Sweet Revenge

Capitulo 9

Ahora se que no quiero amar o que me amen a medias. Lo quiero todo y, para tenerlo todo, hay que arriesgarlo todo.

Jenny Han.

~❤~

Las flores se tiñeron de un color rojo intenso en los bordes, como si estuvieran sangrando mientras ella, con el rostro pálido y el corazón roto, caminaba sobre sus pétalos blancos, hacia el chico que la había hecho desvelarse cada noche, soñando y escribiendo sueños imposibles en su diario a la luz de la luna.

Y ahora ¿Que haría con cada uno de esos sueños rotos y marchitos?

Se acercó a él, pero sin tocarlo, porque ahora él sabía a veneno, y ella tenía miedo de romperse, o más bien de no poder reconstruirse.

–Lo siento, Cupid, yo... Encerio lo siento–

–No, por favor, no digas que lo sientes, porque sería una mentira– dijo ella, su voz sonaba quebradiza.

Él evitó su mirada y comenzó a retroceder, queriendo alejarse de Cupid, y de la incómoda e hiriente conversación.

–¡¿Qué es lo que ella hizo– gritó Cupid, aunque solo estaban a unos pasos de distancia –para ganarse tú corazón?! ¿Que fue.... Lo que yo no hice?–

Él negó con la cabeza. Quizás no sabía la respuesta exacta que Cupid quería oír, o quizás decirla solo avivaria el fuego que empezaba a destruir su vieja amistad.

–¡Dímelo!– volvió a gritar Cupid, está vez, atrayendo a Dexter hacia ella, sujetando las solapas de su chaqueta azul. Y este acto la dejo perpleja porque... Ella no era así. Pero el tacto, la cercanía, era electrizante y sus miradas azules, se conectaron.

La de ella suave y nublosa, la de el, oscura y distante. Y no había rastro de calidez, o peor aún, afectó, en sus ojos, solo desconcierto. Y luego él la tomo de las muñecas, en un débil intento por quitársela de encima. Ella ladeó la cabeza. Esto no se parecía en nada a ninguna de sus miles de fantasías, y aún así....

–Besame– dijo ella, después de un largo silencio, y aún conciente de la situación, y de sus consecuencias.

–Cupid, no– respondió él, un poco enojado por todo.

–Solo un beso, un último primer beso, es todo lo que pido, y todo lo que deseó– dijo suevemente y seductoramente, acercándose más a él –Y nunca más, por siempre jamás, volverás a recibir una rosa blanca– Miro su rostro, y este reflejaba tristeza, él quería las rosas, ciertamente... Pero de Raven –una rosa mía– añadió –Pero– llevo uno de sus dedos a sus labios –Me aseguraré– se puso de puntillas para estar a la altura de él –que recibas una todos los días, de parte de tu amante, la futura reina malvada–

El pensó que eso último era mentira, no porque no pudiera hacerlo, ciertamente podia, pero ¿Por que lo haria? ¿Eso no era contraproducente? Pero ella estaba aferrada a él, y no lo dejaría ir, por lo visto.

–¿Solo un beso?– pregunto él, con la esperanza de cerrar este capítulo de su historia de una vez por todas.

–Solo uno– suspiro ella contra sus labios. Cerrando la distancia entre los dos y reclamando su boca para ella sola.

Tras unos segundos, cuen ella pensó que él se separaría, él la rodeó instintivamente por la cintura y la acerco a él, tanto como el espacio se lo permitía, y ella se dejó llevar en sus brazos sintiendo su cuerpo tensarse bajo cada una de sus caricias, y el cálido, dulce y embriagador aliento de sus bocas al rozarse entre sí. La atrajo aun más a él, acariciandola sobre la tela, y luego un poco debajo de está, robándole un beso tras otro, y otro, perdiéndose en el momento y el deseo de algo prohibido que jamás se repetiría...

No escucho el par de tacones que repiquetaron en el suelo tras ellos, Cupid si, y  abrio los ojos, dirigiendo una cruel mirada de victoria hacia las dos chicas que estaban de pie tras ellos.



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En el texto hay: cupido, romance y desamor, magia y hechizos

Editado: 05.06.2020

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