El esperado día 15 de abril había llegado.
Un plan de infiltración que se pulió hasta el último detalle. Una infiltración de cuatro personas en la coronación. Tres en el exterior. Uno para que transmitiera todo lo presentado a la base y los dos restantes, los gemelos para entrar en combate si era necesario. Una asesoría de “pocas” horas para que aquellos que ingresarían a la ceremonia pasaran desapercibidos.
5:30 pm. Isla ReiMoBle.
Una de las habitaciones que se mantenía con luz en su interior. Seis personas, pertenecientes a los miembros de la elite, quienes hacían los últimos arreglos a sus trajes.
Pantalones ligeramente ajustados para la formalidad pero con la suficiente libertad para desempeñar sus tareas. Botas largas en el caso de las mujeres que cubrían hasta dos dedos por debajo de las rodillas, calzado que mantenía dentro los pantalones. Cortas en el caso de los hombres pero que al igual que las mujeres cubrían el pantalón. Ambas de color negro.
Una cazadora gris con negro en los bordes de las costuras. Prenda que mantenía en la espalda los seis emblemas de los reinos, siendo uno de ellos el que ya estaba extinto pero aún se mantenía. Al frente en la parte de la solapa de la cazadora se mantenía una medalla, la cual representaba a que reino pertenecían, era el emblema del reino.
Una camisa blanca que apenas se alcanzaba a notar en respecto al cuello. Las mujeres en su caso mantenían una media cola, pues era el peinado que reflejaba su belleza pero que también les permitía ver sin que el cabello les cubriera los ojos. Los hombres mantenían un peinado adecuado y peinado.
El sonido de la puerta abrirse y dirigir la mirada a las personas que ingresaron, trajo consigo el silencio y paz que había en la habitación.
–La ceremonia dará inicio en treinta minutos –dijo Daiki al ver que nadie se atrevía hablar.
–Lose –respondió Max–. También daré el aviso sobre la creación de los Noobs y su activación.
Robín quien se encontraba a su lado miro a cada uno de los integrantes, era más que claro que intentaban cubrir el desprecio y vergüenza que sentían por tener que acceder a estas situaciones. Más su vista se detuvo en Jimena. Su mirada era de nervios, preocupación y miedo.
–Yo no cantaría victoria aun –interrumpió Alessina–. Nosotros te dimos el consentimiento de presentarte, pero ella será quien decida si eres digno o no del trono. A ella no la podrás engañar con nada.
–Y espero que así sea –agrego Max–, por el bien del reino y de sus habitantes.
El silencio nuevamente tomo lugar en la habitación, eran más que claro el desprecio que se tenían Daiki y Max por lo sucedido con todo lo relacionado con el reino.
Un ligero respingo en Jimena hizo que se rompiera la tensión y que la miraran con duda. –Max debes ir a tu puesto –hablo con nerviosismo e intentando ocultar su miedo–, Robín tú también. Nosotros tenemos que ir por ella, y lamentablemente el pacto que ella tiene no es posible que la vean y sepan dónde está.
–Claro –finalizo Robín mientras se acercaba a la puerta para abrirla y darle paso a Max.
Su salida trajo la calma total en Jimena, quien claramente no era esa la razón de su respingo.
–¿Qué pasa? –le preguntó Samantha.
–La princesa Sakura está aquí –respondió finalmente.
–¿Qué?
Una pregunta tan simple pero con un tono de voz que reflejaba su preocupación. Aquellas dos personas que se mantenían en el pasillo desierto a unas cuantas habitaciones de donde estaban los Oaniics.
–Lo escuchaste, la princesa está aquí –volvió a repetir su aviso–. Sé que no viene sola pero no detecto energía alguna de alguien que la acompañe.
–Tienes que hacer algo para detenerla –le ordeno Max con desespero–. Si escupe todo lo sucedido no solo yo, tú también te iras conmigo.
–Me encargare de ella –dijo–. Pero no sé si sea capaz de encontrarla antes que Jimena. Ella es capaz de detectar y ubicar a los Naetums.
–Tendrás que arreglártelas –finalizo para retomar el camino.
–¿Dónde está? –pregunto Daiki. Se acercó a Jimena que se había sentado para evitar cualquier acto secundario del uso excesivo de su poder.
–Esta entre la gente de la ceremonia –dijo–. La acompañan dos Naetums, uno mantiene la misma energía que detecte cuando desapareció el rastro de la princesa.
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Editado: 15.06.2020