﴾Cinco años atrás﴿
Simone Cárter
¿Cómo fue que me di cuenta de que mi prima, Tyra Sheppard estaba viva?, bueno, fue toda una noticia, ella apareció en uno de mis lapsos de crisis de identidad y fue sorprendente saber quién era, saber lo que era y no solo eso, que tenía hijos, entre ellos el teniente Leo Sheppard quien siguió sus pasos en la milicia y no solo eso, fue mi compañero el tiempo que permanecí entre sus filas, de hecho si no fuera por él, creo que jamás hubiera sabido de ella, que pequeño es el mundo.
—Así que… el valhalla también te ha rechazado a ti— me dice sentada frente a mí en uno de los sillones de la sala de Karime.
—“El valhalla”— pronuncio con gracia, no soy capaz de verla a la cara —al parecer estoy maldita igual que tú.
Detrás del sillón, Leo camina de un lado a otro sin quitarme la mirada de encima, parece preocupado, tiene los nervios de punta y eso no me ayuda. Karime llega con una charola cargando cuatro tazas de té que deja sobre la mesa central, también deja un tarro con azúcar y crema para después sentarse a mi lado.
—Entonces… esto que te sucedió… ¿es normal?—, pregunta al aire mientras prepara el té.
—¿A qué te refieres con normal?—, claramente esto no puede ser considerado normal, la veo con el ceño fruncido y la boca torcida, pero no es capaz de voltear hacia mí.
—En nuestra familia, es normal… más de lo que me gustaría— responde Tyra sin dejarme de ver —esa noche, de tu cumpleaños, presentía que algo pasaría y no erré…
—No quiero esto… no me agrada, siempre pensé que estaba lista para la muerte, la anhelaba y cuando la tuve, me la arrebataron— me inclino hacia delante, molesta, iracunda, pero me distraigo cuando Karime me ofrece la taza de té.
—¿Azúcar y crema?—, me pregunta con esa sonrisa angelical, tomo la taza y niego con la cabeza. —Entonces… son… ¿vampiros?, ¿zombies?—, fija su mirada en Tyra quien parece dudar en responder, yo solo asiento con la cabeza motivándola a que lo haga, después de todo Karime me sacó de la morgue, tiene mi confianza.
—No entiendo del todo nuestra naturaleza, solo sé que somos inmortales… regresamos de la muerte, nuestro cuerpo deja de envejecer y nuestras heridas sanan más rápido de lo normal, pero… no entiendo de qué depende que regresemos de la muerte ni tampoco entiendo cómo es que algunos la alcanzan después de años o de días… tenemos una naturaleza caprichosa— Tyra explica lo poco que comprende y recibe su taza de té como recompensa.
—Hay una leyenda que dice que regresamos de la muerte para seguir luchando porque nuestra alma de guerrero nos demanda continuar en la batalla, cuando peleamos nuestra última batalla, la decisiva, el motivo por el cual regresamos, entonces nos ganamos la entrada al valhalla— dice Leo con seriedad.
—Entonces… son ¿vikingos inmortales…?—, Karime pasa la mirada en cada uno de nosotros.
—Hay inmortales de diferentes culturas, supongo que en la nuestra justificamos esto de esa forma, creyendo que Odín, el padre de todos, nos ha encomendado seguir peleando— Tyra no parece muy convencida.
—Tengo entendido que tú no eras una guerrera— me inclino hacia delante y la veo fijamente a los ojos.
—Yo… era una simple campesina, una granjera… amaba lo que hacía y no me gustaba pelear, no quería llenarme las manos de sangre, pero… un día nos invadieron, saquearon nuestro asentamiento, violaron y mataron a las mujeres y niños… incluyéndome… antes de que prendieran fuego a mi lecho para darme el último adiós… desperté… y me llamaron valquiria, creyendo que era una elegida por Freyja para guiar a la doncellas escuderas, pero… a final de cuentas, leyendas ¿no?—, Tyra bebe de su té y se queda con la mirada perdida, tal vez recordando sus viejos tiempos.
—Y desde entonces no has encontrado descanso… sigues deambulando como alma en pena, metiéndote en batallas… peleando y muriendo para regresar y volver a pelear— me aterra pronunciar esas palabras, porque es como presagiar mi propio futuro.
—¿Estás lista?—, me pregunta escondiendo medio rostro detrás de su taza.
—No pienso unirme a Dusha y ser parte de la mafia rusa, no voy a regresar a eso como lo hiciste tú.
—Tal vez fue un error garrafal darles tanto poder, también me siento arrepentida por formar guerreros que solo iban a servir para sus fines, no es una guerra honorable la que ellos libran, pero también estoy consciente de que Dusha es familia, es tu abuela… y mi nieta lejana… no puedes juzgarme por intentar ayudarla.
—No te juzgo, solo te advierto que no tendré nada que ver con ella o cualquier cosa que haga con la mafia.
—¿Dusha es tu abuela?, ¿la misma Dusha que creo?, ¿la madre de las rusalkas?—, pregunta Karime sorprendida.
—Sí, la misma.
—Bueno, ya no será un problema, está recluida en una prisión en Rusia, he de decir que de las más estrictas y atemorizantes— añade Karime viendo el fondo de su taza.
—¿Qué?—, me sorprende, pero parece que soy la única.
—¿No lo sabías?, fue recluida en el delfín negro— Tyra me ve directo a los ojos analizando mi reacción.
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Editado: 07.01.2022