CAPITULO II

*esta historia todavía no esta terminada al ser terminada será editada y corregida para ustedes;)*

Azael Deville  

¨Murallas de cemento¨

Quiero sentirme bien, quiero creer que todo esta bien pero es imposible ya no aguanto siento que voy a explotar, lo único que quiero es poder soportarlo, ¿por que? ¿por  que todo tiene que ser así?, odio esto, detesto tener que sentirme así. 

Me dirijo hacia la parte de atrás de la escuela donde siempre me escondo tal cual como una rata miedosa en su puta madriguera huyendo de todo lo malo.

Después de todo lo que hice por ella hace esto -intento calmar mi frustración pero me es imposible- no entiendo después de tanto tiempo con ella, todo lo que hice y ella la primera oportunidad que tiene para destruirme lo hace sin mas ni menos.

Mirando un punto fijo no puedo evitarlo el llanto sale por si solo como si fuera una granada que acaba de explotar gracias a todo, gracias a todos mis traumas y mis problemas, empezando por el abuso de mi padre alcohólico a mi madre, la soledad que siento  ya que mi madre no podía cuidar de mi y mi hermano por su trabajo y tuve que actuar como un adulto y me desenfoque de todo y cuando al fin encontré el amor- o eso creía- me traicionan de la peor forma, mi novia de 2 años me fue infiel durante 3 meses con su supuesto mejor amigo.

Nunca fui un novio celoso no había razones la encontraba perfecta la amaba, la amo.—lamentablemente.—Me decepciono, pero mis sentimientos hacia ella no pueden cambiar de un día para otro, no puedo dejar atrás 2 años con una persona que amaba con mi vida, se que con el tiempo lo voy a superar pero duele, duele tanto.

Cuando ya comienzo a ver  borroso por las lagrimas diviso una figura patalear histéricamente frente a mi, no niego que me agracio un poco pero por toda la rabia y pena que sentía no me dejo sacar una simple sonrisa. Luego de unos segundos se percato de que alguien la observaba, acto seguido dio media vuelta para verme cuando yo aparte la mirada para secar mis lagrimas, por el rabillo de mi ojo veo que me hace un gesto para sentarse a mi lado.— quiero decir que no pero algo en ella me convence.— asiento con la cabeza sin hacer movimiento alguno veo como se sienta a mi lado y saca algo de su bolsillo ¿pañuelos desechables?¿quien trae pañuelos desechables aún?, la respuesta era fácil, ella .— extiende su mano hacia mi.— veo como me observa delicadamente.— me limpio la humedad de mis mejillas y me refriego un poco los ojos para recomponerme un poco.

Luego de unos minutos de silencio de parte de ambos dice con un tono muy serio:

—Me duele el culo.—Como si nada, con un extraño pero divertido semblante serio que me hizo estallar de la risa pero eso solo duro unos cuantos segundos cuando las lagrimas se apoderan de mi y vuelvo al llanto en un abrir y cerrar de ojos.— wow eso fue extremo.— dijo ella, la chica desconocida en un intento fallido de calmarme.

 Siento como me rodea con uno de sus brazos y apoya mi cabeza en su pecho como si me protegiera eso me hizo sentir algo seguro, lo necesitaba.—lo siento.—dije calmando mis sollozos luego de unos minutos.—estoy en una montaña rusa de emociones.

—No te preocupes, todo va a pasar.— Dijo la chica en un intento de relajar el ambiente. Solo asentí con la cabeza.

Mientras me mantenía con la cabeza apoyada en su pecho sentí su aroma era un detalle de rosas algo silvestres y coco.—espera ¿coco?.—fue extraño sentir esa mezcla de aromas tan diferentes pero daban una sensación de exquisitez juntos...nunca olvidare este aroma, su aroma, tan cálido y penetrante.

Luego de que me sentí mejor le pregunte por mis ojos y me dijo que estaban algo rojos - era obvio.—ella pregunto si estaba mejor y yo solo le dije que si y le di las gracias pero no sabia su nombre.

— Gracias ehh.— dije en un tono dudoso.

—Daphne.—Dijo ella para resolver la incógnita sobre su nombre.

—Gracias Daphne.—Dije en el tono mas agradable y pasivo que encontré forzando una sonrisa.

[...]

Ahí estaba, besándolo. No puedo creer aun que le dio igual tirar dos años de relación a la basura y así tenga la conciencia limpia como para que horas después de que me haya enterado de su mentira pueda estar así de tranquila sin ningún tipo de remordimiento, sin culpa.

La rabia me carcome quiero destruir todo a mi paso molerle la cara a golpes a ese imbécil pero a lo lejos se aproxima una silueta reconocible a mi vista—era ella.—Daphne, la chica que había visto la parte de mi que odiaba con todo mi ser, la parte que desde hoy en adelante me esforzaría por enterrar en lo mas profundo de mi ser. 

Cuando me vio me saludo de la forma mas amable que pudo haber existido y yo estaba segado por mi ira por mi enojo con ganas de destruir todo a mi paso. La forma alegre en la que me saludo me fastidio por completo, no solo por su alegría y entusiasmo si no por que sabia que ella conocía esa parte tan sensible y estúpida de mi y eso le daba algo de poder y no voy a dejar que nadie mas me lastime que me vea de esa forma que pueda hacerme débil otra vez.

—Hola, de nuevo.— dijo ella en un tono simpatizante.—¿Todo bien?.

En un intento de no estallar tense todos mis músculos y focalice mi ira, no mi tristeza, no mis ganas de echarme abajo, no mis ganas de llorar, mi ira, todo el dolor que sentía lo focalice en mi rabia y lo expulse con rabia.

—No te incumbe.— Solté en un tono duro y un poco agresivo.

—Detente, solo quiero ayudar te vi mal y...— La interrumpí antes de que pudiera decir otra cosa.

—Y nada, lo que viste ahí no es nada y nunca lo fue.—escupí remarcando la ultima frase.

Ella soltó una risa sarcástica por lo bajo.

—¡Es en serio!.— Exclamo ella rápidamente.— ¡Claro! luego que te ayude ¿me tratas así?, como si intentara hacerte daño ¡cuando solo quiero ayudar!.—Dijo algo furiosa.