Hay promesas que tristemente son difíciles de cumplir. Y esta vez fue la primera que le falle al amor incondicional que le tenía al chico de mis sueños.
Cuando conocí a Juan Pablo, pude jurar que tal vez se trataba de él. Que de aquella manera tan icónica a la que se había cruzado en mi camino realmente significaba algo.
Maldita sea, aun me cuesta hablar de esto sin sentir que mis manos tiemblan y mi voz comienza a quebrarse.
Metí la pata, las cuatro de ser posible.
Pero su sonrisa, su manera de ser. La forma tan linda en la que me trataba. Nunca nadie había llegado tan lejos por mi amor como este chico me hizo creer. Hoy en día, incluso después de 4 años, aun lo vero pasar por la calle y siento esa necesidad de estar a su lado. Pero no lo puedo hacer, no puedo permitirme cruzar esa línea que forme el día que me canse de sus rechazos, el día en que me di cuenta de que tal vez el nunca me llego a amar como yo lo hice. Pero mirarte, tenerte cercas e incluso mencionar tu nombre, son tan suficientes para que la herida se abra de nueva cuenta.
Juanpa, tú me hiciste creer que era la única. Que de verdad me querías. NO tienes la menor idea de cuantas veces pase mirando las estrellas pensado que tal vez eras tú a quien debía permanecer fiel, ya que por un momento quise que fuera tu rostro el que estuviera en mis sueños. Cuando tú llegaste a mi vida, sentí que una luz se volví a prender de nuevo.
Yo enserio que te quería y tal vez fue mi peor error, ya que no había aprendido a quererme a mí misma. No entendía que el físico no era importante, pero cuando alguien como tu puso los ojos en mí, me pude sentir bonita después de pensar que era lo peor que había existido. Cuando mi madre me insultaba por mi peso, tus mensajes eran los únicos que me alegraban el día.
Cuando la mirada decepcionada de mi padre aparecía en mi mente, solo recordaba aquella primera vez que me enseñaste a bailar. Aquella sonrisa que me diste el día que Marcela intentaba coquetearte y tú me prestabas más atención. Es horrible depender de alguien, pero cuando nunca has tendió alguien de verdad muestre interés, es difícil no aferrarse.
Solo quiero que sepas que yo si te quería de algún modo. Aunque ahora me doy cuenta de que no era lo correcto.
Nunca jugué contigo y con Andrés.
Tal vez nunca me creas, pero al menos quería que supieras esto. Aunque tal vez nunca lo puedas leer.