Mi vida ha sido relativamente normal, claro exceptuando mis múltiples alergias y enfermedades conjuntas, que me hacen pensar que debería estar encerrada en una burbuja bien esterilizada y alejada de todo y todos, no me puedo quejar, sinceramente el hecho de aun no morir por esas cosas aun me es sorprendente, pero lo que más me sorprende de mi día a día es el hecho de ciertos sueños que empecé a tener a partir de mis 16 años, no son pesadillas ni nada por el estilo, simplemente un 17 de marzo, exactamente al despertar el día después de mi cumpleaños empecé a soñar con él, al principio todo fue sumamente extraño, simplemente fue muy desconcertante soñar con un completo desconocido, pero con el tiempo me fui encariñando poco a poco a ese misterioso encanto suyo, con cada sueño me acercaba más y más al verdadero ser que estaba conociendo en ese preciso momento pero así como todo lo lindo llego a mi vida, también se fue, una mañana simplemente me levante con una sonrisa enorme en mi rostro pero sin saber que jamás volvería a soñar con él, a pesar de todo dure con la esperanza de volvérmelo a encontrar en cualquiera de mis sueños, lo cual ya no volvió a pasar, hasta el día de hoy lo sigo añorando con locura.