Still With You / Jungkook (#7)

#22

¿Cuento tiempo llevo aquí?

Era la pregunta que me hacia cada vez que despertaba dentro de mi habitación y que por mas que lo intentara me era imposible responder por mas ganas que tuviera de encontrar la respuesta. Por la cantidad de iluminaciones que había podido observar por mi ventana podría decir que llevaba un par de horas, tal vez día en mi casa en lo que lo único que podía hacer era ir a la cocina por algo de comer y regresar a mi enorme cama donde me quedaba la mayoría del tiempo.

Los recuerdos de aquella noche me torturan con pesadez, las lagrimas se acumulan en mis ojos cada vez que los abro que me obligo a mi misma a mantenerlos cerrados durante el mayor tiempo posible, me mantengo inconsciente con la intensión de callar aquellas voces en mi cabeza que me hablan sin parar y detener por completo aquellos recuerdos que parecen tener vida propia.

Busco una salida a aquello que parece hacerme daño, busco una respuesta que soy incapaz de conseguir en la realidad y una valentía que se que he perdido durante el camino hasta aquí.

—¡¿Que mierda es todo esto?! —La voz irreconocible de Alan me hace despertar de mi pequeña siesta, encontrándolo sobre el umbral de la puerta de la habitación con un par de bolsas sobre sus manos que soy incapaz de deducir de que se trata.

—¿Qué haces aquí? —Mi boca es amarga y mis palabras demasiados roncas para venir de mi.

—¿Cómo que que hago aquí? —Mi pregunta parece ser una ofensa para el chico frente a mi, quien con un suspiro deja caer las bolsas sobre el suelo y se encamina hasta las ventanas de mi habitación abriendo las cortinas de un golpe segándome por un par de segundos ante la fuerte iluminación que entra del exterior —Te he venido a sacar de este maldito agujero —Me cuesta acostumbrarme a la nueva iluminación pero me cuesta mas ponerme de pie de mi enorme cama, la cual me es difícil de recordar la ultima vez que estuvo totalmente tendida.

—¿Quién te ha dicho que estaba aquí? —Cuestiono con dificultad antes de aceptar una botella de agua que se encarga de extender en mi dirección.

—Nadie —Responde sin dificultad mientras me encargo de vaciar todo el contenido antes de lanzar un suspiro de verdadero alivio —Todos se han creído la mentira que te has encargado de decir mucho antes de desaparecer  —Los recuerdos de la forma en la que me encargue de crear una mentira bastante creyente invaden mi memoria —Claro, todos excepto yo —No pierde su personalidad y por mas que me gustaría sonreír mis emociones no parecen estar totalmente de acuerdo con aquella idea.

—No estoy de humor —Le dejo saber a pesar de ser claramente consiente de que tal vez sea una de las primeras personas en saberlo sin ni siquiera habérselo dicho —Gracias por tus regalos —Me vuelvo a dejar caer sobre mi cama, tomando las arrugadas cobijas para tapar toda la luz que entra a la habitación.

—¡¿Que son esas mierdas de excusas?! —Mi pequeña barrera es arrebatada de un solo movimiento, quejándome de nuevo ante la iluminación —Deberías de bañarte en vez de estar quejándote por un par de rayitos de luz —No soy capaz de recuperar mis cobijas porque el se encarga de alejarlas lo bastante de mi como para no poder conseguirlo —En verdad apestas —Tapa su nariz en un gesto asqueroso como si en verdad fuera verdad —Tienes media hora para bañarte, ponerte este atuendo y salir a comer algo —Me da instrucciones como si fuera a cumplir cada una de ellas.

—No quiero —Le doy la espalda con claras intenciones de ignorarlo hasta que se vaya.

—Tienes treinta minutos, sino yo misma me encargare de meterte en el baño —Lo escucho salir de la habitación pero aun así me quedo en el mismo lugar intentando conseguir dormir tal y como lo hacia mucho antes de la llegada de Alan —¡Te quedan veinticinco minutos! —Lo escucho gritar desde la cocina antes de que el ruido de la televisión resuene con potencia sobre la estancia, echando a perder por completo mi objetivo —¡Veinte minutos! —La vuelvo a escuchar antes de que una canción de NCT suene al unisón de ella.

—¡No es cierto! —Me quejo mientras me pongo de pie de una vez por todas y después de un lo que parece ser un largo tiempo sin hacerlo —¡No han pasado ni siquiera dos minutos! —Mascullo haciendo un par de pucheros como una pequeña niña que es obligada a ir al escuela por su gruñona madre —¡Mentiroso de mierda! —Mi español fluye sin problema antes de entrar al baño, asegurándome de azotar la puerta en el proceso.

—¡Lo aprendí de ti! —Su español resuena con poder y sin dificultad en respuesta, recordándome que no solo yo era capaz de entenderlo y hablarlo, sino también el, cosa que había olvidado por un par de segundos antes de que me lo recordara.

—Como sea —Me encojo de hombros antes de abrir la regadera.

La persona que me observa desde el espejo es alguien diferente a mi, ella tiene ojeras bajo los ojos y su piel se encuentra tan pálida que es difícil describir si en verdad es que sigue con vida.

No puedo creer lo que mis ojos observar, así que desvió la mirada del espejo frente a mi y me doy a la tarea de quitar la ropa que trago conmigo antes de adentrarme a la regadera, donde el agua se encarga de despejar por completo mi mente y me hace suspirar mas de una vez ante su suave contacto. Todo parece ser mucho mas sencillo de lo que lo había hecho hace un par de segundos, parece que el contacto con el agua logra despejar mi mente de aquello que me seguía torturando sin piedad y me hace conseguir un poco de aquella valentía que parecía haber perdido por completo.

Por primera vez  todo parece ser mucho mas ligero cosa que me hace tomar el tiempo necesario para despejar por completo mi mente, para disfrutar de tan simple acción, dejándome llevar por el ambiente que suena al otro lado de la puerta, disfruto como parece no haberlo hecho en años.

—Pensé que no saldrías nunca —Alan me intercepta en cuando salgo del baño envuelta en dos pares de toallas —Me imagine que tal vez estarías tirada en la bañera muerta —Exagera como solo el sabe hacerlo, robándome una leve sonrisa que desaparece de inmediato —Pero después recordé que yerba mala nunca muere —Niego con la cabeza antes de caminar hasta la cama que reluce de limpia por primera vez en bastante tiempo y donde un conjunto descansa.



#352 en Fanfic
#4386 en Novela romántica

En el texto hay: romace, jungkook, jungkook y tu

Editado: 30.01.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.