Su nombre es Lisa West

Capítulo 56

Lucas estaba en el hospital, sus padres permanecían a su lado, pues no lo han dejado solo desde que llegaron. Aun no ha dado señales, ni nada, pero se cuenta con su declaración para poder atrapar al maleante que cometió tan brutal acto. Todos contaban con que él se recuperara, pues ya llevaba más de dos semanas en el hospital y todo continuaba igual.

Sus padres estaban dolidos, heridos por lo que había pasado con su hijo. Hanna había llegado a la ciudad, ya tenía cuatro meses de embarazo y su abdomen comenzaba a notarse lo suficiente como para darse cuenta de que esto era real. Ella había ido al hospital, y se había pasado unas cuantas horas cuidando a Lucas, porque sus padres habían salido a comprar algo para la comida.

Ella le contaba sobre su historia de cuando empezaron a salir.

Recuerdo que tú siempre salías con Lisa y eso me hacía poner muy celosa, ella estaba enamorada de ti, pero luego yo pensaba que por alguna razón u otra tú me habías elegido a mí para estar contigo, no a ella. Sé que la quería mucho, demasiado y a veces sentía que la querías más a ella que a mí, pero aquel hermoso día, ese hermoso día que me pediste que saliéramos, yo, yo simplemente no sabía qué decir. Todo era tan lindo, tan mágico y perfecto que parecía ser una ilusión y no la realidad. Recuerdo que ese día salimos para el cine y vimos esa película que los dos odiábamos tanto. Pues, desde ese día, aunque no te lo haya dicho, ese día aquella película se convirtió en una de mis favoritas, porque con ella tengo el recuerdo más lindo de todos.

En unos pocos meses nacerá nuestro bebe, sí, es una hermosa niña, está creciendo y comiendo mucho, ella quiere conocer a su papi, escucharlo… Ella te necesita Lucas, y yo necesito que estés aquí conmigo y aunque sé que miles de cosas pasaron y aceptaste que lo intentáramos una vez más, solo quiero que seamos felices y que seamos la mejor versión de nosotros, para que nuestra pequeña nazca en un ambiente saludable y feliz. No digo que tiene que ser perfecto, pero solo quiero que sea real. Que estés conmigo porque quieres estar conmigo, porque quieres estar cerca de ella, no porque eso es lo que tienes que hacer. No quiero que sea una obligación estar conmigo, sino que sea un deseo, que tú lo quieras de verdad para que podamos crecer y alimentar cada vez más ese lazo familiar que esperamos construir conforme vaya pasando el tiempo y nuestra familia vaya creciendo. Eres importante para mí, eres increíble, cuando me llamaste aquella última vez que estuvimos juntos algo me decía que más allá de lo que sentíamos nos uniría y aquí estoy, llevando conmigo el inicio de nuestra hermosa familia. Espero que todo se nos de cómo lo deseamos, que todo sea como tiene que ser y que hagamos lo correcto siempre ella sonríe mientras sujeta las manos de él.

Hanna se había ido a tomar una siesta a el hotel donde se estaban quedando los padres de Lucas, había pasado mucho tiempo cuidándolo y su estado físico no la ayudaba mucho ya que se la pasaba agotada, durmiendo y hambrienta.

Sus padres estaban felices por la llegada del nuevo miembro, aunque la madre de él no estaba muy contenta de que la madre de la niña sea Hanna, sabía que era una chica alocada, aunque se ha ido comportando estos últimos meses, parece que el embarazo la hizo madurar y por fin creció. Pues era muy infantil para algunas cosas, pero demasiado astuta para otras. Y eso era lo que desconcertaba a la señora Fisher.

Aun no era la hora de comer, pero esas costillitas olían muy bien, tanto que le abrieron el apetito al señor Fisher.

Su aspecto desaliñado, su cabellera alborotada y aquellas arrugas cicatrices del tiempo que le ha pasado por encima, lo caracterizaban como un hombre de edad avanzada. En cambio, la señora se pavoneaba de un lado a otro mientras caminaba, bastante elegante y de espíritu joven, por eso se llevaba estupendo con su hijo que había salido a su madre. Con esa mirada picara y esa sonrisa elegante.

Los tentadores olores a papas fritas derribaron su dura fortaleza, haciendo que también empezara a devorar la comida. Mientras que su hijo se encontrada postrado en una cama.

La televisión encendida en las noticias solo hablaba de los nuevos acontecimientos que se daban en el estado:

—Se han detenidos unos hombres que entraron en una tienda y se iban a ir sin pagar —era la noticia de ese momento.

Ellos no prestan atención a lo que dice la reportera y solo tratan de digerir la comida.

En esos momentos llega Hanna a la habitación, ella entra y los encuentran comiendo a los dos.

—Vaya, vine a unírmeles a ustedes —dice ella mientras pone una bolsa sobre el asiento —también traje algo de comida, traje para los tres, pero si quieren pueden comérsela más tarde cuando les dé abre.




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