Magnus, Sena, Julius, Josy, Flora y Silfer iban de regreso a la Facultad que los vio nacer como héroes y como estudiantes, Derecho, luego de haber quedado exhaustos tras una larga y durísima batalla contra el malvado Rivius. En su caminar por el derruido Foro, los 6 héroes observaron a la distancia como había quedado el Campus tras aquella nefasta guerra que casi acabo por completo con sus compañeros.
Sin embargo, aún quedaba pendiente la situación de Silfer y lo que sucedería a futuro entre este y Magnus tras el final de la guerra. Aquella profecía contada por Rivius acerca del destino de los portadores de Sombra y de Luz era un tema que seguía preocupando tanto al héroe de Derecho como a quien fuera su antiguo rival y enemigo, por lo que a pesar del grato momento que disfrutaban junto a sus amigos, ambos jóvenes sabían que algo debía decidirse al respecto.
— La mayor parte del Campus ha quedado en ruinas tras el ataque de Lumine. De no haber sido por el plan de Silfer, habríamos lamentado algo mucho peor que esto. —Dijo Julius con tono realista.
— Es cierto. —Afirmaba Josy—. Pero también por culpa de Rivius y sus esbirros de Anarquía perdimos a muchos compañeros, tanto de otras facultades como de la nuestra.
— El precio de esta pelea fue demasiado alto. Si hubiera sabido desde el principio que Rivius haría algo tan maquiavélico como esta guerra, habría podido evitar todo este desastre. —Dijo Silfer con mucho lamento.
— No tenías como saberlo Silfer. —Intervino Sena—. Rivius te manipuló, al igual que a todos nosotros con sus artimañas burdas y egoístas. Destruyó los vínculos que teníamos contigo solo para que te convirtieras en aquel malvado y tenebroso Portador de Sombra al que todos temían en la Facultad.
— Pero ahora ya no eres más aquel sujeto cruel y despiadado. Has vuelto a ser tú de nuevo, un hombre inocente y noble, lleno de buenos sentimientos y dispuesto a todo con tal de proteger y sacrificarse por otros. —Afirmó Flora halagando a su ahora pololo.
— No sigas por favor Flora que me vas a sonrojar entero. —Dijo Silfer medio nervioso.
— Es raro verte tan nervioso Silfer. Se ve que Flora realmente es tierna contigo. —Agregó Magnus.
— ¿Qué no es obvio? —Respondió con ironía el de Sombra.
— Bueno, de todas maneras ahora sí que podremos finalmente terminar nuestra carrera tranquilos, puesto que ya no tendremos más enemigos a los cuales enfrentar. —Afirmó Julius muy convencido.
— ¡Ay viejo! ¿Aún sigues pensando en estudiar? —Preguntó sorprendido Magnus.
— ¡Pero por supuesto que sí viejo! Por culpa de este contratiempo me he retrasado con mis estudios para el examen de grado, así que debo retomar lo más rápido posible. —Insistía con su afán Julius.
— Hay cosas que no cambian, ¿cierto Julius? —Dijo Silfer con humor.
— Así es. —Afirmó seguro el joven estudiante.
— Josy, ¿Qué fue lo que le viste a este ñoño? —Preguntó con sarcasmo Silfer a la joven.
— ¡Oye, a quién llamas ñoño! —Reaccionó molesto Julius con el calificativo.
— No lo sé. Creo que fue lo tierno y adorable que se ve mi Julius cuando le gusta hacer algo. Por ahí parece que me enamoré de él. —Respondió Josy mirando con ternura a su pololo.
— Bueno eso ya lo sabía. —Afirmó con calma Silfer.
— Claro. —Dijo Josy sonriendo al de Sombra.
— Ya casi llegamos a la Facultad, así que solo tenemos que subir los escalones de este Foro y estaremos en un 2 x 3 con nuestros compañeros. —Dijo Magnus con alegría.
— Sí. Ya me imagino la cara que pondrán todos cuando vean a Silfer. Conociendo a Monty y a los demás, se les va a caer el pelo cuando sepan que derrotó a Rivius. —Afirmó Sena muy confiada.
— Cierto. Ahora Silfer es un héroe como nosotros. Tendrá que acostumbrarse a los autógrafos y a la alta exposición. —Agregó Julius risueño.
— Es verdad. —Dijo Josy.
— No se si podré soportar tanta presión. —Agregó Silfer con algo de aprehensión.
— No te preocupes querido. Yo te cuidaré de quienes intenten decirte cosas malas. —Dijo Flora con ternura.
— Tienes suerte de tener a mi hermana contigo, cuñado. —Afirmó Sena muy contenta.
— Bien, que esperamos… —Instó a la acción Magnus.
— ¡Esperen! —Detuvo de pronto Silfer al de Luz.
— ¡Ay Dios, y ahora qué! —Exclamó atónito este último.
— No creo que sea una buena idea que vuelva a Derecho. —Respondió de pronto Silfer.
— ¡¿Qué?! —Reaccionaron todos.
— Aunque haya salvado al Campus dudo mucho que los leguleyos se olviden de las cosas horrendas que hice en el pasado. Además, no quiero que Flora se sienta incomoda con las miradas tan lascivas de algunos y que la perjudiquen por el simple hecho de estar conmigo. —Explicó sus razones el de Sombra.
— No digas tonterías Silfer. —Respondía Sena—. Tú eres parte de la Facultad, independiente de lo que hayas hecho en el pasado. Además ya te redimiste con nosotros y no tienes por qué seguir ocultándote más.
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Editado: 28.06.2020