Capítulo 18. ENCUENTROS
Danilo esperó con impaciencia a que Roxana terminara su café, un proceso que ella alargó deliberadamente para provocarlo. Trataba de controlar su ira, pero la tensión aumentaba con cada segundo.
- Habla claro, di rápido lo que tengas que decir -la apresuraba.
- No; venía con la intención de ponerte al tanto de todo, pero pienso que es demasiado fácil. Disfrutaré más dejándote con la intriga -le responde Roxana.
- No caeré en tu juego -Danilo se levanta para irse.
Roxana tenía su celular sobre la mesa, listo para usarlo cuando lo necesitara.
- Estas fotos son comprometedoras y probaban la infidelidad de Lilian, aunque no lo demás que hizo -Roxana hace una pausa esperando que las revise-. Toma, míralas tú mismo -le insistió.
Danilo no quería hacerlo, no pretendía ver a su esposa Lilian con su amante. Aunque luego lo pensó mejor y decidió que primaba su problema actual. Se sentó, tomó el celular y examinó algunas fotos. Roxana también aparecía en algunas, lo que probaba su vínculo. Rápidamente se envió dos, donde el hombre se veía más claramente. Seguramente serán de utilidad para indagar lo ocurrido.
- No intentes borrarlas, es inútil, ya que tengo copia de seguridad de todo -le advirtió Roxana.
Danilo estaba impactado, era de no creer. Una cosa era la infidelidad, pero saber que hay algo más, era desconcertante. Lo primordial ahora es proteger a su hijo, y eso Roxana lo sabía, por eso estaba tan segura de que no le pasaría nada. Por su parte, ya estaba preparado para conocer una verdad que no le gustaría, pero no lo sorprendería más. ¿Cómo es posible vivir con alguien y no conocerla?, se preguntaba.
Luego de Mateo, su preocupación era la empresa y sus trabajadores. Aunque no creía que el tal secreto fuera tan grande como para dañar su negocio, si podría afectar las ventas y la reputación, lograda con años de esfuerzo. No podía permitir que se viera afectada, así que debía tomar decisiones para minimizar los riesgos.
Roxana, disfrutaba el desconcierto que había sembrado en Danilo, verlo impotente no tenía precio, y más sabiendo que era la causante de todo.
- ¿Por qué estás haciendo todo esto? -dentro de su confusión, Danilo no entendía la razón para esta intriga.
- Te dediqué más de 3 años, más del tiempo que merecías. Todo este tiempo perdido y me desplazas por una niñera insignificante.
- ¡No teníamos ninguna relación!, así que nadie te reemplazó -le dijo Danilo con un tono de voz más fuerte-. Nunca te prometí nada, por el contrario, te decía que no nos siguiéramos viendo, pero tú eras la que insistías … ¡Sexo! ¡Solo era sexo!
- Pues yo quería más, se suponía que nos casaríamos y tendría derecho a todo -dijo Roxana reconociendo sus verdaderas intenciones-. Así que simplemente estoy tomando algo para recuperar ... lo otro, ya es venganza.
Danilo cansado de este reclamo, le dice:
- No estoy aquí para discutir mi vida privada. Venimos por otro asunto … ¿Qué sabes para estar segura de que no iré con la policía?
Roxana, había cambiado de opinión y ni una pista quería darle a Danilo. Con una sonrisa burlona, le advirtió:
- Averigua por ti mismo o arriésgate a las consecuencias. El dinero y la reputación puede que no te importe tanto, pero, ¿y Mateo? ¡La información llegará a tu hijo y lo sabes perfectamente! -Roxana sabía cómo presionar.
Danilo pensó que debía quedarse callado y no denunciarla por robo y abuso de confianza. Aunque estaba decidido a investigar cual era el delito, acto bochornoso o lo que sea que hizo Lilian.
- ¿Qué vas a hacer con los diseños? ¿Los vas a vender? -inquirió Danilo, ya con resignación.
- ¿Los quieres? ¿Cuánto me pagarías por ellos? -pregunta ella con sorna.
- Ni loco te los compraría. Primero me robas y ahora me extorsionas con lo que era de mi propiedad.
- Ya los vendí, solo pregunté para probarte -y con aire de grandeza-. Trabajo ahora con tu competencia, y les encantaron mis diseños.
- Por oportunistas, tienen merecido tenerte como diseñadora. Lo único bueno ahora es que ya no te veré nunca -le expresó Danilo con ganas.
- Sin insultos, ya te lo dije. También estoy contenta porque hoy es la última vez que nos vemos. No veo conveniente que intentes presentarte en la feria, no alcanzarás a preparar una buena colección.
- ¿Crees que sin tus diseños no puedo? No necesito ni quiero tus consejos, puedes subestimar mi capacidad, no me importa.
- Ahh, Danilo, pareces un niño chiquito. Nadie que contrates ahora te va a diseñar una colección en unas pocas semanas, además, tendrías que adaptarlos a los materiales que ya compraste y, ni hablar del tiempo que requiere producción y marketing.
Danilo no pudo objetar, todo era cierto; continúa hablando Roxana:
- Escuché que estás buscando un diseñador, ahora solo conseguirás personas sin experiencia. Así que exponer sus diseños, significará presentarte con un producto mediocre, a un alto costo. Y mis antiguos asistentes, tampoco tienen la capacidad de hacer algo nuevo en tan poco tiempo.