Sonrisas y Lágrimas

Capítulo 20 II Azul

Era como ahogarse y decirle a cualquiera que se acercara, “Aléjate de mí, no te quiero cerca, ¿Acaso no ves que me estoy ahogando?” Una frase que carecía de un sentido mayor que el de la locura. Incluso tenía el salvavidas a unos escasos metros de distancia, en lugar de nadar hacia él había optado por nadar para alejarme de él. Quería sentir como me ahogaba durante un tiempo, después solamente debía nadar hasta allí, estaría bien mientras no lo quitaran y yo no decidiera que no quería ser salvada.  

¿Y si lo decidía? 

Entonces siempre me ahogaría y eso, de alguna forma, me tranquilizaba. Estar ahogándose, a veces, era mejor que estar flotando. 

Respiré de forma pesada. Esto del búnker no estaba nada mal. Era dedicarse a existir. Repetir lo mismo una y otra vez como un disco rallado, de vez en cuando los sonidos del exterior me recordaban que había otra opción, No dormía, había noches en las que me sentaba frente al espejo y no hacía más que mirarme una y otra vez, como si de esa forma fuera a poder encontrar la diferencia. Era algo que se sentía no que se veía. Dicen que si miras tu reflejo durante más de diez minutos en el espejo comienzas a ver cosas que no están ahí, monstruos, yo no veía nada, solo a mi misma, primero pensé que era mentira y entonces, mientras veía como cada día el retrete se llevaba las dosis que debería haber tomado, caí en la cuenta de que quizás yo fuera el monstruo. Al principio quería dormir, pero cerrar los ojos y dejarme ir resultaba imposible, la gente que se ahogaba, por lo general, luchaba por no hacerlo. 

Era un efecto colateral. 

Era como si mi cuerpo me dijera a mí misma, “¿Te estás viendo? Juegas con agua, no todos los ahogados son salvados.”  

¿Qué sería peor, jugar con fuego o con agua? 

Cada día tenía menos fuerzas y me centraba más en observarme en el espejo. Hasta que llegó el momento en el que me sumergí por completo, lo último que recuerdo ver fue el salvavidas del que yo misma había huído a lo lejos y no intenté nadar hacia él, nunca lo intenté. 

Había decidido ahogarme. Siempre decidía lo mismo. 

 



#7422 en Joven Adulto

En el texto hay: pasado, odio, compartir piso

Editado: 14.03.2021

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