Los días continuaron pasando y cuando menos me di cuenta ya estábamos en aquel avión a un paso de iniciar nuestro vuelo hacia una nueva vida.
Había entendido que mis padres no estaban regresando por placer si no por la necesidad de ayudar a mi padre. Mientras observaba por la ventana y me despedía del lugar en donde había dado mis primeros pasos, recordaba los bellos momentos que había vivido desde siempre allí. Además de esto le prometía a mi abuela que muy pronto regresaría para poder visitarla y cuidar de su hogar.
Observe a mi abuelo quien era mi compañero de asiento y coloque mi mano sobre la suya mostrándole mi apoyo, sabía que también estaba destrozado por dejarla. Había sido su compañero de vida durante muchos años y el tenerla le había perforado el alma permanentemente.
Por suerte para nosotros mi tío (Hermano de mi madre) nos había ofrecido su casa para vivir ya que él estaba viviendo en Europa por su trabajo, así que nos mantendríamos allí todo el tiempo que necesitáramos.
Primero llegamos nosotros a la casa y dos horas más tarde llego la mudanza con todas nuestras cosas. El tiempo paso muy rápido y para las 8 de la noche ni siquiera habíamos terminado de desempacar la mitad de las cajas.
-Déjenlo Chicas- Índico papa mientras sostenía una caja
-¿Qué estás haciendo?- Me acerque nerviosa. Esa caja se veía muy pesada y él no estaba en condiciones para cargarla – Dame esa caja y siéntate con el abuelo, yo puedo cargarla-
-No te preocupes cariño – Se volteo para evitar que la tomara – Yo puedo llevarla. Tú encárgate de ir a la cocina con tu madre, pidió unas pizzas-
Aquella noche compartimos un rato bastante agradable conversando y riendo entre las cajas. Sabía perfectamente que mis padres estaban preocupados por conseguir trabajo rápidamente y así tener el dinero para comenzar con los tratamientos de mi padre. Pero lo disimulaban muy bien. Mi abuelo también se ofreció para buscar algún tipo de trabajo aunque ya para su edad era imposible por lo viejito que estaba. Pero aun así mis padres no le quitaron la ilusión de que pudiera hacer algo y se alegraron al escucharlo tan emocionado.
A la mañana siguiente planeaba dormir hasta las 11 de la mañana, no me gustaba para nada mi nueva habitación pues la ventana era muy pequeña y el paisaje no era el mismo que en casa. Estaba en mi 5to sueño totalmente relajada cuando sentí que una voz comenzó a llamarme una y otra vez.
Summer.. Summer..
-¿Eh?- Dije mientras poco a poco abría los ojos.
-Pequeña levántate, hoy conocerías tu nueva escuela- Dijo mama emocionada.
¿Escuela tan rápido? . La verdad pensé que tendría un pequeño periodo de vacaciones.
-Tu tío te ha conseguido un muy buen lugar-
“Gracias tío” (Eso fue sarcasmo por si acaso)