En las cuerdas de la vida, Lucero bordó,
una guitarra, regalo que el alma guardó.
En cada rasgueo, susurra secretos,
historias tejidas, como finos sonetos.
Guitarra acústica, joya en mis manos,
herencia de abuela, entre sueños profanos.
En cada traste, resonancia de tiempos idos,
melodía que canta, recuerdos compartidos.
Como Neruda, en versos de amor y pena,
la guitarra me lleva por su senda.
En el eco de cuerdas, sus dedos resuenan,
Lucero, mi abuela, en cada nota ordena.
Entre maderas y cuerdas que vibran,
se despiertan los suspiros, palabras que describen.
Abuela Lucero, en esta guitarra eterna,
tu amor se traduce en cada nota moderna.