Cada vez que él escuchaba esa voz se atormentaba pensando que se estaba volviendo loco y es que relativamente era así, se le dificulta dormir gracias a que esa voz era su mejor amiga que estaba muerta, no tenía descanso y estaba llegando al colapso tratando de entender de dónde provenía esa dulce voz que tanto extrañaba.
El querer parar aquello que durante meses lo ha atormentado ya comenzaba a hacerse costumbre, todos los días a la media noche se preparaba para escuchar esa dulce voz y se cuestionaba poder seguir después de todo, el volver a ser un chico normal.