No reconozco con presiciòn que emociòn tengo en este momento, es muy raro. Haber, el jefe, mi jefe, le ha dicho a una mujer de su pasado que evidentemente le hizo mucho daño, que yo soy su novia. Yo! ¿Porque?.
-Lo siento- Se noto algo nervioso- Es que me puso en una situaciòn muy complicada.
-Pero no entiendo jefe- La verdad es que no entiendo nada de nada- Cuàndo alguien te insiste demasiado en una pregunta y teniendo el caràcter que usted tiene- Levanta la mirada y la clava en mi.- Simplemente se le dice : ¡Que te importa!. - Me pongo pensativa- A menos que le importe la opiniòn de esa persona.
Sea como sea la historia del jefe y la señora "perfecta", esta situaciòn me hace entender que al jefe aùn le afecta lo que ella pueda pensar.
-¿Puedo confiar en usted?
-Eso no lo determino yo jefe, eso lo debe determinar usted, entonces, cree que este bello y leal ser- Le digo mientràs me señala con ambos dedos pulgares- merece su confianza?- Me sonrie. Esa sonrisa que me hace dudar si esta vida es real o un bello, bellisimo sueño.
-Creo que puedo confiar en usted. Muy bien.- Respira como si estuviera a punto de contarme la receta de Coca-cola.-Le contarè la historia que tuve con Isabella...
----Horas despuès---
Estuvimos conversando por varias horas, creo que esto esta yendo muy bien. Aunque ahora siento que detesto a Isabella. Siento que la detesto, como pueden existir mujeres asì, con razòn el jefe es tan, tan... Don hielo. Probablemente estarìa igual si me hicieran algo asì.
Salimos de la pastelerìa y estamos caminando, yo cuando salì de la pastelerìa estaba como. "Jefe, pero ahì esta el auto" Pero despuès de lo que me contò quiero que estè consentido en todo, si quiere caminar a pesar que su auto carìsimo esta al costado, pues caminemos! Pero esta en silencio desde que salimos, fue como si adentro hubiera sido capaz de expresar lo que siente y aquì otra vez se congela con sus emociones. Serà por el frìo? Pues como dicen a romper el hielo.
-Jefe!
-Que?
-Esta haciendo un frìo horrible.- Se queda en silencio- Que hasta congelo sus emociones jajaja- Me observa serio y despuès de dos eternos segundos me regala una leve, levìsima sonrisa.
-Sabes? Eres muy inteligente.- Lo dice de una manera que me hace dudar si es un cumplido.
-Obvio jefe, ¿A caso no se habìa dado cuenta?
-Jaja claro que no.- Wao es la primera vez que se rie, y ni siquiera fue un chiste, que hasta me duele.
-Tiene una hermosa risa jefe. Pero ya en serio, no. No soy inteligente.
-Aùn no lo sè. Pero ya. Quisiera hacerte una pregunta.- Es la primera vez que tenemos una conversaciòn algo fluida.
-Digame!- Sonè muy entusiasta
-Pues, desde que te conocì me pregunto algo...- No pues peor que escritor de novelas de misterio.
-Ya jefe! Sueletelo! Soy un libro abierto, pregunte lo que sea.
-Pues, porque eres muy alegre? Siempre estàs feliz, y contagias tu alegrìa. En verdad eres tan feliz?- La conversación se pone un poco seria, pero más que seria, reflexiva.
-En realidad jefe, soy una persona con un pasado muy fuerte, para mí fue díficil salir de eso. Pero gracias a todo eso aprendí muchas cosas sobre la vida. La felicidad.
-La felicidad?
-Haber jefe, para que me entienda, que cree usted que es la felicidad?
Se pone pensativo, estamos caminando por un avenida y hay un banquillo a unos 10 metros, caminamos lento, esta con sus manos en los bolsillos de su pantalon, y hace un frío fuertísimo.
-Pues, sería conseguir lo que he anhelado por varios años.
-Y que es lo que anhela, jefe?
-¿No le parece que eso no debe preguntar?- Me observa
-Lo- lo siento jefe, es que...
-Solo estoy bromeando.
-Así que si sabía que es bromear?
-Claro, no toda la vida fui un "Don hielo"
-Ay! Jefe...
-Crees que no te escuche las tantas veces que me has llamado así?
-Pues, en mi defensa lo digo con cariño jefecito- Le doy la sonrisa más tierna que puedo.
-Ven- Camina hacia la banquilla que vi, y Gracias Dios!! Los pies me estaban matando. Se sienta y yo al costado- Pues mi anhelo, es demostrar que puedo lograr todo lo que me proponga ya que considero que no existen imposibles.
- Jefe, y piensa desgastar su vida en demostrar a la gente, la cuál no estrán con suted cuando su vida y su juventud se hayan esfumado. Además en mi apoinión, jefe, usted ha demostrado mucho más de lo que cualquier persona puede conseguir.
-No es suficiente. Pero si considero lo que me dicen, así que para mi es necesario que este proyecto de Luna Azul salga bien.
-Si jefe, y verá que sale bien. Y también puede aprovechar ese viaje de inevrsionistas que harán a las playas donde van a construir.
-Si, precisamente de eso queria conversar.
-No debe decir nada, yo soy un muy buena asistente, por lo cuál ya estoy pensando como liberar su agenda.
-Gracias, pero sé que mi hermano Ángel me ayudará con todo eso. Y necesito que usted vaya conmigo a ese viaje.
-¿Cómo?- Debí bañarme dos veces hoy, hasta estoy oyendo mal las cosas.
-Necesitaré de tu ayuda en esos días, a mi hermano no le gusta viajar.
-Pero jefe, ese es un viaje a diferentes playas en diferentes países, y yo apenas tengo para el bus de mi casa al trabajo.
-Sería un viaje de negocios, el costo corre para la empresa. Tu jefe será lo que sea, excepto, tacaño.
-Pero con eso que le dijo a la señorita Isabella... No cree que empezaría a sospechar.
-Por eso, usted se hará pásar de mi novia.- Bueno, eso es una salida muy fácil.
-Pero jefe, que pasará si la señorita Isabella entra a la empresa y sabe que soy su asistente.
-Eso no pasará.
-¿Como está tan seguro?- Se queda en silencio, seguramente no lo pensó.- Solo lo sé.
-¿Intuición masculina?- Me sonrie.
-Creo que, que usted fingiendo ser mi novia será muy divertido.
-Bueno, si es así, entonces hay que hacerlo. Para que usted recuerde la diversión.
-Ya. -Un suspiro- Es una bella noche.- Mira hacia el cielo, relajado, como nunca antes. También veo el cielo, esta azul, hermoso, también lanzo un suspiro.
-Los días han pasado rápido, ya falta dos días para el compartir con los empleados.
-Ah, cierto!
-No me diga que se olvido?
-Pues si, se me pasó. Despejaré mi agenda.
-Ya está hecho- Digo con suficiencia mientrás seguimos viendo el cielo.Y por el rabillo del ojo veo que me observa.
-¿Cómo?
-Ya he liberado su agenda para ese día.
-Realmente eres eficiente, inteligente, alegre...
-Ya jefe! No me diga esas cosas, que me las creo y será peor para usted.
-Peor para mí?
-Es que si soy tan eficiente, debería pedir un aumento, no?