#19

Había mantenido un perfecto e impecable historial emocional que no solo había durado una o dos semanas, sino un mes completo, treinta días en los que no había caído ni una sola vez en las sensaciones que despertaban cada vez que el pelinegro se encontraba cerca, un largo y agotador mes en donde por primera vez era yo quien contralaba mi cuerpo y no el a mi, no importaba las veces que tuve que estar con Jungkook en la misma habitación no dejaba que ninguna de las sensaciones que despertaran dominara en mi y por primera vez en mucho tiempo pude sentirme poderosa al lado de el.

Era algo digno de recibir no solo un Premio cualquiera, sino, era digna de recibir un Grammy por el logro del año, sin duda mis acciones habían sido tantas que en mi imaginación me hacia recibiendo uno de los mas aclamados premios del mundo, cosa que terminaba en cuando miraba a la madre de mi ex-novio, la cual parecía encantada ante el regreso inesperado de la "novia" de uno de sus hijos, cosa que sin duda terminaba por reventar mi pequeña burbuja imaginaria.

—No puedo creer todo lo que me estas contando —Expresa con verdadera sorpresa después de narrarle los últimos acontecimientos, desde mi regreso a Corea —Sigo sin creer que ninguno de los dos me haya avisado de tu regreso —Acaricia mi cabellera con cariño antes de depositar un golpe sobre mi cabeza, quejándome de inmediato —Niños malcriados —Cruza los brazos como una pequeña en medio de uno de sus largos berrinches.

Ahí en ese momento un sentimiento de pesar y de angustia se instala sobre mi pecho al recordar los vagos recuerdos de cuando había hecho para juntarnos y así era como después de mucho tiempo me cuestionaba acerca de mis decisiones, me cuestionaba la veracidad con la que las había tomado e intentaba encontrar una respuesta o una salida que me llevara lejos de todas estas dudas que me invadían.

—Pero me alegra que hayas vuelto con bien —Su sonrisa es tan genuina como la de una madre, una madre que nunca había conocido, y que intentaba imaginarme cada vez que veía a las personas a mi alrededor, amelando algo que nunca había conocido pero que siempre había extrañado —Estas mucho mas hermosa que antes —Sonrió intentando alejar el sentimiento de tristeza que me invade, apretando mis puños sobre mis piernas para evitar que lagrimas resbalen sobre mi rostro, concentrándome en ella.

—Usted... me ha ganado —Alago con dificultad robándole una linda sonrisa que me hace regresar a mis cabales —Es mejor que regresemos, no queremos perdernos la deliciosa comida ¿verdad? —Me pongo de pie en busca de una salida a toda esta situación, una salida discreta para evitar decepciona a la madre de Jungkook, quien asiente con alegría antes de ponerse de pie.

—No hay necesidad de preguntar —Entrelaza sus mano sobre mi brazo y me atrae a ella con cariño —En verdad me alegra que hayas regresado —Vuelve a repetir con un brillo en su mirada, uno que me carcome lentamente —No se que hubiera pasado con mi hijo si no regresabas —Quiero decirle la verdad, mis boca cosquillea y mis palmas sudan como casi nunca lo hacen, pero me obligo a guardarme la verdad por el bien de ambos.

—Estaría perdido —Dejo salir lo que para mi parece ser verdad y media junto a una risita para lograr pasar desapercibida —Entremos —Comienzo el camino de regreso al lugar de donde he intentado alejarme desde el momento en que vi de que se trataba.

Música tranquila ambienta el lugar y las personas dentro de el parece pasarla demasiado bien como para darse cuenta de nuestra llegada y mucho menos de nuestra ausencia, así que me resulta mucho mas fácil para mi moverme entre la multitud de personas en compañía de la madre de Jungkook, quien se detiene un par de veces para saludar a un par de desconocidos que gracias a ella termino conociendo, antes de seguir con nuestro paso. Me cuenta algo que honestamente no escucho y a lo que simplemente asiento en respuesta antes de encontrar al padre de Jungkook, quien parece tener una conversación bastante alegre con el padre de Tae, quien en cuando se dan cuenta de mi presencia no dudan en saludarme con bastante cariño.

—¿Por qué no has venido a casa? —La madre de Tae pregunta con rapidez, poniéndome nerviosa ante la mirada atenta de los padres de Jungkook, quienes no parecen comprender que esta pasando —Tae nos dijo que habías vuelto a Corea y que estabas trabajando con ellos en un nuevo proyecto —Deseo que la tierra me trague cuando me doy cuenta en el verdadero problema que me estoy metiendo en estos momento —Fue hace seis meses que fuiste a visitarnos a casa, ¿no es así? —Busco con la mirada alguien que pueda ayudarme pero no encuentro ningún rostro conocido capaz de sacarme de esta situación.

—¿Se conocen? —La madre de Jungkook pregunta dándome mas tiempo para encontrar una solución para salir de esta situación.

—¡Claro! —La madre de mi mejor amigo no tarda en responder mientras da un par de palmaditas sobre mi espalda —Xia Lin es casi parte de la familia —Sus palabras me resultarían tiernas si me encontrara en una situación bastante diferente a la que me estaba enfrentando en estos momentos —No había vacaciones en las que nos viniera a visitar desde Australia —Intento detenerla pero lo hago demasiado tardo, pues las palabras, aquellas que escondía uno de mis mas grandes secretos, habían sido revelada por la mama de mi mejor amigo, quien aun no se daba cuenta de la situación en la que me encontraba.

—¿En serio? —Se que un largo cuestionamiento, seguido de un regaño por parte de la madre de mi ex-novio, esperaba por mi.

—¡Mama! —Tae pasa sus brazos por los hombros de su mama impartiendo un cálido y amoroso abrazo para ella —Hola —Saluda con educación a los padres de Jungkook cuando se da cuenta de ellos —Preciosa —Se dedica a decirme sin perder la oportunidad de guiñarme un ojo, causando una sonrisa sobre mi rostro.

—Bear —Lo saludo con el apodo que aprendí durante las visita a su casa, causando una linda reacción no solo de el, sino de su madre quien parece estar encantada al escucharme referirme así a su hijo.