Muero hoy entra la oscuridad de mis sábanas
Mientras siento el filo de tu desprecio atravesando mi cuerpo como una daga afilada
Se que estas ahí, más no escuchas por que tu alma no desea hacerlo, se cerró Hace mucho y sin notarlo yo quede fuera
En el atroz frío que embarga la desolación de la ausencia de tu mirada
Y ahí en el territorio hostil de tu desprecio suplico por tu amor aunque sé que no existe
Suplico por piedad aunque se que no la darás
Suplico por tu mirar y se que tu vista jamás volverá hacia mi nuevamente
Me abandonaste hace tanto que mi percepción del tiempo se ve distorsionada y maltrecha
Solo se que deseo irme pero mi corazón aun cree que estas ahí y mis piernas se niegan a moverse
Permanecer aquí hasta el final de mis días y se que cuando terminen no me recordará nadie, ni siquiera tu
pues solo seré un eco en tus recuerdos y mi nombre jamás lo pronunciaras
mi ser se pudrirá bajo la sombra de tu olvido y el frío féretro de tu abandono
y mi epitafio serán las penas que me dejaste
el día en que decidiste irte y quedarte.