Callen con desesperación se dirigió hasta el consultorio del doctor Neila. Tenía muchas preguntas por hacer y el miedo a las respuestas, lo estaba consumiendo.
—Necesito ver al doctor Neila— pidió al acercarse hasta la recepción del lugar con la laptop entre manos.
Callen acomodó la laptop sobre el escritorio de la recepción.
—Buenos días, señor Tous. ¿Tenía cita para el día de hoy?— interrogó la mujer con amabilidad.
—No tengo cita con él, pero necesito verlo, por favor— dijo casi en un ruego.
—Lo siento, pero si una cita previa no puede ser atendido— se disculpó la mujer.
Callen inclinó la mirada mientras la desesperación comenzaba a controlar su cuerpo y sus piernas comenzaron a debilitarse.
No tardó en desplomarse hacia el suelo mientras era invadido por un fuerte dolor de cabeza.
—¡Señor Tous!— llamó la mujer, pero Callen no podía dar una respuesta.
La mujer golpeó la puerta del consultorio del doctor repetidamente.
—¡Doctor Neila!— llamó la mujer mientras volteaba la mirada ocasionalmente hacia Callen.
Y recuerdos que no sabía que tenía, comenzaron a rondar por su mente en pequeños fragmentos.
—Tomaré lo mismo que el hombre junto a mí— pidió la mujer al bartender al tiempo que le regalaba una mirada coqueta— ¿Cuál es tu nombre?
—No necesitarás saberlo.
—Ante tal misterio, solo hay dos posibilidades, eres alguien de solo una noche o un asesino despiadado— comentó lo último con diversión.
—¿Cuál probabilidad crees que sea?— interrogó en el mismo tono de broma.
—¿No estamos ante una respuesta clara?
—En ese caso, aloquemosno esta noche.
Y Callen comenzó golpear su cabeza repetitivamente.
—¡Basta!— pidió con desesperación mientras sus manos comenzaron a temblar.
Y más fragmentos comenzaban a invadir su mente.
—¿Qué tal si jugamos a un juego?
—¡Qué divertido!
—¿Un juego?
—Te quitas la mascarilla y si te reconoce inmediatamente entonces le concedemos una muerte lenta y dolorosa, si no lo hace, de todos modos lo asesinaremos porque para entonces habría visto tu rostro, pero podemos ahorrarle dolor y concederle una muerte rápida.
Para cuando el doctor Neila se acercó hasta Callen, este se encontraba en posición fetal mientras continuaba golpeando su cabeza para alejar aquellos fragmentos.
—¡Callen!— oyó a la distancia.
Y de pronto, una imagen se formó en su cabeza.
Se encontraba en un largo pasillo en el que pudo observar puertas a los costados. Caminó hacia una de las puertas y un nombre se encontraba en ella.
"Liv Gatius"
Callen observó la puerta con temor y dio un paso hacia atrás, pero regresa sobre sus pasos para intentar ingresar en la puerta pero es en vano, no puedo ser abierta. Vuelve a dar un paso hacia atrás para seguidamente avanzar hasta la puerta que se encontraba frente a la actual y otro nombre se encontraba escrito en ella.
"Ashey Chay"
Nuevamente vuelve a tomar el pomo de la puerta para intentar ingresar en la puerta pero no habia forma de abrirla.
Caminó hasta la siguiente para encontrarse con otro nombre.
"Lua Basil"
Con su mano temblorosa, tomó el pomo de la puerta y con lentitud comenzó a girarla. Al abrirla, la oscuridad le dio la bienvenida, sin embargo, el paisaje frente a él comenzó a iluminarse hasta observar una calle familiar.
Callen se adentró en la habitación y la puerta tras el, se cerró, sin embargo, al girarse, podía continuar viendo la puerta.
Regresó la mirada hasta la calle familiar y de repente un edificio frente a él, se iluminó por completo.
"Bar Moon"
Podía leerse a la distancia.
Callen observó su alrededor con detenimiento y la calle familiar, era en donde se ubicaba el bar.
Caminó hacia el con pasos lentos, sin entender nada al respecto.
¿Por qué se encontraba allí?
Un sonido lo distrajo momentáneamente.
Callen buscó el origen del sonido y al buscar entre sus prendas, encontró un teléfono celular.
El origen del sonido, era un mensaje.
Presionó sobre el mensaje que provenía de un número desconocido.
"¿Me recuerdas?"
Callen observó el mensaje con extrañeza, ni siquiera había un nombre en el, ¿cómo podía recordarlo si no sabía de quién provenía el mensaje?
Una idea vino a su mente y volvió a girarse hasta la puerta.
"Lua Basil"
—¿Lua Basil?— repitió.
Volvió a llevar la mirada hasta el móvil y busco en el calendario, en que día se encontraba.
"05/03...02:00 de la madrugada"
—¡¿Cinco de marzo?!
Y a lo lejos percibió a una mujer con un vestido rojo que se dirigía hacia el bar.
—¿Lua Basil?
Callen aceleró sus pasos y la mujer se perdió dentro del lugar.
Imitó la acción de la mujer y se adentró en el bar.
El sitio estaba lleno de personas y con la mirada miró a su alrededor en busca de la mujer a quien vio entre la multitud. Mientras intentaba hacerse paso entre las personas continuaba con la vista hacia la mujer, quien finalmente se detuvo en la barra de tragos para seguidamente tomar asiento junto a un hombre que llevaba una gorra.
Callen intentó acercarse hasta la barra, pero algo más llamó su atención.
El hombre que atendía la barra no tenía rostro, se movía como si nada, pero en el lugar de rostro solo podía ver su lisa piel.
—Tomaré lo mismo que el hombre junto a mí— pidió la mujer al bartender al tiempo que le regalaba una mirada coqueta— ¿Cuál es tu nombre?
Y sintió como el hombre formaba una sonrisa, una sonrisa que le erizó el cuerpo.
—No necesitarás saberlo.
Y eso, al parecer, le resultó divertido a la mujer porque soltó una risa en respuesta.
—Ante tal misterio, solo hay dos posibilidades, eres alguien de solo una noche o un asesino despiadado— comentó la mujer con diversión.
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Editado: 21.08.2022