¡¿soy una maldita loli?!

Capítulo XVI: Empiezan los verdaderos problemas en este mundo maravilloso

Después de descansar un poco más, guardamos nuestras cosas y caminamos hasta donde pudimos avistar al Golem.  Llegamos entre la oscuridad a un enorme domo cubierto por otros túneles, y en el centro una enorme criatura con forma humanoide, pero en lugar de piel cientos de capas rocosas lo cubren:

 

Meridithia: “Rayos… ¿esta cosa es el enemigo?” —pregunto en voz baja, pero con sorpresa de que tengamos que derrotar a la criatura

Norman: “Si, un golem varias veces más fuerte que nosotros” — se muerde la puta de los dedos, mostrando su preocupación

Andrya: “¿Cuál es el plan para vencerlo?”

Norman: “Normalmente deberíamos ser mas de cinco aventureros…digo…si queremos salir bien de aquí y con la piedra… ¿huh?”

 

De repente, Norman escucha unos extraños sonidos proveniente de las paredes, hasta que se da cuenta de que algo no esta bien, por el silencio, y el que el Golem no se haya movido durante varios minutos:

 

Norman: “¡MALDICION! ¡TODOS METANSE DENTRO DEL DOMO…RAPIDO!”

 

Los tres corremos lo más rápido posible hacia dentro del domo, mientras giro la mirada y veo como enormes picos de roca se forman dónde nos encontrábamos hace momentos:

 

Meridithia: “Pudimos haber sido nosotros” — pienso con el rostro pálido, imaginando que nos salvamos por muy poco

Andrya: “Después de todo, es una criatura de alto nivel” — dice retrocediendo un paso

Meridithia: “Norman, ¿sabes algo que nos pueda ayudar?”

Norman: “Pues…siendo una criatura de este calibre, es muy difícil saber como podemos vencerlo. Pero es un golem de roca, y en su centro esta la piedra, si reducimos sus movimientos y capturamos su núcleo, tendremos una gran oportunidad”

Meridithia: “Déjamelo a mi…”— avanzo lentamente, mientras Norman intenta detenerme, con rostro preocupado

Norman: “¡Espera…mocoso!”

 

El golem se voltea y nos mira, parado firmemente, preparado para lanzar rocas que se encuentran desparramadas en todo el lugar. Al ver las intenciones, Norman se prepara para arrojar una bola de fuego, como si estuviera jugando baseball:

 

Norman: “Maldito seas mocoso” — grita maldiciéndome

 

Con actitud reacio y un malhumor por la situación, Norman lanza con fuerza la bola de fuego, e impacta sobre el rostro del Golem, luego lanza otro ataque que da en el hombro de la criatura, y sucesivamente hasta hacer llover verticalmente un sinfín de municiones ígneas.

El rostro de Norman se torna diabólico, excitado y sonriente, como si el Oda Nobunaga volviera a adoptar su actitud tan legendaria. La sonrisa aumenta a niveles preocupantes. Para evitar algún daño colateral, corro hacia Andrya y lo ayudo a ocultarse detrás de unas columnas de tierra, mientras el imbécil de Norman continúa atacando sin control, destrozando las paredes, el cuerpo de golem que es descuartizado, y desde el techo caen pequeños escombros, mostrándose la delicada estructura que representa la mazmorra:

 

Meridithia: “Norman, maldito idiota. Deja de emocionarte o nos mataras a todos, bastardo hijo de…”

 

En ese momento escuchamos el sonido de algo que se acaba de quebrar, Norman detiene su ataque y cuando salimos de la columna, el nos mira con sudor cayendo a cantaros de su rostro, y una expresión como si un niño pequeño hubiera roto la vasija favorita de sus padres:

 

Meridithia: “¿Qué sucedió? ¿Te encargaste del Golem?”

Norman: “Yo…si…”— mueve sus ojos, intentando no chocar con los míos

Meridithia: Dime ¿qué has hecho?” — le pregunta sospechando de que algo malo sucedió

Norman: “No querrás saberlo” — sonríe muy incómodamente

 

Cuando miro al Golem, noto que sus restos permanecen de pie, pero sin vida, ya no hay magia que lo haga moverse, al acercarme comienzo a sospechar del motivo por el que Norman esta tan nervioso. Entonces observo con mejor detalle lo que ha pasado, y al darme cuenta, mi rostro cambia a un color blanco pálido, mi mandíbula cae, el sudor brota a montones y un largo hilo de moco sale de mi nariz.

Habiendo afrontado varios retos peligrosos, ninguno me estaba preparando para el mayor fracaso:

 

Meridithia: “No…no…no…esto no debe estar pasando…con un demonio” — murmuro junto al cuerpo del golem

Andrya: “¿Encontraste la piedra?”

Merditihia: “Podría decirse” — volteo y levanto mi mano mostrándole un fragmento de lo que fue la roca

Andrya: “Ah…”— responde con mirada fría y expresión de que morirán en cualquier momento— “¡¿¡¿AAAAAAAHHHH?!?! —grita con la misma expresión en su rostro, que cuando descubrí que la roca estaba destruida en partes

Meridithia: “Mierda…esto es demasiado…Norman…eres un idiota” — le digo molesto a un Norman

Norman: “Ya…no me regañes oneesan” — llora en una esquina, sentado de rodillas y llorando por su fracaso

Meridithia: “Lo peor de todo es que esta mazmorra no se ha destruido, lo que significa que el jefe no fue eliminado”

Norman: “Todo lo contrario, esta es una mazmorra que no se destruye con matar al jefe, sino que se regenera, inclusive este golem volverá a la vida, con otra piedra”

Meridithia: “¿Cuánto se tardaría? Quizás podamos emboscarlo”

 

Norman niega con la cabeza:

 

Norman: “Tardaría unos seis meses”

Meridithia: “Oh, rayos. Entonces debemos salir de…aquí” —miro que todas las salidas están tapadas por roca y tierra — “Las salidas están tapadas…¿cómo lograremos irnos de aquí?”




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