Venecia
— ¿Cómo que regresas a Rusia? — mi tonada salió dolido y enfadado, él se quedó quieto por un momento en su lugar, hasta que volteó a mirarme, su cara era de culpa y tristeza, pero yo solo podía verlo enojada, no por qué volviera, aunque también estaba enfadada por eso, sino porque me mintió — ¿hace cuánto que saben eso? — volví a preguntar y aunque les preguntaba a todos en general, mi mirada estaba puesta en él, fija
— 1 mes — respondió con su tan característico tono español con una mezcla marcada con acento ruso
— ¿Por qué no me dijiste nada? — me crucé de brazos, su cara estaba tensa pero no quitaba su mirada de mi
— Yo
— ¿Pensabas decírmelo por lo menos?
— No
— ¿Pero qué te pasa a vos? ¿Por qué no me dijiste? — mis lágrimas empezaba a acumularse, y no era por la rabia, era por la tristeza de saber que iba a tener que alejarme de él, lo mire y salí corriendo, sentí sus pisadas detrás mío cuando yo salí corriendo
— Venecia por favor, cálmate — gritó detrás mío, me escabullí entre la gente, quería llorar por tantas cosas, me fui directamente a mi habitación.
Estaba en la cama, acostada y con Portos a mi lado viendo el techo, no sé si estaba siendo muy dramática, pero necesitaba descargar todas las cosas que había vivido y me había enterado en el último mes, solo lloraba y dejaba que mi mano viajará por todo el pelaje espeso de mi perro, él estaba completamente acurrucado a mi lado, Abi y Mel entraron, vi mi reloj y eran ya pasadas las 8 de la noche,
— ¿Nessie que te pasa cariño? — preguntó Mel y se sentó a mi lado, me levanté y la abracé
— Se me va — susurré
— ¿Quién te se te va? — preguntó Abi a mi otro lado, empezando a consentir mi cabello
— Sergey — hubo un silencio, ambas se miraron — ¿ustedes sabían?
— Sí, Peti, pero no era algo que ninguna de las dos debía decirte, es algo de él y tuyo — Mel me observó, me acurruqué contra ella, Abi que aunque no tenía panza aún al ser su segundo mes de embarazo, la acaricié y ella sonrió
— Lo sé, Mel, aún sigo preguntando el porqué de no decírmelo
— Según lo que dijo Vico, fue que no quería que perdieran tiempo preocupándose de que se va y pudieran disfrutar mucho estos dos últimos meses, aparte que está súper metido en lo del encontrar al tipo este y no sé qué mierda más
— Sí, es verdad, estuvo súper extraño intentando develar siempre el nombre y quién era, pero los códigos no son claros — admito
— Nessie, deberías hablar con él, no pierdas tiempo, se aman y la desgracia es que no tendrán mucho tiempo juntos, aprovechá eso — añadió Abi sonriéndome, suspiré
— Sí, tienen razón. Sólo que me jode, me enoja esta situación. Igual primero me bañaré y me relajaré un rato, este mes ha sido extraño
— Si por extraño decís que encontraste a tu padre biológico, el cual a la vez es tu padrino, sí, es extraño — me reí del comentario de Abi. Ambas me dieron un beso en la cabeza.
Estuvimos un rato más charlando sobre un poco de lo que hicieron en el día, Abi nos contó que tenía una cita mañana con Theo y el médico
— ¿Así que van como una familia divina de rubios bonitos? — Mel estaba burlona
— Ay, no digas eso — rió — dijo que me acompañaría y pues no me negué, me gusta tenerlo como un apoyo incondicional — sonrió — siempre lo vi como un superhéroe y ahora, para mí es mi superhéroe personal, Theo es la persona más racional pero a la vez más sentimental que conozco y por eso lo quiero — terminó de hablar con una dulzura que me encanto
— ¿Lo quieres entonces? — añadí yo
— Sí, de hecho siempre lo quise de lejos, lo veía con ustedes y era como ver a tu actor de cine que tanto amas en la televisión, solo que yo lo tenía en persona y no me atrevía a hablarle, luego llegó Natasha y bueno la enemistad empezó y todo se fue al carajo y ya saben el resto de la historia — terminó con un suspiro, Mel la miró extraña
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amor como arma para salvar el mundo, familia como principal pilar, amigos como fuerza inicial
Editado: 19.02.2019