TASIA

—¡Ayuda!

Abrí los ojos de golpe y desperté en un lugar extraño.

Observo cada centímetro de la habitación, es muy lujosa, me hace recordar a esas ilustraciones de novelas sobre la habitación de la realeza, solo que este parece de una chica. Por mis rodillas se encuentra una sirvienta durmiendo, parece haberme cuidado. ¿Como lo se? pues no creo que este trapo frió en mi frente ni los tantos pomos que se encuentran en la mesa del al lado sean decorativos. 

Intento zafarme de las mantas mas no resulto, la termine despertando.

—¡Señorita!¡Al fin despertó!

¿Señorita? ¿Yo?

—¿Señorita?—pregunto débilmente.

Espera, ¡¿Esta es mi voz?!

—Señorita, nunca creí que la fiebre fuera tan fuerte—responde preocupada secándose unas pocas lagrimas.

—Si—digo esta vez calmada— Perdona ¿Como te llamas?

La maid se desplomo frente mio, ¿Acaso dije algo malo?

—Margaret, el duque pregunta por la señ—dijo una voz abriendo la puerta para luego detenerse —¡Margaret!¡No se te permite descansar!

¿Descansar? creo que ellos tienen un contexto muy diferente sobre descanso y estar inconsciente.

—Creo que se desmayo—propongo al ver al mayordomo tan sorprendido.

—Ya veo, ¿Se encuentra bien?—pregunta al parecer evitando lo que dije.

—Si.

—Bien, dentro de media hora usted deberá de dirigirse a la sala para hablar con el duque, deberá de explicarle del por que desacato su orden.

¡Bien! no solo no se donde estoy, ni quien soy, si no que debo explicar algo que no se, ¡Que buenas noticias!( ¿Notaron el sarcasmo?)

Un dolor punzante me empezó a invadir, recuerdos, imágenes cortas, no mías, o al menos eso puedo suponer, si no de la dueña de este cuerpo. Una dulce, inocente, indefensa niña que siempre sonríe; ese tipo de actitudes me caía mal, no porque fuera mala, pero es que parecía una damisela que de seguro en algún futuro conseguirá su príncipe azul.

Me recuerda tanto a Tasia Overl, esa protagonista no me cayo ni con agua, la única razón del porque seguía leyéndolo era por el personaje secundario. Ella era la típica protagonista que era interés amoroso de casi todos los chicos de la novela, y del único que no lo era fue Astorn Klim, el hermano mayor del villano de la historia con el peor pasado de entre todos, se entendía del por que la mayoría de los fans lo amaban, entre ellos yo. 

Tasia, Tasia...espera ¿Como me llamo?

—Un favor ¿Me lo puede hacer?¿Verdad?

El mayordomo me observo por un momento dudoso; ahora que lo observo bien es un joven albino que lleva lentes ¿Sera para lucir o por que los necesita?

—¿Que tipo de favor?—pregunto a la defensiva.

—¿Como me llamo?

Se produjo un silencio largo, incomodo por cierto ¿Dije algo mal?

—Tasia Overl, hija del duque Ernel Overl, nieta del rey Constaren Overl.

Solo pregunte por mi nombre no que me contaras mi vida, ¿Acaso tenia que ser mas directa?

Pero supongo que eso puede esperar, por ahora el problema es...

—¿Puedes retirarte?

—Claro señorita, aunque normalmente usted lo ordena.

No respondí, solo quería que se retirara, espere en silencio hasta que al fin quede sola.

Supongo que no hay nadie, solo agarrare una almohada y me la llevara a la cara y...

—¿¡POR QUE DIOS MIO!?¿¡PORQUE DE ENTRE TODOS TASIA?!

Y así me quede ese día gritando, echando humos, queriendo explicaciones del por que estaba en el cuerpo de la odiosa Tasia Overl.