CAPÍTULO VI
LA VERDAD
Me encontraba desesperada, Nick había salido molesto hace unos minutos. Después de mi charla de ayer con Steven me había dedicado a caminar durante horas hasta que decidí que ya era muy tarde, cuando estaba por llegar Nick me llamo preocupado, le dije que todo estaba bien y que me iría a descansar, el insistió en venir pero al final lo convencí de que no lo hiciera. La idea no le gustó mucho aun así cedió.
Sabía que no se conformaría, así que cuando entró esta mañana a mi departamento mientras yo empezaba a preparar mi desayuno, no me sorprendí para nada.
-¿Qué pasó? ¿Qué te dijo?- preguntó. Entendía su preocupación, Steven me había tratado mal en un par de ocasiones, pero sentía que había algo más que lo tenía en ese estado. Lo conocía muy bien. Aun así no quería presionarlo. Estaba segura que cuando llegará el momento el me diría de que se trataba.
-Buenos días a ti también amor- respondí irónicamente, mientras le dejaba un beso en los labios.
-Lo siento, buenos días. En mi favor puedo decir que me quedé preocupado.
-Te entiendo. En realidad no pasó nada grave, él volvió a ser el mismo del principio, creí que las cosas estaban mejorando entre nosotros. Por un momento había llegado a pensar que ambos podrían volver a ser los hermanos de antes y que nosotros volveríamos a ser amigos. Supongo que pedí demasiado.- Las lágrimas empezaron a salir de mí sin control, en cuanto termine de hablar. Nick me atrajo a sus brazos y me consoló.
-Lo siento.- dije cuando ya me encontraba más tranquila, me encontraba sentada en su regazo, ambos estábamos en la sala. No sé en qué momento me había llevado hasta ahí.
-No tienes porqué disculparte. Si alguien tendría que pedir disculpas aquí es él. No debí dejarte ayer a solas con él. Ahora me tendrá que escuchar, ya me cansé de esta actitud infantil.
-¿A qué te refieres?- no había ni terminado ni de preguntar cuando él me dejó sobre el sofá y ya se encontraba en la puerta. Antes de que pudiera detenerlo salió. Y ahora aquí estaba yo preocupada, preguntándome que hacer.
-¡Si seré idiota!- era más que obvio que tenía que alcanzarlo antes de que hiciera alguna estupidez, como golpear a su propio hermano. No podría perdonarme el indisponerlos más el uno con el otro.
No había pasado más que unos diez minutos desde que Nick se había marchado. Tomé mis llaves y mi billetera y salí rumbo al departamento de Steven. Me hubiera gustado estar más preparada para lo que se vendría. Aunque no sé si eso hubiera servido.
Cuando llegué frente a la puerta del departamento de Steven escuche la voz de ambos desde adentro y aunque no sonaban como gritos, lo mejor sería intervenir. Justo antes de tocar, la puerta se abrió ligeramente. Al parecer no la habían cerrado bien.
Las voces se hicieron más claras y escuché lo que se decían.
-¿Lo sabe ella?- preguntó Steven. No entendía a que se referían.- ¿Sabe lo que hiciste para separarnos? ¿Cómo planeaste todo tan detalladamente?- ¡De que rayos estaban hablando! No entendía nada o tal vez no quería hacerlo. Nick no sería capaz de eso.
-¿Es eso cierto?- pregunté haciendo notar mi presencia, el miedo dibujado en el rostro de Nick me confirmo de alguna manera la verdad, pero quería escucharlo de sus propios labios.
-Valentina.
-¿Es cierto, Nick?
-Sí- no me importaba como sentían las otras dos personas junto a mí en ese momento. Esas palabras rompieron mi realidad en muchos pedazos. Lo que yo creía saber ya no era la verdad. Entendimiento del porqué del comportamiento de Steven.
-¿Cómo te atreviste a hacer algo tan bajo? ¿Tan vil? Me viste sufrir durante bastante tiempo y ni por eso fuiste capaz de decirme la verdad. Te apreciaba tanto en aquel momento que confiaba ciegamente en ti, eras mi mejor amigo, jamás te hubiera creído capaz de algo asó ¿y por qué se supone que lo hiciste? ¿Por qué no soportabas verme feliz? ¿Por qué odiabas a tu hermano?- conforme continuaba iba elevando más y más mi voz. Yo, la que era una opositora de solucionar las cosas gritando, estaba cada vez más alterada. Pero a la mierda la situación lo merecía.
-No es así Vale, tienes que escucharme. ¡Te amo!
-Ja, vaya manera de amar a alguien. ¡Me destruiste! No, no fuiste solo tú. ¡Ambos me destruyeron!- los señalé.
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Editado: 27.12.2019