Aniquilado por el encanto de sus labios y renacido por la luz de su alma. Mientras de fondo se alza un cielo violeta que aparece cuando poco a poco desaparece el fulgor del día. Deslumbra a todo aquel que la encuentre con la vista, ella misma magnifica su presencia.
Posee unos ojos que te arrastran en el tiempo, te dejan en esas épocas donde el amor era tan bonito como conflictivo y caótico...
Amar en éste tiempo se ha tornado sencillo para esos corazones que se han cansado y no aspiran a tanto, los príncipes han sido vencidos y las princesas fueron raptadas por aquellos que no las merecían, ahora sé porque su ímpetu, su fantasía y grandeza desfallecen, por esa maldita falta de pasión y amor en la gente.
Pese a todo, su mirada penetrante sigue buscando, pero, parece perder intensidad, pues no logra ver nada de agrado para unos sentidos tan delicados, ahora transmite desilusión.
Su percepción ha cambiado, se volvió decisiva, por ello enamorarla no será una tarea fácil y no cualquiera podrá hacerlo, no cualquier plebeyo tendrá la determinación necesaria si quiera para intentarlo. Mientras que, del otro lado, nosotros los que sabemos apreciar su belleza permanecemos embobados, matando el tiempo, idealizando la manera de llegar a ella, cada uno con su táctica, pero todos con un fin compartido; penetrar su coraza y encantar su noble corazón.
Un objetivo que es realmente difícil, pero con una recompensa por la que valdría la pena morir en batalla: Tomar su mano.