Elkin y Mayra tenían varias semanas de trabajar juntos y ya élla se conocía todo para llevar a cuestas 3 negociaciones que dejanaban no solo buenos dividendos a la editorial si no también a su persona.
Un tarde cuando fueron almorzar Elkin le ofrece a Mayra para que fuera a vivir a una de sus casas con la excusa que se independizara; ésta tenía varios días diciendo que aunque sus amigos o "familiares" la trataban muy bien ñ. Ella quería algo propio. El cual le iba muy bien para su objetivo. Así como te iba diciendo Mayra la casa que te ofrezco es pequeña, justo para los dos y está afuera de la cuidad. En una zona campestre. A Mayra solo escuchar esa frase. Se le iluminaron los ojos y aceptó. Pero con una condición. Que Elkin le cobrará arriendo. Que??? Yo no voy hacer el si Mayra! Yo tengo mucho dinero para ponerme a rentar una casa que por cierto la tengo abandonada. Lo hago por darte un gusto a tí, además sabes que por tu parte ahora mi cuenta es más elevada ya que las ganancias de los libros del nuevo escritor me hicieron estar en el top del hombre más rico de América.
Luego de dos semanas y alguno que otro arreglo a la casa campestre Mayra se estaba mudando con su hijo. Los dos felices, pues ya tenías algo propio. Mayra accedió pero a pagos a cuota. Elkin no quería aceptar. Pero se dio por vencido ya que esa mujer era muy terca. Se notaba su tenacidad y eso le intrigaba a Elkin. Porqué una mujer tan fuerte, inteligente fue capaz de aceptar tantos golpes y humillaciones? No lo comprendía, pero tampoco quería preguntar ya que muchas veces escuchó responder de forma muy grosera a los que se atrevían hacer algún comentario o pregunta referente a su pasado. Raúl fue varias veces a la editorial y todas las veces salió con un golpe en la cara o en sus entrepiernas, que le propinaba Mayra pues éste quería de vuelta y pues pretendía hacerla regresar a la fuerza. Las dos primeras veces Elkin salía veloz a la oficina de Mayra para defenderla. Pero fueron esas mismas que le encontraba golpeando a su esposo. (Muy pronto ex-esposo) ahora tiene una restricción para que no se le acerque a dos metros pues Mayra interpuso una denuncia por maltrato físico, verbal, psicológico tanto para su hijo y para ella. Eso vulvia loco a Elkin ya que esa mujer no era una damisela en apuros al contrario, si se lo proponía. Ella era el verdugo. Y cómo carajos la podía enamorar?
En una de las fiestas de inauguración de otra editorial que estaban abriendo en México. Un hombre la drogó pero ella en vez de hacer lo que ese tipo tenía en mente. Le pido a Elkin que la llevara al hotel pues se sentía rara y con calenturas, omitió donde eran las calenturas. Ambos iban en rumbo al hotel y está comenzó a quitarse el saco del traje que la hacía notar algo diferente pero muy sexy. Esa mujer no era nada femenina, pero aún así se las arreglaba para combinar lo masculino pero muy sexy. En fin a Elkin se le fueron los ojos con el brasier rojo que se le marcaban bien con esa camisa blanca que llevaban dentro del traje, Elkin tragó grueso y cruzó las piernas. No quería ver pues, eso le afectaba a sus partes nobles, luego se quitó los tres primeros botones de la camisa y se mordió un poco el labio inferior retorciéndose en su puesto. Le pidió al chófer que pisara el acelerador pues no quería hacer algo vergonzoso al lado de su jefe. Pero su jefe tenía una pelea interna. Entre platear una conversación casual o apuntar al chófer para que esté se volará todos los semáforos y así poder salir a respirar aire. No sabía porque Mayra se estaba portando de esa manera tan depravada ya que ahora se había quitado la camisa y se manoseaba los senos. Elkin cambio la ruta del hotel y les pidió que los llevará a la casa de él. Pues no toleraría que alguien la viera así. Solo de pensar que el chófer se estaba dando un festín por el retrovisor se levantó y quitó ese espejo de allí no sin antes decirle que estaba despedido y lo sacó a patadas del coche. Le dio dinero para que se devolviera y éste emprendió la ruta a su casa. Mayra y Elkin llegaron por fin no sin antes Mayra bajarse muy coqueta y capturando sus labios. El cual Elkin no reaccionó muy bien, pues estaba distinta. (Esa no era su Mayra. La mujer que sabía de distancia, la mujer reservada hasta que tenía una posición y alguien trataba de hacerla cambiar, allí sacaba las espuelas y mataba a todo aquel que se atravesaba en su camino.) Esta no era su Mayra, pero si seguia así iba a perder los estribos. Llevaba meses deseándoles y si ella se ponía cariñosa la fuerza de voluntad se le acabaría en segundos. Mayra, Mayra no sigas recuerda que soy un hombre y te deseo. Tengo tiempo de tenerte ganas, desde la fiesta de Manuel. Pero te respeto ya que eres una mujer casada aún. A lo que Mayra respondió con un 😈quiero ser tuya😈 Elkin no aguantó más y se encargó de terminar de desvestirla y también hizo lo mismo con él. Así pasó hasta altas horas de la madrugada. Elkin salió de la habitación ya que tenía que hacer unas llamadas pues su móvil estaba al reventar, todas ellas de Manuel. Hola hermano cuantame sin poder ocultar la emoción que le producía acordarse en donde se había metido toda la noche. Manuel mal humorado le preguntó si sabía donde estaba Mayra? Sí. Está en mi casa, éste le respondió. Pues un malparido hizo que un festín con una droga que pone a las mujeres algo calientes y escuché que la idea era dársela a Mayra. Menos mal que está contigo. Por cierto porque está en tu casa y no en el hotel? Elkin no supo que decir ya que con lo anterior escuchado sabía que Mayra no se había entregado a él de voluntad. Todo había sido efecto de una droga. Elkin. Un Manuel desesperado lo sacó de sus pensamientos. Manuel lo que pasa es que me pidió que la llevara al hotel pero yo le dije que tenía que estar acá en mi casa temprano pues venían unos compradores y necestaba mostrarla. Eso no era del todo mentiras pues si quería vender esa casa. Se despidió de su amigo y se dispuso a vestir a Mayra y rogar que ella no se acordará de lo ocurrido pues sabía que sus testículos peligraban. No le tenía a su amigo. Le temia a Mayra, pues eso por dónde se la viera era una violación. Aunque él no puso la droga, bien que disfrutó los efectos. A su defensa. Él no sabía que la mujer tendida en su cama se le había entregado drogada. Para él era una puta desgracia. Pues tenía que callar y volver a la zona de amigo y jefe otra vez.