Capítulo XIV

El paisaje nuevamente cambió de color.

Aún estaba confundido por lo que había visto hace poco, la escena de la boda. Yo no recordaba que algo así había pasado.

Tal vez todo era verdad, ellos en realidad borraron todas mis memorias para evitar que desobedeciera.

Pero, ¿por qué lo haría?

¿Hay algo en mis memorias que ellos no quieren que recuerde? Tal vez, si descubro la verdad, podré tener un objetivo sólido para mi vida.

Poco a poco, el ambiente se iba aclarando. Había pasado del día de mi boda con Amelie, si es que no me equivoco, a un día cualquiera dentro del ejército. No podía ver muy bien lo que había a mi alrededor, por lo que todo me parecía desconocido.

Por lo que podía observar, estaba en una especie de carpa que se desplegaba en las bases militares para que estas sirvan como dormitorios. A un lado de mi había una litera con ambas camas completamente ordenadas. Al frente, había otro par de literas, las cuales estaban de la misma manera. Parece que todos los residentes ya se habían levantado.

Caminé por el pequeño pasillo que se formaba frente a las camas y salí de la extensa carpa de color blanco.

En ese momento me percaté que tenía un pequeño reloj de muñeca, el cual no es muy común. No es porque no esté al alcance de todos, sino porque es considerado como tecnología obsoleta que tan solo los más excéntricos usan.

Revisé la fecha en este.

25/Oct/3(XVII)16 – 8:21 A.M.

Había retrocedido casi medio año. ¿Qué estaba pasando?

¿Había otra cosa de la que necesitaba enterarme antes de mi boda? No creo. Además, es cercano a estas fechas donde Amelie dice que me conoció, ¿no es así? Por lo que, estoy seguro de lo que pasará aquí.

Siento un poco de miedo, ¿sabes?

No es que tenga miedo de lo que sucede, sino que tengo miedo de recordar. He vivido los últimos dos años de mi vida sin siquiera preguntarme sobre mi pasado cercano, así que, con estos sucesos, es imposible que esté calmado.

Ya que estoy afuera de la carpa, veo que el sol se está levantando en el horizonte. Miro hacia abajo, para ver mi ropa. Visto con una chaqueta y pantalón de color verde oscuro con un patrón de camuflaje, una camiseta negra y una pequeña bufanda.

—El ambiente está un poco fresco.

Si no mal recuerdo, la ropa que tenga puesta en este momento es la que portaba en esa ocasión. No creo tener una mala resistencia al frio como para usar una bufanda en estas fechas, aunque tengo que reconocer que, debido a la cercanía con un bosque y la hora, puede hacer un poco de frío.

Espera, ¿un bosque?

¿Cómo sabía yo que aquí hay un bosque?

Volteé rápidamente hacia mi izquierda, para encontrarme con a pocos metros de unos árboles grandes y frondosos, los cuales eran parte de un bosque.

¿Es en serio?

El lugar me sonaba familiar, por lo que no tardé en comenzar a caminar hacia la salida que daba al bosque. Había algo que me llamaba.

–¡Oye, Kay!

Escuché una voz un tanto familiar detrás de mí. Al girarme para ver de quién se trataba, un hombre de una edad similar a la mía caminó hacia mí. Podía ver su musculatura tratando de sobresalir de su camisa. Su piel tenía una tonalidad un poco oscura.

Creo que recuerdo quién es.

–¿Riley?

–Vaya, Kay, parece que te has levantado temprano. Lo siento, pero tengo órdenes de parte de Aly, el capitán, de no dejarte ir al bosque.

–¿Por qué?

–Eso es confidencial, pero, si pudiera decir algo, es que has tenido contacto con el objetivo, por lo que te quieren fuera de la operación. Y me dejaron a mi para cuidarte.

Eso era un problema, si eso en realidad sucedió, entonces, ¿cómo fui capaz de visitar a Amelie los días siguientes a la operación?

Espera, eso no debería saberlo. ¿Por qué mi mente acepta que algo así pasó y me hace pensar esas cosas?

Riley se acerca y me toma del hombro, tratando que no me dirija al bosque. A simple vista, podemos ver que él es más fuerte que yo, por lo que sería imposible atacarlo.

No, debe hacer una oportunidad. Ahora que recuerdo, en ese momento yo aún mantenía una habilidad que perdí recientemente, la Distorsión Espacial. Además, él es solo una Torre, y mi clase es Rey, por lo que la diferencia entre musculatura no debería ser mucho problema.

Oh, creo recordar por qué traigo una bufanda puesta.

En ese tiempo trataba de ocultar mi verdadera pieza, por lo que usaba una bufanda casi a diario, sin importar el clima. Aunque había ocasiones en que la temperatura era tan insoportable que tenía que deshacerme de esta.

—Y pensar que me descubrirían de todas maneras.

Caminé hacia donde Riley quería, evitando levantar sospechas. Sin importar lo que haga, no debe afectar mi pasado, así que no estaría de más el hecho de tratar de romper algunas reglas. Y puede que, incluso, consiga cosas útiles.