Capitulo 2

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-Tienes que hacerlo- la voz de Brithanie se oía lejana y pavorosa

El cuerpo me temblaba y no sabía en qué lugar estaba, mi cabeza era un nido de confusiones incapaz de formar un pensamiento coherente. La figura de brithanie apareció frente a mi acompañada de tres de sus fieles amigas, ellas sonreían y mi vista se empañaba imposibilitándome ver.

-Tienes que hacerlo Nans – masculló- Si quieres ser como nosotras, tienes que hacerlo.

Mis piernas empezaban a desfallecer, mi vestido rojo se levantaba junto con mi pelo al correr la helada brisa de enero.

-Tienes que entrar allí- señaló detrás de mí- Tu puedes hacerlo.

Mire por encima de mi hombro y me tense, no quería entrar allí, no quería volver a vivir la misma pesadilla, no podía…esta vez no aguantaría.

-No…No puedo- susurré tratando de no descontrolarme, pero fue imposible, ellas se acercaron y empezaron a arrastrarme hacia ese lugar- ¡No quiero! ¡No me dejen entrar ahí, por favor! - grite presa del pánico.

Ellas solo rieron.

- ¡Por favor no!

Las risas cesaron convirtiendo el lugar en una arboleda desierta y aterradora, mis piernas se debilitaron y cayeron, mis manos taparon mi cara repitiéndome entre sollozos que no quería entrar allí.

Un sonido gutural me hizo alzar la cabeza, encontrándome con una bestia peluda, de ojos grandes color ámbar brillando en la oscuridad, mis sentidos se pusieron alerta, mis piernas tomaron el control, levantándose y echándose a correr tratando de huir, las ramas me maltrataban al pasar y mi cabello se metía en mis ojos haciéndolos arder, la bestia corría detrás de mí a una velocidad aterradora, haciendo imposible poder escapar, pero no me importó y seguí aumentando la velocidad hasta llegar al acantilado donde mis intentos de huir fueron inalcanzables, la fiera llego junto a mí, la curvatura de su hocico se levantó mostrando unos colmillos finos y grandes que hicieron mis vellos erizar, sus ojos color ámbar llenos de deseo y hambre por mi carne, me miraron y si más fui devorada… por él …por el monstruo.

Me levanto sobresaltada incapaz de controlar mi respiración y las lágrimas que corren por mi cara, mi garganta esta seca y el miedo brota por cada poro de mi piel. Es la misma pesadilla que me atormenta cada noche, el mismo escenario, las mismas personas y así como el primer día me sigue afectando igual.

Enredo mis piernas en el edredón y trato de contemplar el sueño, pero igual que en otras noches no logro hacerlo.

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–La escuela no debería empezar tan temprano- gruñe mi hermana arrastrándose por la acera

El dolor de cabeza debido a la falta de sueño me marea, los gruñidos de mi hermana me exasperan y lo aumentan en sobremanera. La mañana esta algo caliente, el sol ya ha empezado a Salir en toda su plenitud, las calles están desiertas y la poca brisa que pasa mueve las ramas de los árboles en un silencio sepulcral, hace parecer a friedensdorf un pueblo aterrador.

- ¡Nancy! – escucho mi nombre y volteo, encontrándome con un chico de melena castaña y ojos negros.

-Hola Alex, ¿Qué tal estas? - lo saludo

-Bien y tú, ¿estas preparada para el entrenamiento de esta tarde?

-Sí claro, estaré ahí a la hora acordada.

Llegamos a la escuela cinco minutos antes de que comenzaran las clases, mi hermana se va directamente a las suyas y yo me desvió con Alex tomando la primera clase de nuestro último año y es matemáticas.

-Buenos días chicos ¿Cómo han pasado? – saluda el señor Martin nuestro maestro de matemáticas - Hoy tenemos con nosotros a unos nuevos compañeros, me encantaría presentárselos. -mira hacia la puerta- Pasen por favor

La chica que atendí en la floristería entra al salón con un chico un poco más alto que ella, tiene cabello negro, cuerpo delgaducho y ojos del mismo color de la chica, paseo mi mirada por cada uno de ellos hasta que la centro en un chico desconocido, pero completamente atractivo. Es alto, cabello rubio, cuerpo ligeramente musculado y sus ojos de un café profundo, no tiene nada en común con los otros dos chicos, salvo el color de sus ojos.

-Hola, mi nombre es Lilian Holland- se presenta la chica- Y este es mi hermano, Marck Holland- señala al chico de cabello negro- Y él es mi primo Jackson Collins – menciona al chico rubio

Ellos sonríen y me es innegable no reconocer el atractivo que tienen estos chicos.

-Hechas las presentaciones, se pueden sentar- el maestro se dirige hacia la pizarra

Mis ojos analizan los nuevos compañeros y no puedo dejar de admirar lo bien que se ven. La chica con su vestido rosa holgado y cabello liso cayendo sobre su espalda, el chico de cabello negro más conocido como Marck, trae vaqueros negros rasgados y camisa blanca y, por último, el más misterioso y atractivo <<Jackson>>, su estilo es más formal pero no menos lindo, trae una camisa azul turquí y pantalones negros. Lo recorro con la mirada y me fijo bien en las facciones de su cara, sus cejas rubias son pobladas, su mandíbula se ve fuerte y dura, lo miro a los ojos y me devuelve la mirada, dándome una sonrisita coqueta, me ruborizo, aparto mis ojos de él y me concentro en la explicación del profesor.