Capítulo 1

Bostece mientras caminaba rumbo a la escuela. Eran aproximadamente las 7:50 y las clases comenzaban a las 8, así que tenía tiempo de llegar. Debía hablar con él director y así pedir mi horario de clases.

A pesar de que las monjas te daban educación básica, siempre faltaban cosas que aprender y según la madre superiora, las escuelas podían proveer aquellas enseñanzas.

Esa mujer a pesar de ser gruñona, era muy sabia.

Una vez cruce el enorme arco que daba al jardín de la escuela, me apresure a llegar a la entrada de la misma. Cuando di un paso más, cadenas negras vinieron hacia mí de la nada. Lo único que pude hacer fue esquivarlo lanzandome hacia un lado.

Mi mochila fue la unica que sufrió daño alguno, pues fue atravesada por las dichosas cadenas. Rápidamente me levante alejándome de ellas. Mire a mi al rededor, tratando de ver al culpable pero en ese momento comenzó a nevar...

--¿que... Sucede?-- retrocedí despacio chocando con un banquillo que adornaba el jardín.

--¡por fin te encontramos Athena!-- escuche. Al voltear a ver al dueño de dicha voz me encontré a un hombre con una armadura negra. Su casco parecía el de un dragon. --¿sabes? Las noticias vuelan y que Saori Kido haya muerto ¡y tú tomes su lugar! Fue algo que nos llegó bastante rápido...ahora que no estas protegida, podremos deshacernos de ti y darle esta gran noticia al santuario.

Mi cuerpo comenzó a tiritar. ¿de que estupidez estaban hablando? ¿Athena? mi nombre era ____.

--¡¡están confundidos!!-- grite. --Mi nombre no es Athena!

--pequeña tonta-- hablo otro totalmente distinto, su armadura aun era negra, pero su casco simulaba a un cisne , este se encontraba en otro punto del jardin. Lo que me gustaría saber ahora es...¿porque nadie sale a ayudarme? --No somos idiotas, al menos creímos que serias mas valiente que negar tu existencia. 

--Con un cosmos tan notorio, no era muy difícil encontrarte-- hablo otro, su casco era similar al de un caballo. 

--Aprovecharemos y te mataremos, de esta forma Ikki y el santuario estarán contentos-- comento un ultimo que era quien tenia aquellas cadenas negras.

maldición...¡ni celular tenia como para pedir ayuda a alguien! y si comienzo a pedir ayuda a los del colegio, puedo poner en peligro a todos. ¡que no soy athena joder! Miraba a cada uno de ellos sin parpadear si quiera. Me mataran...


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En la mansión Kido por otro lado, los caballeros de bronce junto a Mu se mantenían en la sala, acompañados del báculo de Athena, según la misma Saori, cuando Athena volviera a la vida, el Báculo, que simboliza el mando de la tierra, iría con su dueño. Por lo que esperaban cualquier reacción de este. El cuerpo de la señorita Saori, era revisada por un forense de la fundación.

--dinos Mu, ¿cuando volverás a Grecia?-- pregunto Seiya. --Saori antes de marchar-- apretó los labios. --Se encontraba preparando un viaje al santuario, quería hablar con el propio patriarca acerca de todos los ataques que anteriormente tuvimos-- levanto la mirada hacia el dorado de Aries.

--Planeo volver con la mismísima Athena.-- respondió tan calmado como siempre. --ella es la única que puede detener este problema que a tantos caballeros a llevado a la muerte-- observo el báculo a la vez que fruncía el ceño. Esto alarmo a los demàs que tambien llevaron sus miradas a este. 

El dichoso báculo que se encontraba acostado en una mesa, ahora estaba de pie emitiendo un cosmos poderoso. 

--Atentos caballeros-- advirtio Shiryu. 

De un momento a otro, Nike(nombre del báculo) salio por la ventana a una enorme velocidad lo que hizo a los caballeros ponerse en guardia. 

--Siganlo!-- grito Shun. 


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El caballero del cisne, caminaba hacia mi a la par que yo iba retrocediendo. Los demás solo reían. De fondo solo pude escuchar un "mátala ya cisne negro!" trague saliva con dificultad hasta que "cisne negro" levanto su puño, de él, salia una horrible aura o que se yo, pero me daba muy mala espina mas de lo que ya me a dado todo esto...

--ah!-- grito golpeando su puño contra mi, y sin llegar a tocarme, una gran ráfaga de viento salio absolutamente de la nada. Por instinto cubrí mi rostro, pero luego de un rato, no sentí nada. --¡¿Que?!-- le escuche decir. --¿¡como llego aquí?!-- lentamente abrì mis ojos, viendo una especie de palo con un extraño adorno en la punta. De el brotaba aquella misma aura, pero esta vez era calida y me abrazaba por completo. 


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Poco a poco me acerque, mis pies se hundían en la nieve, pero poco me importaba la verdad. Al estar lo suficientemente cerca lo toque y una luz cegadora apareció. Aquello por supuesto me obligo a cerrar mis ojos por unos momentos. Solo por unos pocos segundos para volverlos a abrir. Aquellos caballeros negros sudaban ligeramente , y estaban retrocediendo lentamente. 

--¿que es esto?-- pregunto uno. --Su cosmos esta completamente lleno de amor sin una pisca de odio pero me hace sentir...asustado.

--Ella es un dios ¿¡que esperabas?!-- le regaño el del casco de pegaso. --debemos cumplir con lo que nos dijo Ikki.-- volvieron a mirarme. Apreté fuertemente este...Báculo cuando una mano se coloco en mi hombro. al voltear hacia atrás, un hombre, también con una armadura -esta era de tono dorado- 

--Lacayos del santuario, retírense!-- hablo. tenia una voz tranquila. Pero al ver como influyo en aquellos caballeros negros, me hizo sentir con seguridad. 

--Mu! sabes bien cuales son las ordenes del patriarca, si la proteges estaras contra el santuario!-- grito el de casco de dragón. 

--Mi deber como caballero dorado, es proteger a Athena, sin importar que es lo que el santuario desee, ahora largo! contra un caballero dorado, no tienen posibilidad alguna, menos contra un dios-- apretó ligeramente mi hombro.