Capítulo 12

Nunew jaló su largo abrigo más cerca. Se sentía expuesto, casi desnudo, y lo estaba. Había sido interesante venir con este equipo. Nunew sabía que iba a volarle la cabeza a Zee.

Nunew llevaba un largo y muy elegante abrigo que le llegaba hasta la mitad de sus espinillas. Para el observador normal, parecía que debajo llevaba una camisa bonita y un par de pantalones. De hecho, la camisa de vestir estaba cosida en el abrigo y los pantalones comenzaban en las rodillas y colgaban de tirantes. Aparte de eso, Nunew no llevaba nada.

Cuando las puertas del ascensor se abrieron en el piso de Zee, Nunew respiró hondo y salió. Se acercó a la mesa de Jessie y se sentó en el borde. —Hey, Jessie, ¿está el jefe?

—Está en una reunión ahora mismo, pero debe de terminar en pocos minutos —dijo Jessie—. ¿Quiere que le mande un aviso para hacerle saber que usted está aquí?

—No, voy a esperar —sonrió Nunew—. Pero tienes que cancelar todas sus citas para el resto de la tarde.

Jessie se echó a reír. —Lo juro, el hombre nunca hará ningún otro trabajo más.

—Pero él es feliz.

Jessie sonrió. —Sí, él lo es, más feliz que lo que lo he visto nunca, gracias a usted.

—Lo amo —dijo Nunew simplemente. Para él, no era necesaria ninguna otra explicación. Eso, más o menos, lo decía todo. Zee Pruk era su marido, el amor de su vida. Era su deber y privilegio, hacer que el hombre fuera tan feliz como pudiera.

—¿Alguna noticia acerca de su padre?

Nunew hizo una mueca, sintiendo su burbuja feliz desinflarse un poco. —Lo condenaron a tres años de prisión y lo sacaron de su cargo en el Senado. Mi madre se divorció de él y huyó con su contador y todo su dinero, y mis hermanos no quieren tener nada que ver con él.

—Podría hacer al tipo más agradable —sonrió Jessie.

—Sí, eso mismo pienso yo.

—¿Qué pasó con ese detective?

Nunew podía escuchar el disgusto en la voz de Jessie. Se sentía más o menos de la misma forma en lo que al detective David Kim concernía. Nunew odiaba al hombre.

—Se le pidió educadamente al agradable detective la renuncia.

—¿La renuncia? —exclamó Jessie—. ¿Eso es todo? ¿Después de lo que hizo?

Nunew se encogió de hombros. —Argumentó que los golpes físicos fueron porque Zee se resistió al arresto y trató de interferir con sus deberes como oficial de policía. Los otros dos policías lo apoyaron en eso.

—¿Y su pequeño comentario a la gente en la celda acerca de Zee?

—Nada que pudiera probarse —dijo Nunew. Sintió que su enojo por la situación de hacía tres meses empezaba a resurgir y respiró hondo para detenerlo—. Había sólo unas pocas personas en la celda, y estaban borrachos o no querían declarar en contra de un policía. Es la palabra de Zee contra la suya.

—¿Así que es eso? ¿Él sólo pierde su trabajo? — preguntó Jessie.

Nunew asintió. —Más o menos. Zee aún está considerando una demanda civil. Max está alentando el asunto. Dice que la gente como el detective Kim tiene que pagar por sus abusos de poder. Ellos están aquí para protegernos, y él sólo quería la gloria personal.

—Bueno, ¡duh! —resopló Jessie . 

Nunew se rio entre dientes. — Bueno, después de que la prensa descubrió su relación con las acusaciones falsas del Senador contra Zee y comenzaron a hacer investigaciones sobre él, supongo que ese tipo de cosas se volvieron contra él. No se ven tan bien a la luz de las cámaras de la prensa.

—Entonces, ¿Cómo se siente acerca de todo esto? — preguntó Jessie—. Me refiero a lo de que su padre vaya a la cárcel y todo eso.

Nunew se encogió de hombros. —Creo que al final, el detective Kim recibirá exactamente lo que merece. Él quería sus quince minutos de fama. Y los consiguió. En cuanto a mi padre, trató de herir a Zee. Espero que se pudra en el infierno. —Él se rio más que Jessie—. Pero yo no estoy amargado ni nada.

Nunew se rio cuando Jessie rodó los ojos. —Sí, claro.

—No, realmente no lo estoy. Creo que él ha causado un montón de dolor y angustia, y por fin todo se dio la vuelta para morderlo en el culo. Él trajo todo esto sobre sí mismo. Si me hubiera dejado en paz, si nos hubiera dejado en paz a Zee y a mí, nada de esto habría sucedido. Nunew se encogió de hombros. —Además, tengo a Zee. Yo salí ganando en todo esto.

En ese momento la puerta del despacho se abrió y Zee salió con otros dos hombres. Nunew se puso de pie y esperó a que Zee lo reconociera. No pasó mucho tiempo en que lo hiciera. La sonrisa en el rostro de Zee cuando vio a Nunew , hizo que cualquier malestar que pudiera haber sentido al estar desnudo debajo de su abrigo se desvaneciera.

—Liebling —exclamó Zee. Nunew tomó con gusto la mano y el beso que Zee le ofrecía—. Señores, este es mi marido, . Nunew, te presento a Steven y Bruce Barrett. Son dueños de una empresa de comercialización que se hace cargo de algunas de nuestras cuentas.

—Hola —dijo Nunew.

—Sr. Panich —dijo uno de los hombres mientras estrechaba la mano de Nunew—. He oído cosas maravillosas acerca de usted de su marido. Y tienes razón, Zee, él es precioso.

Nunew sentía su cara arder de vergüenza. Zee , el grandullón, sólo se rio cuando les dijo adiós a los dos hombres. Se giró y miró a Nunew, la curiosidad escrita en su cara.

—¿Qué te trae por aquí hoy, Liebling?

—Me compré un traje nuevo y quería tu opinión al respecto.

—¿Ah, sí? — Nunew podría decir que la curiosidad llevaría a Zee a la locura.

—Originalmente iba a venir con el bóxer que tú querías pero no podía encontrar ninguno que me gustara. Luego me encontré este abrigo. — Nunew  giró en un círculo— . ¿Qué piensas? — Nunew podía ver a Zee tratando de ocultar su decepción.

—Es muy bonito, Liebling.

—No estoy seguro de que vaya con estos pantalones, aunque... — Nunew desabrochó el cinturón, agarrando los extremos de la chaqueta antes de que cayera abierta y revelara su sorpresa—. Yo quería conocer tu opinión.