Capítulo 9. AJUSTES

Danilo aún albergaba molestia hacia Roxana debido a su intromisión.

• Roxana, las cosas se están saliendo de control. Cuando acepté este acuerdo, se suponía que se trataba únicamente de nuestros encuentros casuales. Sin embargo, estás tomando atribuciones que no te corresponden. En primer lugar, en la empresa se enteraron de nuestra relación, y segundo, acabas de llegar a mi casa sin invitación. Te recordé que este es el hogar de mi hijo, y no tengo intenciones de alterar su ambiente en lo más mínimo -hizo una pausa para concluir con firmeza-. Así que será mejor que nos limitemos a mantener una relación estrictamente laboral. Como adultos, deberíamos ignorar y olvidar lo que hemos compartido.
• No, Danilo, espera. Lo lamento. Solo me preocupé al verte salir tan rápido y a esta hora; fue algo inusual, por eso me asusté. Por favor, comprende que conozco que este es tu hogar y no tengo intenciones de perturbar a tu hijo; en realidad, quería ofrecer mi ayuda.

Roxana, sorprendida por la firmeza de Danilo, se sintió momentáneamente desorientada. No esperaba que él pusiera un límite tan claro, a lo que consideraba un juego entre ambos. A pesar de sus intentos de persuasión, Danilo parecía decidido a distanciarse.

Danilo, por su parte, se mantenía firme en su posición. Para él, la situación se estaba volviendo demasiado complicada, y temía que la presencia de Roxana en su vida personal empeorara su situación. No podía iniciar ninguna relación seria con nadie, hasta que su hijo se encuentre completamente recuperado y pueda estar en condiciones de asimilar que ingrese otra mujer a sus vidas. Primero está su hijo.

Además, reconoce que con Roxana pasaban buenos momentos, y en una época si parecía estar entusiasmado y pudo pasar al siguiente nivel, pero el solo imaginar en el dolor que le causaría a su hijo, lo hizo desistir, No quería que pensara que estaba tratando de reemplazar a su madre o que él no le importaba.

Tuvo un buen matrimonio y dudaba que alguien pudiera llegar a igualar su relación. De pronto, con el tiempo, mucho más tiempo, pueda otra vez involucrarse sentimentalmente. Además, ninguna de las mujeres que conoce, le llama la atención.

Roxana, sin embargo, no estaba dispuesta a aceptar el fin de esta relación. Su deseo de retener a Danilo iba más allá de una simple atracción; estaba determinada a encontrar una manera de lograr su cometido. Tenía muchos pretendientes, pero veía en Danilo todo lo que planeaba para su futuro. Ahora estaba en juego no solo sus pretensiones, sino su orgullo. Le había invertido mucho tiempo y paciencia, había tenido que fingir y también había rechazado otras oportunidades, como para permitir que él sea quien le termine, tenía que mantener su imagen de mujer exitosa e inalcanzable.

Mientras Danilo intentaba explicar la importancia de poner fin a su intimidad, Roxana pensaba rápidamente en una estrategia.

Decidió cambiar de táctica, adoptando un tono más sereno y reflexivo.

• Danilo, comprendo tus inquietudes y lamento si he traspasado límites. Pero, ¿no podríamos encontrar un equilibrio? Podemos establecer nuevas reglas y mantener nuestra relación más discreta, que no interfiera con tu vida familiar -le dice mientras se acerca y lo toca en el brazo suavemente-. Nos atraemos y disfrutamos de momentos muy placenteros juntos; no deberíamos cohibirnos.

Roxana esperaba que esta nueva perspectiva lograra suavizar la postura de Danilo. Sabía que debía ser cautelosa para no perderlo por completo. Esta estrategia representaba un intento desesperado por mantener viva la conexión ardiente que habían construido.

A Danilo no le gustaba que le rogaran, ni le insistieran, además, ese no era el lugar para hablar de estos asuntos. Por otra parte, en la intimidad, se entendían muy bien; Roxana era una mujer desinhibida, sensual y apasionada.

Contrario a lo que la gente piensa, no le gustaba salir con mujeres solo para satisfacer sus deseos; no era tan libertino ni promiscuo como para proceder de esa forma. Antes de Roxana encontró diversos tipos de mujeres, unas buscaban solo sexo, pero había otras que se ilusionaban con la menor muestra de interés. No quería aprovecharse de nadie, ni sentir que las estaba usando.

En cualquier caso, por ahora prefería mantenerse alejado de compromisos y melodramas; y Roxana seguía siendo una buena opción. Ella valoraba su carrera, su independencia y libertad, y no buscaba una pareja. Danilo no sentía que la estaba utilizando para su propio goce; era un acuerdo de ganar-ganar, donde ambos sabían que podían poner fin en cualquier momento, que alguno de los dos, así lo deseara.

• Ya veremos. Por ahora, vamos a tomar algo mientras está lista la cena -le dijo Danilo para poner fin a ese tema.

En el otro lado de la casa, Gaby aguardaba pacientemente a que Mateo despertara, reflexionando sobre cómo su vida había experimentado una transformación significativa desde que Mariana León entró en su camino. Legalmente no es su madrastra, pero es lo más cercano que tiene a una madre. Es sorprendente como el amor cambia la visión y actitud hacia el mundo. La presencia de Mariana no solo había iluminado la vida de su padre, sino también la suya. Por primera vez en mucho tiempo, él volvía a sonreír y experimentar el amor, como nunca antes.

Aunque la familia Montalbán parecía tenerlo todo, Gaby también reconocía que no estaban exentos de problemas. La riqueza y el amor que compartían, no los inmunizaba contra las dificultades de la vida. Esta percepción le recordaba que todos, sin importar su estatus, enfrentaban desafíos.