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El agente Kyle Ryan y Dan Tormen se dirigieron hacia la prisión local, debían darle una visitar Andru Biel.

Tanto Kyle como Dan se acomodaron en la sala de visita a la espera de Biel.

En cuanto noto su presencia, Biel los observó con cierta molestia.

—¿Decepcionado?— indagó Kyle— No creo que alguien más se tome el tiempo de visitar a alguien como usted.

Biel se acomodó en el asiento frente a ellos mientras una ventanilla se interponía entre ambos.

—¿A qué se debe el honor?— interrogó Biel con ironía.

—Si nos ayuda, podemos ayudarlo a usted.

—Si es por su colega, lo siento, pero ya dije todo en el juicio— respondió sin más.

—Todo no. ¿Realmente ha sido Nil quien lo ha llamado aquel día?

El rostro de Biel se ensombreció.

—Es lo que he declarado.

—No fue lo que le he preguntado. ¿Realmente ha sido Nil quien lo ha llamado aquel día?— interrogó nuevamente.

Pero Biel no dio respuesta alguna y los nervios comenzaban a salir a la luz.

—Solo necesitaba dinero— respondió con voz temblorosa.

Kyle dio un fuerte golpe sobre la ventanilla.

—¡No es lo que he preguntado!— volvió a responder con dureza.

Dan apoyó una mano sobre el hombro de Kyle para intentar calmarlo.

—No podremos ayudarlo si se queda en silencio— irrumpió Dan—Nadie vendrá a ayudarlo, todos se encuentran en prisión y usted no podrá salir si no se digna a hablar.

Biel largó un suspiro y aclaró su garganta.

—No todos están en prisión— esbozó con temor.

—¿No todos?, ¿de qué hablas?

—Él me ha dicho que si algo llegará a pasar, que nunca debía nombrarlo o me mataría personalmente.

—¿Quién es él?

—No lo sé, nunca he visto su rostro. Se referían como Él únicamente.

—¿Cuál fue la orden especifica que recibiste?

—Que me deshiciera de la prueba y si era necesario de la persona que llevaba la prueba.

—¿Has tenido contacto con Nil?

—La primera vez que me contactaron por el trabajo y nos encontramos, Él vino junto con Nil, pero tenía su rostro cubierto, no pude observar más que sus ojos.

—¿Sabes si tiene alguna conexión con el asesino de cera?

Las manos de Biel comenzaron a temblar.

—Él es el asesino de cera— respondió con pavor.

Kyle y Dan se observaron entre si alarmados.

—¿Nil sabía todo este tiempo quien era el asesino de cera?

—No sé más que eso, lo juro.

Kyle observó a Dan, quien se encontraba completamente desconcertado.

—Debemos visitar a Nil.

Dan asintió y volvieron la mirada hacia Biel.

—¡No pueden decir que yo les hable de Él!— pidió casi en un ruego— Va a asesinarme si se entera de que abrí la boca.

Kyle nuevamente llevo su mirada hacia Dan.

—¿Puedes pedir ver a Nil?. Lo más probable es que no suelte ni una sola palabra, pero lo intentaremos.

Dan asintió y se retiró de la sala de visitas.

—Juro que no sé más que eso— volvió a repetir.

—Te oí la primera vez, pero siento decirte que no creo mucho en lo que dice alguien que se volvió un asqueroso asesino por un poco de dinero.

—¡Estaba acorralado!— se defendió.

—¿Es tu excusa para justificar el haberle arrebatado la vida a alguien que no tengo dudas que de que tenía un futuro tan brillante del cual tú ni siquiera podrías soñar?

Kyle se acercó hasta la ventanilla.

—Vive una vida llena de arrepentimientos mientras te pudres entre cuatro paredes, porque juro por el agente Klein, que me aseguraré de que nunca vuelvas a ver la luz del sol.

Biel apoyó sus manos sobre la ventanilla con desesperación.

—¡Prometió que me ayudaría!

—Y usted eligió creerlo— respondió desinteresadamente.

Kyle se levantó del asiento.

—¡No puede dejarme aquí! ¡Me asesinarán!

Kyle le regaló una fría mirada antes de retirarse de la sala de visita.

Caminó hacia Dan, quien se encontraba en recepción.

—No quiere recibir visitas— informó.

—¿Nil no quiere recibir visitas?

Dan asintió.

—Yo me encargaré.

Kyle se acercó hasta la recepción y solicito nuevamente una visita a Nil.

—Tengo en claro que se ha negado, pero si puede hacerme el favor de que Kyle Ryan quiere verlo, tal vez acceda, es por un caso de asesinato— pidió.

—Lo intentaremos una vez, pero si vuelve a negarse deberá regresar otro día.

Kyle asintió y quedaron a la espera de una respuesta por parte del penal.

Tomaron asiento en la sala de espera con los nervios a flor de piel.

—¿Cómo pudimos haber sido tan ciegos como para no notar lo que era Nil en realidad?— se quejó Kyle.

—Honestamente, cuando comencé a sospechar de Nil e incluso después de ver como intentó incriminar a Lahoz, quería convencerme de que debía de haber una explicación lógica. Se supone que son ejemplos para los novatos y es por eso que me sorprendió aún más.

Kyle apoyó una mano sobre el hombro de Dan.

—Has hecho un gran trabajo, no lo hubiéramos descubierto de no ser por ti.

—Después de todo, ese es mi trabajo— respondió Dan con la cabeza cabizbaja.

—Sabes, cuando era un novato en el grupo de Crímenes Violentos y había obtenido mi primer caso, solíamos tener un colega que siempre estaba a la espera de órdenes para trasladar al equipo a la escena de crimen o algún lugar que debía ser investigado, por lo que era bastante cercanos a nosotros. Resulta que el era asesino que estábamos buscando— Kyle realizó una breve pausa— Estaba frente a nosotros y ni siquiera lo habíamos notado.

Dan lo observó con sorpresa.

—¿Cómo lo descubrieron?

—Una de las agentes comenzó a sospechar de él cuándo notó algo extraño durante uno de los traslados. Comenzaron una investigación secreta en su contra y finalmente se descubrió que el asesino se encontraba más cerca de lo que creíamos. Actualmente, se encuentra en prisión.