Cientos de voces se podían escuchar en una sala de la torre de Central. Un par de cámaras eran las encargadas de registrar lo que sucedía y transmitirlo a todo el mundo en su idioma correspondiente.
Un par de presentadores vestidos con extravagantes trajes de colores chillantes y cabellos a juego eran los encargados de amenizar la noche. Sus nombres aparecían flotando cerca de ellos gracias a una proyección holográfica.
Uno era Rem Kross, identificado por el traje color rojo y un corbatín verde fosforescente. Él estaba sentado en un sillón del mismo color de su traje del lado derecho del escenario, y, frente a él, estaba sentado el otro presentador, llamado Stenis Miles. Su vestimenta era de un color rosa fuerte, acompañada de una corbata morada. Su sillón estaba a juego con su ropa.
Ambos habían estado haciendo chistes para mantener al público entretenido antes de comenzar con el evento central de la noche.
Tras una ronda extra de chistes, se llegó el momento que todos estaban esperando, el anuncio de los equipos participantes del “Juego” de este año. Por lo general participaban entre doce y dieciséis equipos, así que era el trabajo de ambos presentadores llenar los agujeros entre las presentaciones.
Justo cuando el reloj marcó las once en punto, Rem se dirigió a la cámara tras rematar su último chiste.
–Supongo que es hora de presentar a todos los equipos que participarán en el “Juego” de este año, ¿no es así? Entonces, démosle la bienvenida a los quince equipos que participarán en la lucha por el deseo.
Una lluvia de aplausos resonó mientras Rem se dedicaba a sonreír. Stenis hizo algo similar.
–El primero de la lista es un viejo conocido para todos nosotros, ya que ha hecho su aparición anteriormente, llegando a las finales del año pasado.
La pantalla tras ellos cambió repentinamente, mostrando un grupo de dieciséis siluetas de color rojo, anunciando la presentación del equipo del mismo color.
–¡Con nosotros, John, el Rey Rojo!
Un hombre apareció en el centro del escenario ante un mar de aplausos. Su cabello era blanco gracias a las canas que denotaban su avanzada edad. Portaba un traje color negro con un pañuelo de color rojo en su bolsillo, así como una corbata del mismo color sobre una camisa blanca. Era la manera de vestir tradicional para la presentación.
John caminó hacia el par de presentadores al mismo tiempo que un tercer sillón hizo su aparición. Este era de un color negro.
Los aplausos fueron disminuyendo gradualmente, hasta que cesaron por completo. Stenis comenzó a hablar cuando llegó el silencio.
–Bienvenido, John, nos alegra verte de nuevo. Pensábamos que la vida te ganaría en lugar del Juego –bromeó.
John se limitó a sonreír ante el comentario de Stenis.
–Parece que tu sentido del humor es peor cada año –arremetió John.
Ambos sonrieron a regañadientes. Rem se percató del ambiente pesado y comenzó a hablar.
–Bien, John, háblanos de tu equipo. Supongo que han ocurrido algunos cambios. Además, esa nueva Reina que has conseguido se ha vuelto una completa sensación para todos.
–En cuanto a cambios, no hay muchos, tan solo hemos agregado unos cinco o seis nuevos, siento la mayoría de estos, miembros de escuadrones de élite.
Un “Ooooh” sonó en el lugar.
–En cuanto a la chica, su nombre es Elymar. Entiendo que se haya convertido en la más reciente sensación, es joven y es muy hermosa –mencionó. Hizo una pausa y luego continuó–. Pero está lejos de mi alcance.
Todos en la sala comenzaron a reír. No era un secreto que la edad de John era superior a los cincuenta, por lo que no sería bien visto que tuviese una pareja de poco más de veinte años, aunque lo normal era que el Rey y la Reina tengan una relación.
–Oh, eso nos hace sentir un poco aliviados –bromeó Stenis.
Una pequeña risa se escuchó entre el público.
–Espero que este año logren llegar más lejos que el anterior –comentó Rem.
–Llegar más lejos que el anterior sería ganar, ¿no lo crees?
–Tienes razón. Por algo ustedes fueron los subcampeones. Ahora, hablemos de los otros equipos, ¿cómo los ves de cara al Juego?
John se acomodó en su asiento y dirigió la mirada a la cámara.
–Este año no habrá nadie capaz de arrebatarnos el deseo.
Él estaba confiado de lo que decía. En cuanto a poder, era cierto que su equipo sería imparable, pero sería un caso diferente si se enfrentan a un equipo mucho más hábil.
Es en ese momento cuando Rem hace un comentario que congela la sala por completo.
–¿Aunque participen el Negro y el Blanco?
Silencio.
Rem sabe que la pregunta puede hacer que su carrera termine esa misma noche, pero no le interesa. John se muestra calmado y trata de dar una respuesta adecuada.
–No hay registro de la existencia de tales colores, así que no tenemos que preocuparnos por ellos. Si eso es todo lo que hay que saber, me retiro.