T O R R E [ #2 - Los Aliados ]

Capítulo III

Después de casi una semana fuera de la residencia King, era hora de volver.

Mi objetivo era encontrarme con la resistencia, ubicada en el corazón de una ciudad cercana. Debido al peligro que hay, me era muy difícil pasar desapercibida.

Tras unos cuantos días de pláticas, logré ponerme de acuerdo con el líder, además de revisar personalmente a los candidatos que había propuesto para formar parte del equipo Negro, ya que necesitábamos voluntarios si queríamos participar en el Juego de este año.

Éramos solo tres personas, así que hacía todo lo posible por aumentar nuestros números.

No quería la ayuda de Kay, ya que él es un poco impulsivo para hacer las cosas, por lo que solo complicaría la misión. No quiero ser descubierta y no tener una salida solo por culpa suya. Además, para que no me estuviera presionando, decidí hacer esto completamente sola.

No quería que esa tal Amelie, que aún no le tengo confianza, obtuviese la información de lo que planeamos hacer, ya que, si lo llega a filtrar a Central, todo se vendrá abajo. Tengo que evitar que eso suceda a toda costa.

Sentía cómo la arena del desierto golpeaba mi rostro mientras caminaba con rumbo a la residencia King.

Sé que será difícil explicar mi ausencia, pero, al mostrarle parte de los resultados a Kay, haré que me comprenda. Sé que puede sonar contradictorio el decir que no quiero que Kay se entrometa, para luego pensar en darle los resultados, pero no se me ocurre otra manera de librarme de él por un tiempo.

Ya tengo listas a dos personas que se unirán al equipo. Eso es algo que tiene que saber Kay y no puedo hacer a sus espaldas. Yo no tengo la autoridad de agregarlos al grupo.

Mientras pensaba en esto, apareció frente a mí la montaña rocosa que ocultaba la casa en medio del desierto. Muy ingenioso, si tengo que describirlo, a nadie se le ocurrirá buscar en un lugar como este.

Corrí hasta llegar a las rocas de la base, y comencé a buscar la manera de entrar. Si no mal recordaba, Kay abrió con la ayuda de una caja e ingresando un código.

Después de tocar un rato, por fin di con una roca de forma rectangular, por lo que rápidamente la abrí, revelando un pequeño teclado de solo diez botones numerados, y junto a este, algo similar a un escáner.

Ya que no tengo la clave, tendré que entrar de otra manera.

Coloqué la palma de mi mano en el escáner. Este se activó, leyendo mi palma. Podía sentir como si una mano tocase suavemente la mía.

No tardó más de diez segundos en analizar mi mano, y después, una puerta de gran tamaño apareció ante mis ojos. Parece que ya había sido registrada anteriormente, es un alivio. Así podré entrar y salir cuando necesite sin molestar a Kay, no podría ser mejor.

Caminé lentamente por el largo camino que llevaba desde la entrada hasta la puerta de la mansión. El jardín se mantenía igual a cuando me fui, e incluso podía ver que Alessandra había plantado nuevas flores cerca de la casa. Ella es la única que le dedica tiempo a este lugar, mientras que Ray, bueno, no sé a qué se dedica.

La primera persona que se percató de mi regreso fue Kaly, ya que a ella le gustaba jugar por todo el patio frontal, corriendo de aquí para allá.

—¡Mamá!

Ya que era mi hija adoptiva, era normal que se refiriera a mi como su madre. No me molestaba, pero me creaba cierta incomodidad. Creo que le estoy robando el rol de madre a alguien más, aunque es mejor no pensar en eso.

Kaly se acercó corriendo y saltó a mis brazos. Podía ver una sonrisa dibujada en su rostro. Supongo que ella estaba preocupada cuando me fui, así que es de esperar que, al momento de verme, se alegre. Creo que Kay ha hecho un buen trabajo controlándola.

Por cierto, no lo veo. Aunque él sea del club de levantarse tarde, por lo general está caminando de un lado a otro de la casa.

La que más me preocupa es Amelie. Debido a nuestra pequeña competencia, estoy casi segura que usó estos días para sacar ventaja sobre mí, pero está muy equivocada. A partir de este momento, todo lo que intente hacer será inútil, ya que me he dado el tiempo de hacer un plan que no fallará.

Aún con Kaly sobre mí, comencé a caminar. Era un poco incómodo el avanzar, pero no imposible.

—Kaly, amor, ¿podrías bajarte? Necesito llegar a la casa.

Ella pareció comprender y me soltó. Yo la tomé de la mano y ambas nos dirigimos hacia la entrada de la mansión. Sentada junto a esta, se encontraba Melissa, ya que, debido a su ceguera, no podía estar de arriba abajo como su hermana. Tal vez por eso necesitaba a alguien que la pudiera cuidar por ella.

Además, algo que me causa incomodidad es que ella tenga la misma edad que yo, y que me trate como su madre. Es extraño, realmente, pero no me importa.

Kay debe sentir algo similar, ya que él es un año menor que yo. ¡Imagínate ser menor que tu propia hija!

Ya sé que este par de hermanas es un poco especial, así que trato de no pensar mucho en eso. Desde la extraña habilidad que tiene Kaly para curar siendo un peón, hasta sus registros, todo lo que las rodea en ciertamente misterioso.



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En el texto hay: pasados oscuros, manipulacion, trianguloamoroso

Editado: 26.05.2021

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