso.
Sentí mi sangre calentarse y apreté un poco mis puños, no podía sentirme celoso, Jimin tenía todo el derecho del mundo a estar enamorado y yo no era más que su primo.
–¿Y cómo luce? Describeme como es.
•Mmm~ tiene el cabello negro.
Yo tambien tenia el cabello negro, bueno al menos hasta ahora podría darle pelea a la competencia.
•Sus ojos son cafés.
–Jimin, casi todo el mundo tiene los ojos de ese color, ¿Qué tienen de especial los de ese chico?
•Siempre están brillando, son hermosos, ¿Cómo es la persona qué te gusta?
–Mm~ es un chico, tiene el cabello rubio.
Reí leve al ver su hermosa cabellera rubia.
–Los ojos son azules y sus labios son rosaditos, siempre están de ese color, es más hermoso que el chico que te gusta.
•No lo creo, seguro es muy feo, el chico que me gusta es el más lindo de todos.
–Claro que no, yo sé que mi chico es el más hermoso.
•¿Por qué sabes eso?
–¡Por que te estoy viendo! Date cuenta que eres el más hermoso de una buena vez.
Ups, al parecer hable más de lo que debía.