Capítulo 79

Andrew

Las enfermeras y doctores me obligaron a volver a mi habitación. Mi herida se había abierto y tuvieron que volver a coserla. Les pedí a los chicos que hicieran lo posible por encontrar a Hailey, incluso, si era necesario, pedirle ayuda a Jordan.

—¿Cómo te sientes Andy? —preguntó la enfermera cuando era momento de cambiar mi venda.

—No me llames así.

La chica al parecer se ofendió ante mi comentario y se quedó callada por unos segundos.

—¿Te duele? —preguntó haciendo referencia a mi herida.

—¿Conoces al vocalista de Zach, Alfred?

Ella negó con la cabeza y yo bufé. La joven enfermera continuó cambiando mi venda con cuidado. Estiré un poco mi brazo para alcanzar mi teléfono celular y llamar a alguno de los chicos, pero a los pocos segundos de estirarme, sentí un terrible dolor proveniente de mi herida.

—¡No te muevas!

¿Acaso es retrasada? ¿Me lo dice cuando ya me moví de ida y regreso?

—¡Demasiado tarde, ya lo hice! —le grité furioso.

Intenté calmarme un poco, todo este tema de no saber qué pasa con Hailey me tiene loco. Me siento tan impotente estando aquí adentro, sin saber si ella está bien ahí afuera con ese loco. ¿Por qué tengo que estar aquí encerrado cuando ella puede estar en peligro?

Cuando la chica terminó de cambiar mi venda, salió de la habitación dejando la puerta entreabierta. Desde mi cama pude escucharla quejarse de mi actitud con alguien.

"Quiero que me cambien de habitación" fue lo que dijo entre llanto.

Amber entró corriendo hasta llegar conmigo.

—¿De verdad está desaparecida? —me preguntó a punto de llorar.

—Se fue al baño y no volvió —sacó su celular y comenzó a llamarla—. ¿Crees que no he intentado antes llamarla? Alfred se la llevó.

Amber cubrió su boca y comenzó a llorar, segundos después entró Devin.

—Nadie sabe nada de ella. Ni de Alfred. He estado llamando a Rae pero no ha respondido —dijo Devin.

Pasó el día entero y no supe nada de ella. Ni siquiera pude dormir por pensar en ella, incluso llamándola. A la mañana siguiente encendí el televisor por aburrimiento. Vi la noticia en los programas:

«Andrew Stone en el hospital por una herida de bala, ¿líos con pandillas? »

Lo apagué. No necesitaba más mierda.

Una nueva enfermera me informó que tenía una visita que necesitaba verme urgentemente. Tenía la esperanza de que fuera alguien con noticias de ella, o ella. Pero a cambio, sólo entró un rostro que no quería ver en años.

—Hola, hijo.