Los miembros del Equipo uno de Crímenes Violentos, en conjunto con los miembros del Equipo tres de Crímenes Violentos, llevaban sobre sus hombros el cajón que resguardaba el cuerpo de Sabas mientras realizaban la caminata hacia la parroquia en la que se llevaría a cabo la misa de despedida.
La madre de Sabas, en conjunto con Shira, guiaban la caminata con un retrato de él entre sus manos, mientras sus rostros eran cegados por las incontrolables lágrimas.
Con la aflicción y desesperanza impresa en sus rostros, avanzaron hasta la parroquia casi por inercia.
Tanto Lain como Callen y Athan se encontraban completamente desconsolados, ¿cómo es posible que en un abrir y cerrar de ojos las personas simplemente dejan de existir?
Aquella pregunta no dejaba de rondar por sus mentes.
—Recuerdo haber sentido una extraña sensación en el cuerpo cuando oí del caso en el que estaba trabajando y lo que intentaban hacer— Shira se encontraba frente al atril, delante de la multitud que había asistido a la despedida de Sabas, con la mirada completamente perdida—Le pedí que lo dejara si sentía que algo no andaba bien, pero respondió que deseaba ser como los agentes Boyle y Tous.
Callen, quien se encontraba sentado en la primera fila de los bancos, inclinó su espalda, apoyando ambos codos sobre sus rodillas mientras sostenía su cabeza entre sus manos, en señal de abatimiento, mientras que Lain cubrió su rostro con una de sus manos, intentando ocultar el desconsolado llanto.
—No estaba dispuesto a rendirse, por eso tampoco debemos hacerlo nosotros— Shira llevó la mirada hacia el cajón— Nada será lo mismo sin ti, no puede ser nada igual. Tu recorrido acababa de comenzar, sin embargo te detuvieron en el camino, pero nosotros lo seguiremos por ti, por eso no pienses mucho en eso y solo descansa mientras observas como uno por uno es puesto tras las rejas— Shira levantó la mirada para seguidamente observar a los presentes—Hay una frase que tengo guardada en el corazón, alguien dijo una vez que si no nos comprometemos con el tiempo y en su lugar, nos comprometemos a recordar a aquellas personas que ya no están, entonces esas personas no desaparecerán en absoluto.
Athan no podía sacar su mirada del cajón mientras las lágrimas le hacían compañía.
—Mantengamos a Sabas en nuestros recuerdos y corazones, de ese modo permanecerá eternamente a nuestro lado.
Shira se bajó del estrado y su mirada se cruzó con la de Lain, quien asintió para seguidamente levantarse del banco y avanzar hasta el atril para acomodarse frente a él.
Aclaró su garganta y limpió las lágrimas que todavía vagaban por su rostro.
—Sabas era un cobarde, un valiente cobarde— una risita se escapó de sus labios-Aunque sentía un evidente miedo, de igual forma no se detenía. Recuerdo particularmente el día que habíamos sido desvinculados de uno de los casos, Callen y yo habíamos decido continuar con la investigación, aunque eso nos trajera problema. También queríamos dejar a un lado a los miembros del equipo, no queríamos perjudicarlos, sin embargo Sabas se acercó hacia nosotros con esa inocencia tan particular y dijo que no desharíamos tan fácil de él— la voz de Lain se resquebrajó.
Hizo una pequeña pausa para seguidamente continuar.
—Amaba los dramas— Lain soltó una sonrisa divertida y llevó la mirada hacia el cajón.
Los presentes se sumaron a el.
—Veré dramas, Sabas. ¿Estás feliz ahora?—Lain inclinó la mirada—Iba a hacerlo de todos modos, te lo había prometido, ¿recuerdas?— su voz se apagó.
Levantó la mirada y soltó un suspiro.
—Prometo que atraparemos a los responsables por su muerte, no nos detendrán tan fácilmente.
Lain se bajó del estrado y se acercó hasta el cajón.
—Gracias por haber sido parte del equipo, siempre serás parte de el y prometo que siempre te mantendremos en nuestros recuerdos, así que no tengas miedo a desaparecer porque no lo harás. Ahora descansa, Sabas.
Lain caminó de regreso hacia su banco, pero se quedó completamente inmóvil al observar a aquel hombre que acaba de ingresar a la parroquia.
¿Cómo se atrevía a aparecer como si nada?
Con la furia impresa en su rostro, avanzó con gran rapidez hacia el hombre.
—¡¿Qué crees que haces aquí?!— Lain se abalanzó hacia el para posteriormente tomarlo de su uniforme.
—Vamos, Lain. No es momento para esto— respondió Nil con cierta diversión.
—¿Piensas que no lo sabemos? ¿Crees que no sabemos que estás detrás de todo esto?—Lain se acercó aún más hacia él—Escúchame bien y guarda estas palabras—Lain inclinó la mirada para inhalar aire y seguidamente fijarla en los ojos de Nil—Voy a destruirte, no dudes de eso. A ti y a toda la basura que se esconde detrás, me aseguraré de que se pudran tras las rejas.
Lain sintió una mano tomando la suya para seguidamente separarlo de Nil.
—No hagamos esto aquí, Lain— pidió Callen.
—Es lo que dije, solo quiero despedirme de mi colega— agregó con ironía.
Lain se giró hacía y amago a regresar hacia su banco, pero repentinamente se giró hacia Nil y golpeó con gran fuerza su rostro, lo que provocó que su nariz comenzara a sangrar.
Nil rápidamente cubrió su nariz con sus manos y para entonces, todo el equipo tres se había acercado hasta la escena.
—Nil, por favor— pidió el agente Ryan— No necesitamos más problemas.
Nil soltó una risa irónica.
—¿Estás de su lado, agente Ryan?
—Estoy del lado de la familia y están siendo groseros. No es ni el lugar ni el momento.
Nil se acercó con molestia hasta Lain.
—Inténtalo, intenta demostrar que tuve que ver con la muerte de Klein, si es que puedes. No vayas a comerte tus palabras.
—No creas que es lo que único que demostraremos. Lo asesinaron por una simple grabadora, pero no contaban con que solo era una prueba más de todas las que tenemos en su contra. Me encargaré de que paguen por el asesinato de Sabas, solamente es cuestión de tiempo, Nil.
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Editado: 21.08.2022