Asi lo conoci, asi se burló de mi durante mucho tiempo, asi decidio terminar conmigo.
-Sos muy linda, sabes? Una pena que estes aca... -
En un hospital. Ahi lo conoci.
Estaba un poco enferma y fui a que me dieran algo para que me dejara de doler la cabeza.
Él se acercó.
-Sos muy linda, sabes? Una pena que estes aca... - y me ofreció una rosa.
Era uno de los tipicos floristas que reparten sus lindas rosas y margaritas en hospitales y plazas... asi se ganaba la vida.
Era hermoso, sublime.
Sus ojos. Siempre me mostraron todo. Tendria que haberlos visto con más atención.
-Disculpame? - le respondi. Bien, no estaba para charlar con nadie, menos para coquetear. Me dolia mucho... con él ese dolor incrementó. Tambien tendria que haberme fijado en eso, todo fue una alarma.
Me dejó la rosa en el asiento vacío que estaba al lado mio cuando hice ademán de irme.
Este médico no me dio nada, me mando a descansar. No puedo descansar, tengo que estudiar. Los parciales, los finales... vamos, no habia tiempo para descansar pero si, necesitaba que el dolor se fuera.
Volví a casa, me tomé un té y me interné en la tibieza de mi cama. Podria dormirme un rato y levantarme para seguir con el estudió.
Al otro dia, fui a la facultad, el dolor seguía. Pero eso no le importó a los profesores que decidieron hacerme dar una explicación de la clase anterior. Yo iba siempre, que se jodan los que no, no tenia porque explicar nada, pero no tenia fuerzas para quejarme al respecto asique lo hice.
El dia terminó más tarde que temprano.
Se acercaba la primavera. Y la facultad estaba hecha un caos con los preparativos de la mini jornada de frutos, flores y semillas que se organizaba cada año. Faltaban dos dias y ya estaba todo lleno de gente que venia a pedir lugar para mostrar y vender sus articulos.
Por suerte solo tuve dos horas de cursada y pude irme. Mañana descanso y estudió ya que tenia que rendir, no importaba que fuera primavera, igual tenia que rendir...
Y la primavera llegó.
Agarré mis cosas y salí. Iba a dar el mejor final de todos. El dolor habia cesado un poco propiciando un buen dia.
La facultad estaba hermosa, no lo podia negar. Flores por todos lados, frutos y semillas de todo tipo. Me compré una mandarina y fui al aula en busca de los profesores.
Fue perfecto, como lo supuse. Estudié mucho y estas eran las recompensas.
Salí hacia el patio y me encontre con mis amigas. Recorrimos un poco los puestos. Me compre un cactus.
Y ahi lo volvi a ver. Esa mirada.
Me sonrió y me extendió otra rosa.
Maldita primavera y maldito evento. Duraba una semana, durante una semana él iba a estar en mi facultad. Yo tengo que ir a mi facultad, no él.
Editado: 09.07.2019