ETHAN
Después de caminar no sé cuántos kilómetros, salimos del bosque, llegando a la orilla de la carretera, aunque jamás pensé que estuviera tan lejos,pues escuchaba los autos y sus bocinas cuando llevábamos caminando como quinientos metros, por lo que creía que faltaba poco, pero estaba equivocado porque estaban muy lejos.
Definitivamente mi sentido auditivo había mejorado demasiado, no habían dudas de que un simple humano ya no era, porque si siguiera siendo uno no podría escuchar las cosas que estaban demasiado lejos, mi vida estaba cambiando y siento que esto sería como volver a caminar, aunque ahora ya no era un niño, mi pureza humana había desaparecido con esa mordida, ahora era una bestia, y si no recordaba nada de anoche, de seguro tampoco lo haría en las futuras, cuando hubiera luna llena, tal vez me convertiría en un asesino, sin siquiera recordar al día siguiente.
—¿Cómo lo paro?— le pregunto, saliendo del bosque
—¿Que cosa?— me pregunta confundida, de seguro cree que estoy loco.
—Esto— me señalo— ¿Cómo evito convertirme en algo que no quiero ser, en un animal? Yo no quiero transformarme, no quiero ser una bestia asesina ¿Cómo puedo dejar de ser un animal?
—No puedes, no puedes dejar de ser un lobo— responde, cruzamos la carretera como si nada, a pesar de que los vehículos van y vienen, muchos nos tocan la bocina y nos insultan— pero si puedes evitar convertirte— dice con una sonrisa, al menos es algo— hay una inyección que impide que te transformes, le llamamos "pre-lunar" Aunque desde ya te digo que si la usas mucho tiempo, luego pierde su efecto.
—¿Que quieres decir con eso?— no me agrada el tono de advertencia que usa.
—Te funcionará solo por unos meses, pero luego tu sistema se acostumbraran a ella, es como cuando te enfermas, al principio el virus o la bacteria es desconocida en tu cuerpo, por lo que ataca tu sistema inmune fácilmente— me explica— pero luego, despues de un tiempo, si el virus te vuelve atacar, tu sistema inmunológico estará preparado, porque ya conoce al intruso, por lo que lo derrotará fácilmente, es lo mismo con la "pre-lunar" al principio por un par de meses te hará efecto, pero luego ya no— cruzando la carretera por completo y nos internamos en un nuevo bosque— lo que no será para nada bueno, porque pasando los meses, en la siguiente luna llena, no te surtirá efecto y te transformaras de todos modos y lo peor es que será en una bestia completamente, tu parte lobuna, tomará el control completo de tu cuerpo, estarás mucho más sediento por asesinar y no habrá quien te pare—suspira— si quieres usar la inyección, tendra que ser mes por medio o solo durante tres meses, porque de lo contrario puedes cometer una masacre, nadie te va a poder detener, ni aunque te coloques la inyección que te ayuda a mantener tu humanidad.
—¿Existe una inyección para eso?— no me lo creo, ella solo asiente.
—Pero ya no hablo más, Luan es quien te tiene que contar todo— acelera el paso.
Durante todo lo que resta de camino no me deja hablar, siempre me pide que guarde silencio y de todas a las preguntas que le hago la única que me responde es la de como se llama.
—Me llamo Maya— dice y sigue caminando.
—Soy Ethan— la alcanzó y extiendo mi mano, para que me la estreche.
—Lo sé— responde sin siquiera mirarme, bajo mi mano— se mas de ti, de lo que te puedes imaginar— ¿Será sicópata?
****
Al llegar al campamento, un lugar lleno de cabañas, las cuales están en hileras de sur a norte, quedando frente a frente con otras, todas son iguales, excepto una que está de frente hacia el sur, esta es más grande y está junto a un gran galpón, todo está cerrado con una gran cerca, que tiene un letrero que dice que es electrificada, hay montones de chicos y chicas paseando por el lugar, esto se me hace algo así como una colonia.
Me quedo mirando el letrero de advertencia, Maya me sonríe con un poco de malicia y toca la cerca, cierro los ojos, esperando a que reciba el impacto, pero no ocurre nada.
—Solo es para asustar— me dice y empieza a escalar la reja, la miro sin dar crédito a lo que hace ¿Sera estúpida? A unos cuantos metros está el portón— vamos— me anima, miro el portón y luego a ella— así es más emocionante— sube toda la cerca, hasta llegar al borde, salta para caer al otro lado— genial cinco— dice mirando las heridas que se ha hecho con el alambre—¿Vas a saltar?— no respondo, pero le hago caso, al estar dentro me miro las manos y veo que tengo varias heridas que desaparecen de inmediato, sin dejar ni una marca— son ventajas, pero no toques las cosas de plata, queman y no sanan.
—¿Entonces es cierto que los lobos son débiles a la plata?— miro mis manos por ambos lados.
—No, es un mito— toma mi mano— de lo contrario esto ya te habría cortado la mano— dice mostrándome la pulsera que llevo, la cual definitivamente es de plata, me la regaló Lucrecia, en símbolo de nuestra amistad, Andrew también tiene una.
—Ah— es todo lo que digo.
—Luan— dice soltando mi mano— aquí está— me giro sobre mis pies, para quedar frente al hombre que me había arruinado mi vida como humano, tiene el pelo liso, el cual lleva peinado hacia arriba en la parte de adelante, se ve que es mayor, que debe tener unos treinta y tantos años, tiene un cuerpo fornido y me gana por lo menos por diez centímetros, pero eso no me intimida cuando me lleno de ira y le proporcionó un golpe en la cara, haciendo que casi caiga—¿Que haces?— me pregunta Maya, solo la ignoro, él se endereza y la hace una seña de alto a la chica, para que no se acerque.