Super Humanos

CAPITULO XI. No es lo que parece

Pasaron quince días y en todo este tiempo casi nada ha cambiado. En primer lugar no había vuelto a cruzar palabra con Alex y Phillip. En segundo mi amistad con Trevor, Scarlett y Louis se había fortalecido considerablemente. Es así que me encuentro en este momento junto a ellos esperando a Anton para la nueva elección de soldados de combate. Cabe decir que los últimos soldados que fueron  incluyendo Christian todavía no han vuelto.

Estábamos sentados con las piernas cruzadas en el piso en el salón de entrenamiento, Trevor tenía una mirada inquieta, como si hubiera algo que le incomodara. Se frotaba las manos una contra la otra y miraba de nuevo a la puerta. Se dio cuenta de que lo miraba y solo me evitó. 

— ¿Qué tal amigos? —Asher se acercó con una sonrisa falsa y un disimulado aire de superioridad—no se ven felices.

Trevor y Asher cruzaron miradas, el primero tenía una mirada acusadora mientras que el otro seguía con su hipócrita mueca.

—Como puedes ver, estamos esperando a papi —respondió burlona Scarlett.

—Eso no dio risa —expresó Asher con una clara señal de molestia, ¿cómo no pude haberme dado cuenta de ello? Anton era el padre de Asher.

Por fin la espera dio resultado y apareció frente a nosotros el hombre calvo seguido de dos androides.

—¡Soldados en posición!

Todos nos pusimos de pie y muy firmes ante la autoridad, a pesar de tener una apariencia afable tenia un autoritario carácter. 

—Lamento la tardanza soldados —. Señaló una tableta en sus manos y la proyectó a la pared al frente—. Esta es la lista de aquellos que están listos y preparados para enfrentar  al enemigo. Mañana a primera hora despegarán. 

Dicho esto salió, regresé mi mirada al frente y busqué mi nombre, curiosamente estaban solo códigos de identificación y se encontraba el mio. No sé como describir lo que sentí en ese momento, momento que había esperado desde hace mucho tiempo. Estaba feliz por haber superado todo y por fin poder enfrentarlos para después conseguir una buena vida pero a la vez estaba temerosa. ¿De verdad estaba lista? ¿Cómo podía estarlo si no los conocía? A todo lo que me había enfrentado fueron robots y máquinas artificiales.

—Estamos de suerte —expresó Louis mirando al frente.

—¿También los eligieron? —pregunte esperanzada.

—No, no lo hicieron.

Eso sí que no cuadró en mi mente, en cambio sus miradas se dirigieron a mi, como si ser elegida no fuera algo bueno.

—¿Pasa algo?

—No pequeña, no pasa nada —Louis disimuló una sonrisa.

—Ahora vuelvo —Trevor se levantó y salió por la puerta, exactamente por donde acababa de desaparecer Asher.

Todos los soldados "elegidos" fuimos convocados hacia la división de tecnología para recolectar nuestras armas. No fue nada extraño darme cuenta de que Alex y Phillip también estaban aquí.

Fui a recoger mis armas, constaban de un astrafil, un puñado de blots, una arma láser y un electrizador, cada uno con sus respectivas recargas. Junto a todo esto estaba también un traje plateado de cuerpo completo y casco. Había un extraño símbolo en este último, era el SH idéntico al que tenía en el pescuezo. Al levantar la cabeza me topé con una mirada, la mirada de aquella amiga de la cual no me pude despedir.

—¡Lorraine! —no me pude contener y grité, estaba emocionada de verla de nuevo.

Los que estaban alrededor mio me vieron disgustados por levantar la voz pero lo había logrado, había logrado captar su atención. Se hizo paso entre todos y nos encontramos, nos abrazamos efusivamente.

—No sabía que estabas aquí —una pequeña lagrima se escapó de su rostro.

—Ni yo, no puedo creerlo.

—¿Ricitos? —dijo una voz a su lado, esa también era una voz conocida.

¿Era esto era posible?

—¿Se conocen? —preguntó Lorraine al ver como abrazaba a Fresa.

—Claro que sí, fuimos compañeras de equipo —respondí.

—¿Qué está pasando ahí? —escuchamos una fuerte voz, Anton nos señalaba.

 Nos apartamos con una mirada cómplice, teníamos tanto de que hablar pero este no era el momento adecuado.  

Ya se había echo muy tarde, la mayoría de soldados se había metido en sus cápsulas pero yo por algún motivo no podía dormir, salí hacia los pasillos vacíos escuchando alguno que otro eco de los que todavía permanecían despiertos. Estaba inquieta, a cada momento volvían a mi cabeza recuerdos de sombras y más sombras rodeándome, el humo oscuro que quemaba mi piel y la imagen de aquel niño con la piel tan pálida. Necesitaba hablar con alguien, tal vez mis amigas podrían escucharme pero con el sinnúmero de piezas en las que tenía que buscar para encontrarlas esa sería una misión verdaderamente imposible.  

Decidí volver a mi pieza, me acercaba a pasos lentos cuando divisé a Trevor salir de la pieza y alejarse hasta perderse tras el pasillo.

Lo seguí a escondidas, él cruzó algunos pasillos y se acercó a la puerta del sector prohibido. Sacó de sus bolsillos una llave y la abrió. Se introdujo dejándola abierta.

Entré tras él, el lugar estaba iluminado y en el medio de esa enorme salón había una gran ventana. No había espectáculo mas bello que ver el espacio y su inmensidad, las estrellas adornando cada parte hasta el infinito. Lástima que esta sea la primera vez que la vea.

—¿Me estas siguiendo? —preguntó de repente, no me había dado cuenta de que tenía medio cuerpo fuera de mi escondite.

—Eh...no, solo...—me acerqué y me senté a su lado —sí.

—Deberías de estar dormida, mañana tienes una importante misión que cumplir.

—No tenía sueño —regresé la mirada a la ventana —nunca había venido aquí.

—Lo sé, no está permitido.

— Aún así lo haces, ¿Cómo conseguiste las llaves?

—Es una de las pocas ventajas de ser amigo de Asher.

—¿Asher?, ¿él te las dio?

Asintió, regresó la mirada a la ventana.

—Trevor...¿alguna vez viste a uno de ellos en persona?




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