Ya habían pasado dos días que ella no despertaba, llaman a su puerta y no atendía los golpes de ahí, era todo un caos pero su cuarto estaba llena de velas y flores, como que alguien había arreglado ese lugar solo para ella, era como que ella estaba ya en otra vida pero era complicado saberlo, así que tuvieron que llamar a la ambulancia, tardo por lo menos 4 horas en llegar, los mismos médicos dijeron que no podían moverla ya que su cama era la más cómoda, pero estarían en pendiente si pasaba algo así que los mismos médicos se instalaron en la casa de la joven, todo iba bien, quería abrir los ojos pero no lo podía intentaba gritar pero su voz no llegaba a las persona que estaban cuidándola, pero solo una voz llego a ella diciendo que todo estaba bien que la cuidarían y que no la iban a dejar sola todo estaba claro, y ella entendió que no estaba consiente en ese momento, y tenía más tiempo de pasar con la persona que tanto amaba que tanto deseaba estar a su lado, empezó a caminar y sabía que tenía que llegar hasta el día 26 de diciembre para estar con el joven a su lado con el que tanto admiraba y deseaba estar un año más con el pero era complicado su vida no era comparado con la que tenía el, era el mejor con lo que hacían esperaban a un bebe en el camino, tenían amigos familias, todos estaban felices donde estaba la joven que aún no podía decir quién era ya que si lo hacía era como revelar que estaba en dos lugares a la vez pero la voz de él lo cambio todo, la había llamado por su nombre
-ocurre algo Denise- había dicho su amado caballero el de armadura dorada, de ojos marrones y de voz tranquila
-ahí claro que no mi osito- ella lo llamaba de esa manera para no complicar más las cosas, aún estaba agarrados de las manos para no soltar los experimentos de la felicidad que tenía ella en ese momento
-está bien Denise- hablo otra vez con la voz ronca y suave pero aún más calmado de lo normal, ya habían pasado por lo menos el día completo juntos pero aún no podía despertar de ese sueño de aquel día de que durmió como siempre.
El día pasaba lento como si el señor tiempo hacia lo quisiera y el sol no esperaba la mirada de la joven que dormía plácidamente y el mismo decía para sí “que pasaría si yo asiera lo mismo cada noche y no despertar durante meses completos” pensaba el mismo sol vendo como la mujer estaba en su cama sonando con el joven que compartía el cielo con el como una estrella más en la noche donde su amada se encontraba.
Había pasado dos días completos desde que la joven estaba sumida en un sueño profundo, donde los días pasaban como una llovizna en una mañana de otoño, la joven aun no podía despertar de aquel sueño que la mantenía en su cama, los médicos pasaban la comida por intravenosa para que la joven estuviera nutrida, los días pasaban y los recuerdo de Denise aún estaban confundido, no sabía que estaba pasando, aunque sus instinto sabía que ella estaba en su antiguo departamento donde compartía con su amado, aunque ella comprendía que solo eran recuerdos hermosos y tristes a la vez, ella estaba conforme con lo que estaba viviendo.