'Donde quiera que vayas, necesitarás la salvación del guapo dueño de la torre. Estoy muy cansado estos días'.
Él suspiró profundamente. Como si fuera algo realmente agotador.
De alguna manera su rostro se tornó áspero por un momento.
Lo extraño fue que incluso su rostro tosco era atractivo.
'Enviaré el carro a Marquis mañana. Llévalo a la torre de la ciudad'.
'¿Por qué no me cuentas más?'
'Te explicaré mañana cuando vengas. ¿estas realmente curiosa?'
'Si'
'Bien. Entonces solo piensa en mí hasta que llegues a la torre. Entonces sabrás mis intenciones. '
Zión se inclinó cerca de mi oreja. Luego susurro de manera que podía sentir su el calor de sus palabras.
'Estaré esperando'.
Un pequeño escalofrió nació en mi oreja.
Oh, de alguna manera, creo que estaba un poco emocionada.
* * *
El carruaje en el que viajaba tomó un largo camino hasta la capital, y luego se metió por un camino en el bosque deshabitado.
Miré el exuberante sendero del bosque que podía ver desde la ventana del carruaje.
Como recompensa por el material que Zion había hecho en los últimos tres años, ¿Es realmente un intercambio equivalente pretender ser amantes?
(nota de la traductora: posiblemente, así como ustedes quedé, no supe en qué momento le ofreció tal ¡intercambio? Luego revisando me di cuenta de que me había saltado un pedazo del capítulo anterior, pero ya lo solucione, mejor lean el final de este capítulo, que allí lo explico mejor J)
¿Por qué Zión derramó una botella de vidrio que contenía sustancias tan preciadas que se derramaban de forma tan inigualable?
La coincidencia era un poco extraña.
Porque el Zion en la novela original, era un hombre muy minucioso.
No podía entenderlo muy bien, pero intenté comprenderlo.
Lo importante para mí en este momento es no ser el enemigo de la Pagoda. (los hechiceros de la torre)
Pensar tan profundamente me hizo doler la cabeza.
El carruaje que seguía un camino forestal se detuvo.
Salí del carruaje y limpié mi frente.
Había pasado poco tiempo desde que había tomado un baño, pero ya tenía mucho sudor en mi rostro.
Mirando hacia el cielo, el sol de verano brillaba intensamente, tanto que perturbo mi visión.
De alguna manera se sentía más caliente que ayer.
'Hace calor'.
Fue en ese momento que una gota de sudor bajó.
'Es un sol duro para la belleza'.
Miré a Zion sin saber cuándo había venido.
Había llegado en silencio y llevaba una camisa blanca holgada similar a la de ayer.
Sin embargo, parecía brillar.
Su cabello, que no estaba ordenado, se deslizaba en la brisa de verano como en una película.
Se veía tan guapo hoy.
'Hola'
'Sí, hola'.
Zión me saludó y me hizo señas para que lo siguiera.
Seguí su espalda y vi la torre frente a mis ojos.
La Imaginero robusta y cubierta de piedras, pero la torre en realidad era una mansión ordinaria. El nombre de la torre era tan incoherente.
Antes de que llegara Zion, la torre no era nada. Fue el quien lo convirtió en lo que era hoy en día, por esa ellos inclinaron su cabeza ante él.
En ese momento, el hecho de que él era el dueño de una fortaleza llegó tarde.
Pregunté detrás de su espalda:
'Zion, ¿estás trabajando en la botella que rompí?'
Él respondió naturalmente.
'No'
'......'
Erica No seas tan recta. No digo las cosas tan a la ligera. Si pretender ser mi amante, yo haré mi trabajo perfectamente. Confía en mí ".
Había una fuerte convicción en las palabras de Zión. Así que no tuve más remedio que creerle.
'Sí, te creo'.
Respiré con un poco de alivio. Me alegré
Así que subimos las escaleras.
Zión se adelantó un paso y comenzó a hablar.
'¿Pensaste en mí ayer?'
'Quizás'.
Le respondí bruscamente.
Tenía mucha curiosidad por qué Zion me pidió salir con él
Pero cuando regresé a Marquis anoche y me recosté en mi cama, rápidamente me quedé dormida. Estaba cansada
El último pensamiento que tuve justo antes de quedarme dormida es tristemente, Leo llorando.
Pensar que un hombre tan duro como la madera derramó lágrimas por mi...
¿Cómo era la cara llorosa de Leo?
Leo, a quien conozco, siempre parecía indiferente y a veces tenía una sonrisa lenta.
Por lo tanto, no podía saber cómo sería esa expresión en su rostro.
Era algo difícil incluso de imaginar.
Mi pensamiento no continuó. Porque Zión continuó hablado.
'Te hablaré del porqué, tal y como te lo prometí'.