Capitulo 1

“Al principio de todo”

   Lluvia, mi vida siempre ha iniciado con ella, nací en una madrugada de diluvio, él llego a mi luego de una noche de tormenta, y se me fue arrebatado durante una llovizna. Nunca preste atención de como la lluvia y las tormentas se entrometían en mi vida, lo veía como una casualidad, linda o fea, eso dependía únicamente de la situación.

   Pero aun luego de tantos momentos, no encontraba una razón lógica al porque ella siempre estaba ahí, no hasta después de aquellos sucesos.

   Empecemos por donde todo comenzó:

   Fue una tranquila tarde de verano, el aire soplaba suavemente y había algunas nubes grises acercándose, leía en un parque cerca de mi casa, me gustaba estar sola por aquel entonces, ahí fue cuando de repente un par de camionetas se estacionaron y de ellas, bajaron mis padres junto a unos señores de negro, me subieron a una de estas y me llevaron hasta un internado al otro lado del mundo (a ti sí que te gusta inventarte historias) y a ti te encanta joder mi existencia.

   Volvamos a empezar.

   Era un triste día de septiembre, curiosamente de las nubes caía una delicada lluvia, era raro que lloviera por estos días. Estaba en clase de química con mi mejor amiga, el profesor explicaba el por qué, no podíamos hacer metanfetamina y el riesgo de las drogas. Todo parecía indicar que sería otro aburrido día de clases, y cuando ya me había resignado ante la idea, sonó por los altavoces la “dulce” voz de una de las secretarias de la escuela.

-Señorita Stone, se le espera en la oficina del director.

   Antes que nada, ya sé, es un apellido muy común en Inglaterra. Me quedé sorprendida por el llamado, no he ido a ese lugar en un largo tiempo y no puedo evitar tener miedo por lo que se haya enterado, si de los bichos en el pastel de carne de la cafetería, o de la serpiente en los vestidores de chicos, o de la vez que descompuse la fotocopiadora, cabe decir que eso sí fue un accidente.

   Me apresuré a recoger mis cosas y con la cabeza en alto salí del salón, caminé por el pasillo con mi mochila colgando de un hombro y mi celular en la mano, pasé por los pasillos de la escuela, los cuales parecían enormes a la ausencia de alumnos. Al llegar, junté todo el valor que tenía y toqué.

   No pasaron ni dos minutos, cuando la puerta se abrió, salió de su interior la secretaria del director alisando su falda, ella me dejo pasar, (eso fue raro, ¿no crees?), bastante. Él estaba en su silla del otro lado de su escritorio.

   La oficina era bastante linda, era grande, tenía los muebles típicos, pero a mí lo único que me gustaba, era la vista, al estar en el último piso de la escuela y tener toda una pared de cristal, está era increíble.

-Siéntese por favor.

-Prefiero quedarme así- comencé a ponerme realmente nerviosa.

-Como deseé- reviso unos papeles que estaban sobre su escritorio, después de esto se puso bastante serio (creo que estas en problemas) creo que tu deberías ir a buscar algo que hacer.

-Señorita Stone usted…

-Le juro que yo no quería, me obligaron a echar los gusanos en el pastel de carne- mencioné rápidamente y al ver la cara del director, en la cual se podía leer horror y molestia, supe que no era por eso que me había llamado.

-No la hice venir por eso, es más, no tenía ni idea de que había sido usted, pero créame que recibirá un castigo por lo que ha hecho.

-Incomodo, bueno quitando lo que hice o lo que no hice- conteste sentándome- ¿para qué me hizo venir?

-El día de mañana el primer ministro y su hijo vendrá a las instalaciones y tengo planeado que usted le enseñe cada parte de esta institución- (¿no crees que la escritora va algo rápido?) no, creo que ella sabe lo que hace, ahora lárgate aún falta mucho de esta historia.

-Ajá y suponiendo que acepte, pasare todo un día con él, para que después misteriosamente se enamorare de mí, yo no aceptare al instante, daremos muchas vueltas al asunto y después de que casi muere alguno de los dos seremos novios, pero su padre hará que me secuestren y el me buscara por meses, cuando me encuentren el matara a su padre y viviremos felices, con un gran trauma, y dos hijos.

   El director se quedó muy quieto, respiro profundamente y puso sus brazos sobre el escritorio- Eso solo pasa en las películas, señorita es necesaria su cooperación.

- ¿Y mejor por qué no se lo pide a Nicolette?,. Digo, ella es presidenta del cuerpo estudiantil, además de la mejor alumna de esta institución y tiene mejores modales que yo- dije subiendo mis piernas al escritorio del director y restándole importancia al asunto, provocando que él se eche hacia atrás recargándose en el respaldo de la silla.

-La señorita Johnson estará con el primer ministro, y después de todo lo que aconteció el ciclo anterior, debemos tener en alto el nombre de la escuela- baje las piernas y me moví algo incomoda, mire al director seriamente.

-Bueno, supongamos que lo hago, porque en esta sociedad la reputación lo es todo, ¿no? - dije sarcásticamente-. ¿Qué gano yo? - pregunte poniendo mis brazos en el escritorio.

- ¿Piensa chantajearme?