09

Zafara

Observaba a la pelinegra muy detalladamente, su mirada carecía de brillo, su piel se notaba más pálida que el día en que la conocí.

—Me dirás que le sucede? — mire al hombre a mi lado, este miraba a su esposa con miedo dentro de el— el que te me quedes viendo no me dirá que demonios le sucede. — bufe mirando nuevamente a la loba a los ojos.

—Acabar todo fe? (quién eres tú)— le pregunté a la persona frente a mí, pude notar por su reacción que podía entenderme, y la verdad es que era muy malo. ¡Sonreí intentando no dejar al descubierto mi miedo— Ay ar escarba todo fe! (¿Ya sé quién eres?), ay don of bree (o eso quiero creer). — la risa distorsionada de lo que sea que estuviera justo frente a nosotros me puso la piel de gallina.

—Quien es — mire a Eros con miedo, y este observo a la cosa frente a nosotros — no es mi Emma cierto — negué levemente mirando a la cosa que poco a poco tomaba la forma de otra persona muy diferente a Emma.

— Alguer Bor bree? (crees que lo tienes) te conozco bruja, a ti y a la pequeña Claire, cuídala muy bien por que pronto más como yo vendrán por ella. — poco a poco su cuerpo se fue convirtiendo en algo muy parecido al león de Eros.

—Te toco? — le pregunte a eros mientras veíamos a una versión más demoniaca de su león, el hombre mi lado estaba petrificado, no tenía que responderme obvio que lo había tocado. La bestia frente a nosotros, corrió a una velocidad, haciendo que nos agacharnos para evitar que impactara con nosotros. Este término atravesando el ventanal que estaba justo atrás de nosotros destrozándolo por completo.

Estaba en shock, era la primera vez que veía un, Tirintio, había leído sobre ellos, y por eso hablaba un poco su lengua poco común. Sentí unas manos zarandearme, pero mi asombro no me dejaba reaccionar.

—Dime qué demonios era eso — seguí la voz que me hablaba y un furioso eros estaba frente a mí, el hecho de que las venas en sus brazos parecieron flamas ardientes me sorprendió, pero más me sorprendió el hecho de que sentí sus manos quemarme también.

Me zafe de su agarre alejándome de él lo más que podía, mire mi antebrazo y este tenía la marca de sus manos en un rojo muy puro.

—Eso era un Tirintio, un ser mitológico, muchos los creían solo un mito, son una especie de cambia forma algo especiales, al tocarte puede tomar tu forma, y si eres un cambia forma este puede transformase también, él te toco y por eso pudo convertirse en tu león, ¡aunque una versión más demoniaca y poco buena de el— dije tan rápido y tratando de analizar lo que sucedía — Claire! Van tras Claire.

—Y por qué la están buscando? — mire a Eros y este estaba sentado en una silla con las manos en su frente — Mierda donde esta Emma— al el exclamar aquello, y agitado Eliot entro a la habitación gritando algunas cosas.

—¿Encontramos a Emma cerca del arroyo, no estaba aquí con uste… que demonios paso aquí?

—Necesito que recorrer cada perímetro de nuestras tierras y más allá, busca a mi león o algo que se le parezca — Eros le daba órdenes y Eliot se notaba confundido.

— que sucede porque debo buscar a tu león, o algo parecido a el — me acerque a Eliot alejando a Eros.

—No, ve con Aron, síguelo de cerca y no los pierdas de vista, puede que él, Claire, y los niños estén en peligro, Jacob esta junto con él, pero a lo que nos enfrentamos es algo muy poderoso, y de uno en uno nos puede matar.

—A qué demonios nos enfrentamos? — la pregunta de Eros me hizo pensar muy bien, si ellos querían a Claire era por una poderosa razón que en este momento no podía decírsela a nadie.

—No puedo decir mucho al respecto, pero creo que es hora de que Claire sepa la verdad, de su origen, y del paradero de su padre.

…

Claire

Los niños disfrutaban de un helado, mientras Aron y yo seguíamos hablando, de vez en vez me quedaba embobada viendo esos hermosos ojos miel, y solo salía de mi trance cuando el dejaba de hablar dándose cuenta de que lo miraba de más, el fingía que no entendía mi comportamiento, pero estaba muy segura de que él sabía que me quedaba en bobada con todo el.

—Entiendes lo que te quiero decir, es una estrategia fuerte si queremos que ganes la custodia, estas fotos serán lo último, ósea el plato fuerte, la decisión puede que sea tomada en la primera visita a la corte, solo tienes que tener fe.

— Últimamente fe es lo único que tengo — dije mirándolo de momento para luego mirar a mi hermano — me alegra haberte conocido, fue bueno haber ayudado a tu familia, sin saberlo, pero me alegra.

Todos los secretos salen a la luz, después de conocer al amor de tu vida.

Estábamos afinando todos los detalles para la primera cita en la corte. ¿Tenía miedo, si, quería llorar? También, si no ganaba la custodia de mis hermanos, este arranque de valor me costaría muy caro, Mijaíl jamás me dejaría ver a mis hermanos nuevamente.

—Claire me estas escuchando — la voz de Aron me trajo de vuelta a la realidad, mi realidad. Vi a mis hermanos hablar animadamente con El pequeño Evan, al verlos así el corazón se me lleno de ternura, y el miedo que sentí hace tan solo unos minutos se volvieron coraje de luchar por ellos. Las manos de Aron pasaron frente a mi haciendo que lo mirara. — estas un poco distraída— Afirmo tocando mi frente levemente — y un poco colorada, pero no creo que sea fiebre— como no iba a estar colora, él tenía ese pequeño efecto en mí.

—Lo siento, es que son pocos los días que puedo pasar con mis hermanos, y siempre los disfruto al máximos, pero hoy es diferente, me siento diferente, siento que podría conquistar al mundo si así lo quisiera. — la mano de Aron viajo hasta mi mejilla, tocándome con delicadeza, sentí veinte rinocerontes trotando en mi estómago.

—Podrías conquistarlo si así lo quisieras — dijo mirándome directo a los ojos, en otra vida, tan vez ayer, fuera desviado la mirada, pero Aron me brindaba tanta confianza que me invitaba a ser más segura de mí misma ‘’tan linda y pura’’ por un momento esas palabras llegaron a mí, pero con su voz, se me hizo tan extraño ese hecho, pero no le preste mucha atención. Unas pequeñas manos se posicionaron sobre la mano de Aron y la alejaron poco a poco.