Solo tú

13. Elenor

Llevo una semana trabajando en una nueva editorial y estoy con mucho mejor ánimo. Me he alejado de Jensen, mi antiguo jefe, y puedo respirar con más tranquilidad cada vez que paseo por la oficina o me encierro en mi despacho nuevo. 

No he podido ver a JK desde hace una semana, ni siquiera en el gimnasio, aunque sí nos hemos escrito y hablado por teléfono. Nunca hubiera imaginado que podía hablar tanto con alguien, incluso, casi de madrugada. 

Su amistad me está haciendo bien y, por una vez en mi vida, he encontrado a un hombre que no me miente. Eso es algo nuevo, bueno y extraño para mí. 

Estoy escribiendo un correo electrónico en mi nuevo ordenador del trabajo cuando la puerta de mi despacho se abre para dejar paso a MiSuk, mi jefa.

—¿Qué tal va todo? ¿Estás cómoda con nosotros? —quiere saber con curiosidad, con los codos apoyados en mi mesa y sentada enfrente de mí. 

—Mucho. Muchas gracias por este estupendo recibimiento. 

—Creo que ya es hora de demostrar tus habilidades como editora, así que, te traigo a tu primer cliente —me informa dejando encima del escritorio tres carpetas.

—¿Qué es esto? —le pregunto sin comprender qué significa. 

—¿Cómo se te da la literatura infantil? 

—No es mi fuerte, aunque sé bastante sobre ello. ¿Por qué? 

—Como te he dicho, vas a demostrar tus habilidades como editora y, ahí, en esas carpetas, está tu nuevo cliente —cojo las carpetas y las abro para ver su interior—. Son tres cuentos que un grupo de música ha inventado. Quieren publicarlo y donar todos los beneficios a ONGs —me explica observando cómo paso las hojas—. Te reunirás con ellos después del almuerzo y dispondrás de una escritora para que queden estupendos, además, también asignaremos a una ilustradora para mejorar los dibujos.

—Los dibujos de este cuento no están nada mal —advierto buscando el nombre del dibujante—. Escrito por Kim SeokJan e ilustrado por Jeon Jinkook —leo sin darle importancia y sin tener idea de quién son. 

—Son dos de los siete integrantes del grupo. Cada cuento ha sido escrito e ilustrado por dos de ellos. 

—¿Y qué ha pasado con el séptimo integrante? —inquiero curiosa. 

—Está de baja por un problema en el hombro. No participó en la actividad. 

—Muy bien. Les echaré un vistazo para estar preparada para la reunión. Gracias por la oportunidad —le digo antes de que salga de mi despacho. 

—No me falles. ¿Quieres que te traiga algo de comer? 

—Sí, por favor. ¿Le puedes decir a mi secretaria que me avise cuando queden diez minutos para la reunión, por favor? 

—Claro. Estúdialo con atención —me sugiere cerrando la puerta de mi despacho despacio. 

Suspiro nerviosa por la responsabilidad que está depositando en mí y me pongo a leer los cuentos, además de observar con detenimiento cada ilustración. Estoy segura de que puedo hacer un buen trabajo y no me voy a permitir fallar. 

***

Estoy escribiendo en mi tableta digital todas las ideas que tengo para los tres cuentos cuando mi secretaria me avisa de la hora de la reunión. Les doy una última leída para corregir algunas cosas que no veo claras, recojo todos los bártulos y salgo del despacho para dirigirme a la sala de reuniones. 

Aún no ha llegado nadie, así que me siento en una silla y desbloqueo mi tableta para continuar anotando lo que puede cambiarse, dejarse como está o reescribir para que quede todo perfecto. 

Mi jefa abre la puerta de la sala y entra en ella seguida por ocho hombres. Me levanto para hacer una reverencia como saludo y mis ojos recorren a cada hombre hasta que me detengo en el último. 

Me fijo en su pelo negro y azul, bajo hasta las cejas donde tiene un piercing en la derecha y continúo hasta su cuello para terminar en su mano derecha tatuada. Mi ceño se frunce al reconocer esos tatuajes y alzo la mirada hacia la del chico que parece observarme con sorpresa y miedo a la vez.

—Señores, les presento a la señorita Elenor Santana. Ella será la editora que lleve a cabo la salida de los cuentos a las librerías. Señorita Santana, ellos son BT7, el grupo de Kpop más reconocido internacionalmente —nos presenta mi jefa con una sonrisa que le llegaba hasta los ojos. 

Trago con saliva desviando mi atención del chico hacia los demás miembros y hago una leve reverencia con la cabeza para saludarlos. Los invito a sentarse y preparo mi tableta para tener mis notas al alcance. 

Veo por el rabillo del ojo que el joven al que reconozco se sienta a mi lado y maldigo en mi mente por ser una gran estúpida. Otra vez, por poco creíble que parezca, he sido engañada por un hombre. ¿Cómo es posible que no me dé cuenta de sus mentiras? ¿Cómo puedo ser tan ilusa y confiar en el género masculino? 

Me siento con la espalda recta, carraspeo para aclarar mi voz y comienzo a hablar.

—He leído los tres cuentos con detenimiento y, la verdad, son muy buenos. Hay que hacerlos un poco más extensos y, por supuesto, hacer los dibujos más realistas, pero por lo demás, todo está bien —explico sin dejar que la cercanía del chico me desconcentre. 



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En el texto hay: romance, amor

Editado: 12.05.2023

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