Henry me habia ofrecido ir a si apartamento si aun no queria volver al mio, asi que acepte sin chillar; Cuando llegamos al apartamento, era muy lujoso y gigante, era mucho más espacioso que el nuestro, me senté en el sofá café que tenía en la sala de estar mientras él nos servía café.
-Te gusta-me preguntó
-si, es hermoso-le dije mirando a mi alrededor
-sabes, no creo que sea el momento, pero no puedo esperar-dijo sentándose a mi lado- Sabes Hania, esa vez que te dejé, cuando te dije todas esas tonterías, yo,estaba...
-no lo digas-le interrumpi, no quería escuchar eso nuevamente.
-lo siento, tendrás que hacerlo, para que me puedas entender-dijo dejando el café en la mesa de vidrio que teniamos enfrente- no dije esas palabras por que quisiera decirlo, si no que fue una condición que me puso Ester para que te dejará tranquila-dijo tomando mis manos.
-¿Qué estas diciendo?- dije sorprendida
- Ester me amenazó, diciendo que le contaría a todos sobre tu familia y que te destruiría, ella sabía por lo que estabas pasando y como tú familia era, con discusiones, peleas y todo lo demás, yo sabía qe si los demás se enteraran no te dejarian tranquila y lo único que tenía para salvarte era diciendo todo lo que dije y todo lo que sucedió-dijo mirando el piso.
-Porque no me lo dijiste antes-
-Hania, se que es difícil de creer, pero es verdad, no quería decirte por que no sabia como ibas a reaccionar, me había prometido a mi mismo que apenas me titulará y fuera médico, te buscaría y traería a mi lado, antes de encontrarnos en el hospital, viaje a nuestra antigua ciudad a buscarte y ver como estabas, pero cuando fui a tu casa tus padres me dijeron que te fuiste y no sabían nada de ti desde hace un par de meses, sentía que las palabras que me decían tus padres me comían por dentro, intenté buscarte aquí pero es muy grande, incluso estaba perdiendo las esperanzas, hasta que nos vimos en el hospital gracias a tu amiga-.
Estaba sorprendida, molesta, feliz y triste eran muchos sentimientos, no sabía que responder o como reaccionar, ¿debería creer?, y si ¿miente de nuevo?, ¿podré confiar nuevamente en él? eran muchas preguntas las que me tenía que contestar y no sabía por donde empezar, sobre todo por que me quería a su lado.
-Se que es difícil,pero es la verdad, en estos últimos años nunca te pude olvidar, lo intenté una y otra vez, pero cuando te vi en el hospital me di cuenta que no, te sigo queriendo como la primera vez, déjame demostrarte lo que en verdad siento, ¿sí?-
-Yo, Henry, esto es muy raro, vienes un día a decirme que todo fue una farsa y me pides una oportunidad ¿como quieres que actúe?-le dije soltandole las manos
-Para mi tampoco es fácil, pero te lo demostrarte cueste lo que cueste-
-Está bien- fue lo último que alcanze a decir,antes de sentir como sus manos tomaban mi rostro y lo acercaba al de él, cuándo sentí sus labios sobre los míos no pude evitar cerrar los ojos con fuerza, años atrás soñaba con ese beso, era el beso que siempe quise cuando lo vi por primera vez, era como si algo dentro de mi estuvo esperando toda su vida por eso, relaje mis manos que las tenía apretadas sobre mis piernas y comencé a disfrutar el beso. Al principio era dulce y tierno pero luego se volvió un poco fuerte, me agarre a su camisa para seguir el mismo ritmo de él, cuando nos separamos por falta de aire me quedo mirando y sonriendo, con esa sonrisa que puede matar a cualquier chica, lo mire por un instante para saber si en verdad eso había sucedido, si no era un sueño, Henry sólo sonreía y me daba besos cortos los cuales sólo tocaban mis labios.
-Comenzaremos desde cero-dijo acariciabdome una mejilla.
-Si- dije sonriendo.
Ya era tarde y Henry no me dejo ir a casa, asique escribí un mensaje al grupo que tenía con las chicas diciéndoles que me quedaria con Henry por esa noche, no pareció agradables mucho la idea pero era mejor que ver a Coltón con sus ideas narcisistas; me acosté en la habitación de Henry y él se fue a la habitación de invitados, le dije que yo podía dormir allí pero no me dejo. Cuando me desperté en la mañana lo busque por todas partes sin encontrarlo, estaba completamente sola en ese gigante apartamento; busque mi ropa para poder cambiarme hasta que la puerta de la habitacion se abrio, dejando ver a Henry con tres bolsas de tienda.
-toma te compré esto para que te cambies- dijo dejándolas en el piso.
-No deberías molestarte, si me debía duchar e ir a cambiarme ropa a casa-le dije mirando las bolsas.
-Es algo que quise hacer, toma ve a cambiarte, las chicas deben estar preocupadas-dijo tendiendome las bolsas.
Las tome y me dirigí al baño, cuando termine de ducharme me envolvi en la toalla que Henry me había pasado antes y comencé a fisgonear entre las bolsas, en una había un hermoso vestido con un tono pastel verde agua, con un hermoso encaje en la parte superior y manga tres cuarto, que se acentuaba por unos lindos vuelos al terminar estas, en la otra habían dos pares de zapatos, un par eran unas hermosas ballerinas del mismo color que el vestido y el otro par era de tacon de color rosa pastel, y en la última bolsa, había un caja mediana muy linda, cuando la abri, no pude dudar en colocarme roja por la vergüenza, la cerré y la volví a abrir pensando en que podía cambiar pero lamentablemente este no es un serie de televisión que pueden cambiar las cosas por arte de magias, cuando ya asumi que no cambiaría lo que había en la caja levante el sujetador y la pantaleta los dos eran de color claro y muy bonito, y para terminar eran de mi talla,como podría ser que Henry lo supo, acaso él, no pude evitar pensarlo y crucé mis abrazos al la altura de mis pechos haciendo una "X", no puede ser posible, Henry no sería capaz de eso,me decía a mi misma.Cuando termine de dar vuelta todos mis pensamientos, decidí cambiarme y salir, la única diferencia es que me puse los zapatos bajos, Cuando salí Henry estaba sentado en la sala de estar con el control entre las manos.
-estoy lista-dije mientras me acomodaba el vestido
-te ves hermosa-dijo levantándose del sofá
-enserio no debiste molestarte, sólo tendría que haber ido a buscar mi ropa-le dije sonriendo
-pues tomalo como un regalo por nuestro primer día de novios-
-¿Qué?, ¿nuestro que?-dije acordándome por lo que sucedió en la noche
-ya nos besamos eso quiere decir que aceptas, pues vamos-dijo tomando mi mano y las bolsas que traía,-vamos a buscar tus cosas y a dejar estas otras, en la noche saldremos a cenar a si que recuerdalo-dijo mientra llegábamos al auto.
-Está bien, vamos o si no llegaré tarde a clases-.