Después de casi un mes deambulando por las mazmorras, tanto Norman como yo nos encontramos con nuestro limite. Sin ver la luz del sol durante mucho tiempo y el aguantar los pocos modales de ese idiota que tengo de compañero, me hacen dudar de si podre sobrevivir.
La oscuridad perpetua de los túneles, y los constantes sonidos de monstruos que circulan por las complejas redes de la mazmorra, hacen que esta misión se vuelve tediosa, y hasta podría ir ya a golpear a Hitler en la cara por ser un imbécil abusivo.
Avanzamos sin parar a través de la oscuridad, golpeando a bestias, monstruos, demonios de bajo nivel, haciéndonos paso a través del sitio.
Para evitar perdernos, nos tomamos descanso, extendemos sobre el suelo nuestro único mapa y Norman usa una bola de fuego como luz para descifrar la estructura de la mazmorra, y para nuestro pesar aun falta la mitad del camino.
La expresión de mi rostro es pésimo, aunque lo realmente terrible es la cara de Norman, casi como si su alma saliera por su boca y el tono de piel se empalidece.
No hay nada que hacer, solo resta seguir caminando, así que continuamos nuestro lento pero decidido paso. Luego de unas horas llegamos a una enorme cámara, cubierta por tiendas de campaña adornadas con huesos, tela, pieles, hasta con calaveras de animales, monstruos y humanos.
De nuevo mi expresión no es la mejor. Norman fuerza su vista para ver que sucede más a lo lejos, pero por la oscuridad es casi imposible distinguir.
Entonces crea una pequeña bola de fuego lo suficientemente poderosa para poder alumbrar al otro extremo.
Cuando la arroja ve como múltiples figuras se apartan, pero a medida que se acerca Norman y yo nos damos cuenta que estamos dentro de la base principal de los monstruos:
Meridithia: “No quiero decir nada, pero…”
Norman: “No…no digas nada…lo se…soy un idiota…”
Meridithia: “Me sacaste las palabras de la boca…idiota”
Reconociendo un poco su error, Norman se pone serio y extiende ambas manos de las cuales se forman bolas de fuego:
Norman: “Me haré cargo de ellos…eehmmm…creo que estamos en clara desventaja, considerando que el sitio es cerrado y no podemos ver nada” — dice con un claro temblor entre sus piernas
Meridithia: “Eres Oda Nobunaga, algo se te ocurrirá” — lo miro esperanzado
Estiro mi cabeza para ver el rostro duro de Nobunaga y una sonrisa forzada:
Meridithia: “Te sientes bien?”
Norman: “Jaaaa!! Soy Oda…Nobu…”— se detiene con la mirada fija en los monstruos
Meridithia: “AAAAHHH!! MIERDA!!” — exclamo tomándome la cabeza
Ante la falta de espíritu de Norman, me adelanto unos pasos con mis nudillos chocándose entre si y expulsando una radiante aura propia de mi elemento Luz.
La oscuridad sede permitiéndonos ver que clase de monstruos habitan dentro de la Mazmorra.
Aquellas criaturas resultan ser Goblins, pero de un color Oscuro, sus fauces están cubiertas de pura putrefacción, los ojos son color rojo intenso, y el físico de todos esta deformado mostrándose por ejemplo brazos mas musculosos que otros, algunos tienen dos cabezas inclusive:
Meridithia: “Que mierda son estas cosas?” — pregunto en shock
Norman: “Son Goblins Oscuros, antes eran ordinarios, como Qorglor o Antonio, pero fueron corrompidos por la sangre de los Generales Demoniacos de Antaño. Sus cuerpos y naturaleza se han vuelto retorcidas, a diferencia de los que conocemos, estos son mucho más salvajes y peligrosos”
Meridithia: “Ya veo, entonces…”— extiendo mis brazos— “Lo único que debemos hacer es golpearlos hasta la muerte, y subí aun más de nivel…”
Norman: “Algo así”
Meridithia: “A todo esto…”— miro de reojo a Norman— “Que te acaba de pasar? Estabas muerto de miedo y ahora estas bien?!?!”
Norman: “Jajajaja…ninguna criatura puede vencer mi espíritu” — ríe a carcajadas con orgullo
Meridithia: “Yo diría que con saber que son simples goblins recuperaste su espíritu…eres un idiota perdido” — pienso avergonzado de Norman
Norman comienza a conjurar sus hechizos de elemento fuego para crear bolas llameantes a grandes temperaturas, solo usando las palabras, sin ninguna varita ni siquiera su propio báculo.
Por un momento me había preocupado en vano.
Vuelvo a extender mis manos y respiro lentamente una y otra vez, hasta que centro mi mirada en las criaturas que empieza a avanzar de a decenas, contando un total de setenta de esas criaturas.
La situación me entusiasma tanto que recuerdo las habilidades obtenidas durante estos días. En total tres, pero muy interesantes para usar:
Meridithia: “Muy bien…usemos Primero esta…”— cierro mis ojos y me concentro completamente hasta que una voz en mi cabeza anuncia la activación de la habilidad
“HABILIDAD EJECUTADA: INTIMIDACION”
Entonces mi cuerpo es rodeado por una sombra oscura, y en donde se encuentra mi boca, da forma a unas fauces color rojizo. Mi monstruosa transformación causada por la habilidad provoca temor entre la mayoría de los goblins Oscuros, solo algunos valientes continúan su paso:
Meridithia: “Creo que puedo usar la siguiente…”
“HABILIDAD EJECUTADA: DEMONIO EN MINIATURA”
Sin darme cuenta, mi cuerpo incremento su tamaño hasta llegar a medir cinco metros.
Norman no cree lo que ve y deja escapar sorprendido:
Norman: “Santo dios! Una loli Gigante!!” — grita sorprendido al verme tan enorme y a la vez temeroso cuando me escucha reír como todo un gigante— “Se ha vuelto loco! Jaaaa jajaja!!” — grita entusiasmado
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Editado: 26.10.2023