Sofía

Capítulo 4: Estúpida y sensual Sofía.

Y me pregunto ¿qué va pasar, sino te tengo una vez más?” La canción en mi cabeza y ahora ella frente a mí. Pero ella no canta, ella solo está en su lugar, hasta en frente mirándome, una mirada de análisis, una mirada de acecho.

Mi corazón hace explosión una vez más yo soy el sol” Una mirada que me invita a inundarme en ella, una laguna aceituna donde podría sumergirme y perderme, permitiendo que me ahogue… me le quedo mirando, pero me comienzo a sentir extraño, debo desviar la mirada.

-¿El tema de ayer fue complicado profesor?- Sofía me pregunta en un tono inocente, sin embargo estoy seguro que viene cargado de una sensualidad desbordante. Nadie parece prestarle atención. –De verdad no me gustaría atrasarme-  veo al grupo, la mitad dormido y la otra mitad en el celular.

-No… no se preocupe- le contesto, me es imposible no tragar saliva.

-Gracias- sus labios hacen una risa, parece sarcástica, parece analítica, ella mete su bolígrafo en la boca.

Maldita sea, no puedo seguir viéndola más. Saco del portafolio uno de mis plumones y comienzo a escribir sin ver a los alumnos.

-Copien, por favor- Escribo una gran cantidad de ejercicios sobre algebra, despejes y formular… cosas que ni siquiera tienen que ver con el tema que comenzaremos a ver.

Lleno el pizarrón y el timbre para cambio de clase suena.

-Bueno espero que hayan copiado, hasta mañana-  Les digo a los jóvenes sin voltearlos a ver.

-Profe…- escucho su voz. Me detengo de golpe.

-¿Sí?- Contesto sin verla, puedo sentir como estoy sudando debajo del saco.

-No creo entender del todo la tercera parte- me responde.

-Se los explicaré la próxima clase, no hay problema-

-Gracias profesor Alejandro- Me dice mi alumna sirena.

Escucho como todos los alumnos se comienza a parar, obviamente no han copiado. Tomo paso veloz y me voy.

Me meto a mi próximo salón, no dejo de ver por la ventanilla de la puerta, no sé qué espero claramente, tengo nervios de que ella aparezca pero… también quiero que ella aparezca.

Y me pregunto una vez más ¿qué va pasar, sino te tengo una vez más?” ahora no solo su voz se escucha en mi cabeza, su mirada también está en mi mente, su sonrisa…

El día termina y llego a mi casa, Martha me espera, Alex llega más tarde.

Todo el día he estado huyendo de una alumna… después de comer solo pienso en que quiero ir a mi cama, termino de revisar unos ejercicios, elaboro mi planeación de clase para mañana y por fin me acuesto en mi cama y mi cabeza no deja de pensar en que va a pasar si no la veo una vez más ¿Qué?

Martha llega a nuestra cama, se acuesta a lado de mí.

Mi esposa comienza a besarme el cuello.

-Martha- le digo a mi esposa, siento un ligero cosquilleo en mi columna.

Martha comienza a bajar por mi cuello y me besa el pecho, veo el techo, suelto un bufido, mi esposa con su mano comienza a acariciarme la pierna… no puede ser… vamos, vamos, vamos.

-Espera- le digo a mi esposa. Ella no me hace caso y mete su mano en mi ropa interior.

Vamos, vamos, vamos….

-Solo…- le digo intentando alejarla un poco, no puedo creer que esto me esté pasando, vamoooooooooooooooooooooos, Martha toma mi pene y comienza a jalarlo pero… no puede ser esto es vergonzoso, no quiere pararse esta mamada.

-¿Todo bien?- Me dice mi esposa quien no deja de manipularme.

-Sí es que…- digo resignado –he tenido mucha presión-

-Ya va, no te preocupes- me dice mi esposa, besa mi pene como si fuera una mascota; lo cual es medio humillante y se acomoda para dormir a mi lado.

El techo se ve más cerca… cierro los ojos… los abro… ¿Dormí?...debo ir a trabajar.

 Pastilla 1, pastilla 2, pastilla 3… cremas, lociones… rutina.

Los nervios me invaden, un escalofrió recorre mi columna de arriba abajo y de abajo a arriba, por primera vez quiero ir a trabajar, pero un sentimiento de culpa inmediatamente me pegan en la frente como un balde de agua fría… ¿acaso solo quiero ir por Sofía?

Camino a la escuela por primera vez en estos días no escucho su voz, la canción desapareció de mi mente, sin embargo me siento lleno de energía y vivo.

Pasan las horas y la voz estoy por seguro que desapareció, quizá todo fue solo una locura de cumpleaños.




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