Ylani
Adivinen quien no sale de su cuarto desde hace dos semanas ¡si yo! después de ver al chico que me gusta como los bombillitos de navidad y un portal de hojas voladoras no quiero salir, bueno solo para la escuela y evito siempre el camino que pasa por allá, solo es por prevenir claro está.
Como diablos paso eso, ¿qué es él?, no sé si sea verdad lo que vi pero él...Dios mío debo estarme volviendo loca pero la paranoia es tanta que camino y siento que aquel chico saldrá de un portal de hojas de la nada frente a mí para exterminarme.
No exageres ylani, ni que fuera el exterminador de un mundo de máquinas y que después de matarte te diga "hasta la visa baby".
Aunque no me molestaría el "baby".
—Estas segura que no quieres ir ylani,—insiste papá —es el cine te encanta ir al cine —mi padre lleva horas tratando de convencerme pero no iré, ahora que hay internet menos.
—Mejor me quedo papá. —no aparto la visa de mi celular.
—¿Segura?... —alarga la última letra.
—Sí, —respondo —vete tranquilo. —aseguro y de paso lo adorno con una sonrisa para que se vaya tranquilo.
—Pero... ¿segura?, —este hombre no se rinde —te vas aburrir. —en códigos no me quiere dejar sola en casa.
—No importa —le doy una sonrisa amplia para tranquilizarlo.
Cuando estaba segura de que papá y toda la familia se había ido de casa, me levante para ir a la cocina y poner palomitas a cocinar en el microondas. Quiero mi propio cine personal lejos de que un chico de bombilla llegue acabar con mi existencia.
Quiero vivir para ser la tía soltera y millonaria.
Por ende que mejor que una noche de películas para diversión solitaria en casa.
Aunque es mejor el cine, pero no saldré me niego.
Me senté en el mueble frente a la tele para buscar en netflix alguna película que llame mi atención y me haga olvidar la locura que pase y vi.
Les juro que hubiera pensado que estaba drogada si no fuera por el hecho de que por mi nariz no meto ni la harina del pan.
Después de buscar en todas las secciones de netflix encontré una de terror que llamo mi atención al instante.
"Muerte macabra tomo #1" el titulo capto mi atención y la descripción fue un ¡zas! de aprobación en mi cerebro.
Amo las películas de terror debo admitirlo, me encanta la emoción que causa en mí, como me hace sentir y experimentar que estoy dentro de la película, el miedo a lo que pueda pasar en cada siguiente escena; no sé cómo describirlo pero...es genial sentir el susto, no sé si solo yo amo esa sensación de peligro.
Obvio solo en película, se imaginan que llegue alguien de la nada a mi casa e intente matarme, carajo me hago del baño en el pijama de unicornio que traigo puesta.
Escuche el sonido del microondas sonar así que fui, saque las palomitas y eche en un bol impregnándome del olor maravilloso de estas.
Le di play a la peli y entonces comencé mi maravilloso viaje por el maravilloso mundo de terror y el corazón en la boca.
Iba por la parte de la tensión, una habitación totalmente sola la chica dando vueltas tratando de escapar de aquel psicópata de mascara blanca que quería atraparla, ella dio la vuelta en una habitación sola, escapo de esta por la ventana y se pasó a la siguiente donde estaba una señora.
Me tembló el pulso cuando vi que la señora que ella creía que la iba a ayudar también quería matarla. Que mala suerte se trae esta encima.
—¡Corre no seas pendeja! —entre un puñado de palomitas en mi boca aun mirando la pantalla atenta.
Ay no el tipo está detrás la va a matar.
No...no... no...
Grite de emoción y miedo al escuchar la puerta abrirse.
La familia había llegado.
Me levante del sofá para dirigirme a la puerta y restregarle a papá que estaba viendo películas de terror sin él pero...pare a medio llegar al ver al chico de la biblioteca entrar a mi casa mire su mano derecha que portaba mis llaves y el miedo me invadió la cuerdas vocales y cada partícula de mi cuerpo.
Me va a exterminar.
Me va a decir "hasta la vista baby".
—Tú-tú —lo señale nerviosa —¡largo de aquí!—le grite cuando encontré mis cuerdas en lo más profundo de mi pendejes.
No te hagas del baño —me dije para mí misma.
—Debo hablar contigo, Ylani —camino hacia mí a paso rápido entonces me fui corriendo escaleras arriba.
Me entre a mi habitación y puse el seguro para que no pueda entrar. Me matara, acaso es algún extraterrestre que quiere succionar mi cerebro.
No quiero que succionen mi cerebro eso sería una crueldad y podría ver mis mayores vergüenzas se reirían de mi los extraterrestres allá arriba si vieran mis recuerdo de la vez que entre un lápiz de color en mi nariz, no...no.
—Ylani abre —su voz salió pausada.
Demasiada calma eso es peligro.
—¡No! —le grite a la puerta como si fuera él.
El seguro de mi puerta se quitó, entonces entre en pánico como nunca ¡El llavero tiene las llaves de mi cuarto aaah! Hice presión con todo mi cuerpo a la puerta obstruyendo su entrada, era una lucha de fuerzas.
Pero al final yo perdí la batalla de la puerta, pero no la guerra.
Tomo la almohada de mi cama y cuando él entra lo bombardeo con golpes de almohada acompañadas de mis gritos de guerra. El trata de cubrirse de mis golpes con la mano, pero le es imposible con tantos que le lanzo.
En un movimiento rápido y el cual no pude persuadir, caemos en la cama con él encima mío.
Explicación para que mi propio cerebro lo capte.
Yo debajo.
El encima
Fragancia deliciosa.
Tal vez no es tan mala idea dejar que succione mi cerebro.
¡Despierta Ylani te estas escuchando!
Trato de empujarlo, pero él es rápido tomando mis manos por encima de mi cabeza haciendo que mi blusa de oso se me suba y que la piel del abdomen me quede descubierta, su tacto hace que mi estómago se caliente y mis mejillas se enciendan con la posición.