La verdad

Paty al ver al joven mirarla con casi adoración no pudo evitar preguntarse qué le sucedía, incluso se lo iba a preguntar pero opto por callar lo que estaba pensando y continuo comiendo su desayuno hasta que dejo que el propio Alex se llevara la bandeja con los trastos sucios a la cocina mientras ella se levantaba y caminando a pies descalzos avanzó hacia la ventana para mirar hacia afuera sobando su pequeño vientre el cual aun no se le notaba sin percatarse de que Alex ya se encontraba nuevamente dentro de la habitación contemplándola con una suave sonrisa en su rostro.

- Mi pequeño bebe… si supieras cuanto lo amo… Alex es un grandioso chico el cual logro cautivarme siempre, es y será mi amor platónico, alguien que esta fuera de mi alcance… Podría confesarle lo que siento pero…- Cerro sus ojos y dejo que algunas lagrimas se escurrieran de sus ojos para rodar por sus mejillas-… Tengo miedo, miedo de que el no corresponda mis sentimientos, de que solo se sienta atraído por mi triste historia y además bebe… ¿Cómo alguien como él podría estar con una chica que tiene una princesa y un bebe en su vientre?- Con un suave suspiro se volteo dispuesta a ir al baño a asearse cuando vio a Alex mirándola con una expresión muy extraña en su rostro que Paty no supo identificar.

- ¿M-me escuchaste hablar…Todo?- La joven se quedo perpleja en su lugar notando como Alex sin decir nada se fue acercando lentamente a ella, como un león queriendo atrapar a su presa.

- Podría burlarme de que a veces hablas sola, mi princesa… -Susurro quedamente estando muy cerca de ella, llevando su mano a la mejilla de la mujer acariciándola tenuemente-… Pero escuche lo suficiente como para saber de que mis sentimientos son correspondidos… Jamás pensé que podría amar a una chica como tú, y no me malinterpretes por haber dicho eso… Es solo que yo… digamos que era un mujeriego empedernido y llegaste tu a cambiarlo todo, para bien- Se fue acercando aun mas a la muchacha bajando un poco su vista a ella mirándola fijamente a sus ojos demostrándole con estos de que estaba hablando en serio y de que no estaba mintiendo.

- Alex…- Ella se quedo pasmada con una sonrisa algo tonta en su rostro, esta no era de dar el primer paso pero se dejo guiar por sus sentimientos asi que se alzo de puntitas y rodeando el cuello de él se acerco lentamente hasta que sus labios hicieron contacto con los de él cerrando sus ojos, demostrándole también de que ansiaba con todo su corazón besarlo de la manera de que lo estaba haciendo. Poco a poco el beso se volvió apasionado sintiendo como el propio Alex la tomaba entre sus brazos y la dejaba reposar en la cama acostándose al lado de ella con una suave sonrisa en sus labios.

- Eres una chica increíble Paty, lo que me atrajo, gusto y enamoro de ti no fue tu “triste historia”- Hizo comillas con sus dedos- sino la perseverancia para salir adelante cueste lo que cueste de todo lo malo que te paso junto a ese otro… Te hiciste de rogar… ¿eh?- Con aquellas últimas palabras le dio a entender de que él desde hacía rato de que tenia sentimientos muy profundos por ella, pero que esta, con toda la vida dura que le había tocado pasar lo había hecho de alguna forma “esperar” hasta ahora claro está.

Paty, que en ese momento se había mantenido callada, se sonrojo y se acurruco en el pecho de este soltando un sonoro suspiro entrecerrando sus ojos- L-lo siento…- Murmuro logrando que Alex soltara una ligera carcajada y la acurrucara aun mas en su pecho hasta que esta de pronto cayó nuevamente a los brazos de Morfeo con una sonrisa boba en su rostro y Alex al notar aquello sonrió de medio labio acariciando los cabellos de ella mirando hacia afuera y perdiéndose entre los arboles de Forks.

Aquel día Paty se levanto un poco más tarde de lo habitual debido a la falta de sueño y al poco rato de la siesta matutina que lo hizo acurrucada en los brazos de su “amor platónico” y que cuando despertó este ya no se encontraba allí lo cual entristeció un poco a la menor; Con un vestido turquesa Paty se presento a comer al comedor donde ya la estaban esperando la gran mayoría de la familia; Exceptuando Ness, Jake, su pequeña y Alex; Los tres primeros estaban en la playa mientras que Alex no se sabía dónde estaba, quizás de “caza” pensó la joven.

- Se te ve un poco mas repuesta mi niña- Alabo Esme pasándole la fuente con ensalada haciendo a la joven sonreír mientras tomaba el cuenco color azul lleno de lechugas, tomates y diferentes tipos de alimentos fríos los cuales Esme o Alice siempre los aderezaba con Limón, Sal y aceite de oliva y que eran lo favorito de la joven.

- Si… anoche me quede pensando hasta tarde…- Miro de reojo a Bella y Edward quienes la miraron algo extrañados pero que no dijeron nada-… Lamento no haberte ayudado con la jardinería…- Recordó al poco tiempo después meneando la cabeza, ya que hoy iba a plantar algunas flores nuevas en el patio de la mansión junto a Esme y que de seguro la misma mujer al ver la ausencia de la joven ya las tuvo que haber plantado con ayuda claro está.

- Tranquila linda, otro día me puedes ayudar- Le sonrió la mayor mientras “comía” el almuerzo junto al resto del clan, Paty no respondió nada, sino que solo se digno a comer de su plato y la visita de anoche la volvió a perturbar comenzando a pensar o más bien a darle vueltas al asunto pero no llegaba nada concreto a su mente causándole una especie de “caos mental”; Si bien ella podría estar feliz porque finalmente Alex le corresponde a sus sentimientos  Paty aun sentía que algo le faltaba para que su corazón estuviera plenamente y era de que la pequeña conversación de anoche le hizo darse cuenta de que el paradero de sus padres aun era un completo misterio y luego de comer ella iría a la biblioteca del pueblo a buscar más información “¿Acaso eso te ayudaría?, ¿Cómo sabrás que buscar allá?, Piensa bien lo que estás haciendo… ¿Acaso sabes los nombres de tus padres?” Su conciencia la hizo replantearse la idea no dándose cuenta de que el resto del clan Cullen ya había abandonado el lugar, quedando solo ella, Bella y Edward quienes la miraron en completo silencio con aquella extraña mirada que nuevamente la joven no pudo identificar.