Capítulo 41

Se quedaron en la sala de espera. Ninguno tenía hambre ni ganas de irse. Lili estaba muerta de sueño pero no le importaba. Las horas fueron pasando y no tenían ninguna novedad sobre Hortensia hasta que el medico les dijo que podían pasar a verla de a uno. Primero paso Victoria, estuvo solo un rato ya que se puso muy nerviosa al ver a su madre inconsciente  y con todos esos cables. Se sentó a su lado, le dijo lo mucho que la amaba, acaricio sus manos y le dio un dulce beso en la frente. Después fue el turno de Lili a quien la ansiedad la carcomía, ingreso en la habitación y apenas la vio a Hortensia se puso a llorar. No veía ningún signo de vida hasta que vio que el monitor de ritmo cardiaco que marcaba claramente las pulsaciones del corazón de Hortensia. En ese momento Lili se tranquilizó, se acercó a la cama y le dio un suave beso en los labios de Hortensia, tomo sus manos y se quedó mirándola en silencio. La veía más linda que nunca a pesar del estado, será el miedo a perderla, pensó. Estuvo como media hora en silencio solo observándola, cuando se retiraba le dio un beso en la frente y en un momento sintió que hortensia le tomaba la mano con fuerza. Lili se largó a llorar y comenzó a llamar a los enfermeros a los gritos, Victoria ingreso a la habitación desesperada.

• ¡Qué pasa! ¿Qué paso?
• Me apretó la mano…está mejor…está mejor…
• Tranquilízate, Lili…tranquila, esto puede ser largo.

El medico ingreso a la habitación y les pidió a todos que se retiraran de la misma para revisar a Hortensia. Luego de unos quince minutos salió  y encaro a Victoria y a Lili para pasarle el parte.

• Bueno, por suerte la actividad cerebral es normal. En apariencia no hay lesión, y si no hay lesión no habrá secuelas. Mañana le haremos una resonancia.
• Gracias a Dios, doctor…que buena noticia nos ha dado – dijo llorando pero tranquila, Victoria –
• Igualmente hay que ver el resultado de mañana.
• Ok, doctor. Muchas gracias.

Abel y Victoria se fueron para la casa, Lili se quedó para pasar la noche con Hortensia. Cuando Abel y Victoria llegaron a su casa no tenían ganas de nada ni de comer. Se fueron a la habitación para dormir, antes de apagar la luz comenzaron a hablar sobre Hortensia.

• Espero que sea así como dijo el doctor y no le queden secuelas. ¿sabes lo que sería mi vieja con alguna secuela motriz o  de habla? Con el ego de mierda que tiene, se intentaría matar de nuevo…
• ¿Y quién te dijo a vos que no se va a intentar matar de nuevo? No te olvides que cuando intentó suicidarse estaba…”bien”…
• ¿Qué me querés decir, Abel?
• No intento decirte nada, te lo estoy diciendo. Tu madre se quiso matar y estaba supuestamente bien, lo que pasa es que vos hay cosas que  no ves o no querés…
• ¿Qué me estás diciendo, Abel? Y en este momento de mierda…
• Te lo estoy diciendo, Vicky. Tu vieja está mal, mal de la cabeza…
• Ahora resulta que está loca…
• No dije eso, pero una vez que se recupere la va a tener que ver un psicólogo o un psiquiatra. No es normal lo que paso y vos solo te preocupas en sus secuelas…físicas…y que eso no le haga mal. Tu vieja está mal, tu vieja está rota hace tiempo.

Victoria se quedó mirándolo un rato mientras pensaba cuánta razón tenía. Ella tal vez solo veía ese personaje pintoresco que su madre ponía en escena día a día, pero era evidente de que algo le pasaba. Ni siquiera sintió culpa por su fallido suicidio, encima Hortensia seguramente había querido generar en Vicky una culpa con su posterior arrepentimiento.

• Tenés razón...la vieja está mal hace mucho. Fue abusada, golpeada por mi viejo, y por un par de parejas más que tuvo, según ella me conto. Sé que no es una mina fácil, pero nada justifica que le peguen, dejala y punto. Pero si…esta para psiquiátrico…
• No…yo no dije eso, la tiene que ver un especialista y después veremos que nos dice. Mira…por más que tu vieja no me traga, yo sé que no es mala mina, que todo en ella es una coraza para no mostrar lo que realmente es, es una mina recontra vulnerable. Y tenés razón con lo que decís, si la mina es insoportable no le pegues, dejala. Pero eso también corre para minas que les pasa lo de tu vieja: te pegan, déjalo. Y ya que estas denuncialo. Esos cobardes deben estar todos presos.
• Si, Abel. Pero tampoco es tan fácil dejar a un tipo cuando te pasa eso…tal vez estaba enamorada…no tenía donde ir.
• Yo no digo que sea fácil para nada. En ese momento no hay que ser tibio ni estar en el medio. Creo.